¿Cómo secar las toallas en invierno?

Entonces, ¿cómo podemos secar las toallas en invierno o en días de lluvia? La mejor forma de hacerlo es usando una secadora después de lavarlas o un toallero eléctrico si las acabamos de utilizar. Son formas muy efectivas de secar la ropa dentro de casa.

Pon el tendedero entre dos ventanas abiertas dentro de casa y la ropa se secará más rápido gracias a la ventilación que se formará. Los radiadores serán tus aliados. Aunque no es aconsejable colgar la ropa directamente en el radiador, ponerla cerca, en tendederos, sillas o percheros, hará que se sequen más rápido.

Tender las prendas más difíciles de secar, como sudaderas o jerséis, sobre los radiadores un método muy común para tratar de que se sequen cuanto antes y no se acumule humedad en el ambiente ni olores en las prendas. Igualmente, sirve para liberar espacio del tendedero y poder tender las prendas más separadas.

Las toallas se secan mejor a temperatura baja. Esto evitará que se encojan y permitirá una mejor circulación de aire alrededor de la toalla, lo que ayuda a que se seque más rápido que si se colocara en una secadora sin voltearla.

Cómo secar la ropa en invierno

Nunca hay que tender dentro de casa.

Incluso los días lluviosos es mejor tender fuera a cubierto. Hay dos motivos. El primer motivo es que dentro de casa se dan las peores condiciones de secado. A pesar de que la temperatura es más alta que en el exterior y contamos con estufas, el aire rápidamente se saturará.

La calefacción puede hacer que el aire esté más seco, lo que puede ayudar a acelerar el secado de la ropa. Sin embargo, si las prendas están demasiado cerca de una fuente de calor, como un radiador, pueden dañarse.

Es imprescindible que seques la ropa muy bien antes de guardarla. Si las prendas no están completamente secas cogerán olor a humedad, por lo que es preferible que seques todas tus prendas al aire libre. Si guardas la ropa en el armario, puedes utilizar ambientadores específicos para evitar el olor a cerrado.

Seca la ropa cerca de una ventana. Si abres estas entradas de luz natural, contribuyes con la circulación del aire, reduces el tiempo de secado y evitas tanto la humedad como el desarrollo de hongos. La idea es que haya una corriente de ventilación en el rato que las prendas pasen colgadas.

Para empezar, pon la prenda del revés en la lavadora o, mejor aún, en una bolsa específica para lavar ropa interior. Luego añade una cantidad muy pequeña de detergente suave para lana y selecciona un programa corto para lana o para prendas delicadas, a una temperatura que nunca debe exceder los 30°C.

En este proceso tiene una influencia fundamental el principal componente del algodón, la celulosa, la cual tiene una gran capacidad para atraer las moléculas de agua. Además, las propiedades hidrófilas y de capilaridad de los capilares también succionan agua. Por tanto, no es necesario frotarse para secar.

Para solucionar este problema, nuestra recomendación es que laves la toalla en la lavadora y le añadas al bombo media taza de bicarbonato o una taza entera de vinagre. No obstante, si crees que la toalla está en muy mal estado, puedes lavarla dos veces, una con media taza de bicarbonato y otra con una taza de vinagre.

Qué hacer con las toallas después de la ducha

Si es posible la tenderemos al aire libre. Después de usarla, no cuelgues la toalla húmeda en la parte posterior de la puerta del baño. Tardará más en secarse y será un buen caldo de cultivo para bacterias y moho. Para que se seque más rápido, tiéndela en un tendedero.

Los rayos del sol, también blanquean

Algo deseable para la ropa blanca, pero con lo que hay que tener cuidado si la ropa es de color. Secar la ropa blanca al sol, ayuda a evitar que adquiera tonos amarillentos, incluso a revertirlos.

6) En general, las prendas íntimas no deben centrifugarse ni secar en secadora. Lo mejor es tenderlas al aire, del revés y a la sombra. La luz directa del sol no solo puede desteñirlas, sino que el calor que produce puede afectar también a los elásticos de las prendas.

Con el calor las moléculas de agua tienen más energía para escapar y, como el aire caliente se eleva, se produce una corriente de aire ascendente que arrastra el vapor favoreciendo el secado. No obstante, el proceso es más lento.

El secador de pelo puede ser otra opción útil si queremos secar la ropa rápido. Urgentemente, agarramos la prenda que queremos secar, y manteniendo una distancia prudente para que la prenda no se dañe, pasamos el secador moviéndolo por toda la prenda constantemente hasta que quede seca.

En el exterior y con clima soleado las prendas pueden tardar en secarse entre 2 y 4 horas con el clima frío. Si secamos la ropa en el interior de nuestra casa el proceso se puede alargar hasta 24 horas.

El frío y las bajas temperaturas propias del invierno provocan que secar la ropa se convierta en la tarea del hogar que más se dilata en el tiempo. Laves la ropa por el día o por la noche, lo cierto es que en la época invernal el secado de nuestras prendas puede parecer interminable.

Cuelga la ropa en un tendedero para interiores y coloca un ventilador para mover el aire entre las prendas. La circulación del aire es fundamental para que tu ropa se seque rápido y quede sin olor a humedad.

Una técnica rápida para secar prendas pequeñas o medianas es utilizar unas toallas grandes. Puedes usar una o dos toallas. Coloca la prenda húmeda sobre una toalla y después enrolla ambas prendas y retuércelas para escurrir todo el agua. También puedes colocar la ropa entre dos toallas limpias y secas.

Productos antihumedad para armarios y zapateros

Las fibras de la ropa que usamos pueden atrapar y retener bacterias, lo cual produce olores desagradables y agrios. Los tejidos sintéticos que son muy comunes en nuestros armarios como el poliéster, el spandex (licra o elastano) y el rayón son especialmente propensos a atrapar bacterias y malos olores en la ropa.

Utiliza un pañuelo o una bolsita de organza con arroz o sal dentro y rocía unas gotitas del aceite con el olor que más te guste: lavanda, limón, romero, árbol de té, argán, canela, sándalo, rosa, etc. Colócalas de manera repartida en los cajones que quieras perfumar, entre la ropa, por ejemplo.

Poner una toalla debajo de la prenda. Tomar la plancha y ponerla a una temperatura media. En el caso de la pretina del pantalón y sus bolsillos, son zonas que requieren de mayor tiempo para secar.

En el tendedero, cuelga las prendas de ropa con espacio entre ellas para que pueda airearse y se sequen lo antes posible. También puedes ayudarlo con un pequeño ventilador. Eso sí, asegúrate de que no está cerca de las paredes. Seca las prendas de lana en horizontal para evitar que se deformen por el peso del agua.

Colocar el tendedero cerca de los radiadores o de otra fuente de calor ayudará a que las prendas se sequen cuanto antes, una acción primordial para evitar el olor a humedad.