¿Cómo socializan los monos?

Su sistema social es de fisión-fusión, de forma que los individuos de una comunidad forman grupos más pequeños y temporales con distintas combinaciones: machos adultos solos, hembras adultas con sus crías, grupos mixtos, individuos solitarios o una hembra sola con su descendencia.

Los primates usan comunicación vocal, desde suaves gruñidos hasta gritos, cuando quieren llamar la atención de otros. A menudo las vocalizaciones funcionan como signos de situaciones emocionales como peligro de ataque o la ubicación de una importante fuente de alimento.

Los monos son animales sociales, que se organizan en base a jerarquías y son capaces de brindarse afecto, compañía y atención a niveles que recuerdan a los humanos. Los grupos estables se manejan con relaciones fuertes, duraderas, en torno a un macho o un conjunto de machos que lidera.

El orden de los primates se divide en dos subórdenes: estrepsirrinos (que significa, en griego, nariz torcida), grupo que incluye los lémures y los loris y cuyas especies se distinguen por su rinario húmedo (nariz húmeda, como la de perros y gatos); y por otro lado, haplorrinos (de nariz simple, en griego), suborden en ...

Habitan en las partes más altas de los árboles y les gusta hacer sus nidos en los bordes de las ramas, donde no pueden llegar sus depredadores. La dieta de estos diminutos animales consiste en frutas, insectos, hojas y en ocasiones pequeños reptiles.

Entre las señales con las que se saludan y despiden figuran vocalizaciones, gestos como tocarse, estrechar la mano y juntar las cabezas, expresiones faciales o miradas antes y después de jugar o acicalarse mutuamente (grooming).

Esta expresión, en especies de primates con una marcada jerarquía (como los macacos) y una estructura social marcada por la dominancia, es utilizada para expresar miedo o sumisión a los individuos de mayor rango.

Su sistema social es de fisión-fusión, de forma que los individuos de una comunidad forman grupos más pequeños y temporales con distintas combinaciones: machos adultos solos, hembras adultas con sus crías, grupos mixtos, individuos solitarios o una hembra sola con su descendencia.

Los chimpancés y los bonobos (ambos género Pan) son los parientes evolutivos vivos más cercanos a nuestra especie, compartiendo un ancestro común con nosotros hace aproximadamente entre 4,5 y 6 millones de años. Homo sapiens sapiens y los chimpancés compartimos el 98,7% del ADN.

Pueden aprender el lenguaje de los signos con un vocabulario aceptable, tienen capacidad simbólica, utilizan herramientas e incluso han demostrado ser superiores a nosotros en algunas habilidades de memoria matemática. Los primatólogos dicen que su capacidad mental es parecida a la de un niño de tres años.

Se ha demostrado que las chimpancés hembras dominantes, de alto rango, con mayor frecuencia atacan a una hembra de menor rango y a su bebé debido a la competencia de recursos. El infanticidio de primates motivado por la competencia de recursos también puede implicar el canibalismo del pequeño como fuente de nutrición.

Los monos pueden encontrarse en hábitats tan diversos como la selva y la sabana. Los monos tienen presencia silvestre en América, Asia y África, y en su gran mayoría habitan selvas y bosques tupidos, aunque muchas especies se han adaptado a la vida en las grandes sabanas.

Los simios zoológicamente hablando se caracterizan por un tamaño mayor que el de los monos, mayor desarrollo óseo y craneal, y la ausencia de cola, como por ejemplo los gorilas, los orangutanes y los chimpancés.

Algunos datos curiosos sobre esta especie es que son muy cariñosos entre sus manadas (se dan besos, abrazos y palmadas), suelen sonreír, se comunican por signos y tienen pulgares oponibles (esto le permite sujetar cosas con los pies).

Uno de los datos curiosos que más llaman la atención de los monos son los pulgares oponibles, que permiten el movimiento de los dedos en dirección contraria y hacen posible coger cosas con las manos. Los humanos solo los tenemos en las manos, pero los monos los tienen tanto en las manos como en los pies.

Sus hábitos alimenticios están constituidos por:

Los monos aulladores son los animales más ruidosos del nuevo mundo. Colas prensiles para un estilo de vida arbóreo: al igual que muchos monos en la selva Amazónica, los aulladores rojos tienen una cola prensil utilizada para sujetar las ramas de los árboles.

Efectivamente es muy correcto decir “gracias” ante un pequeño servicio que se nos presta o ante una atención que recibimos. Los monitos “hacían gracias” pero no hablaban y por eso era más lindo decir “Gracias, abuelita” o “Gracias, Angela”. Nunca olvidaré aquello de ”gracias hacen los monos allá en Villa Dolores”.

Los simios, a pesar de tener cuerpos similares a los nuestros, no poseen un aparato fonador tan complejo como el humano. Esto, sumado a la reducida capacidad de procesar un sistema de comunicación complejo, provoca que los primates no humanos sean incapaces de hablar una lengua.

Los monos-ardilla, o saimiri, tienen una visión muy distinta según el sexo: las hembras distinguen el rojo del verde, y los machos son daltónicos. Pero los investigadores les han dotado de la visión en color que les falta por naturaleza metiéndoles los genes humanos que sirven para eso....

Los chimpancés y sobre todo los bonobos son los besadores por excelencia, se dan besos en la boca, de tornillo y con lengua, y no importa la edad ni el sexo.

Los monos capuchinos presentan un total mayor de dientes, al tener la misma cantidad de premolares que de molares (12), de manera que su dentadura consta de 36 piezas.

En el comportamiento y la anatomía entre varios primates y los humanos existe una relativa similitud, esto viene de una herencia de un ancestro o abuelo PRIMATE-ivo que fue cambiando adaptándose a las necesidades de las variaciones ambientales, que como vemos ahora, siempre están a la orden del día, dando como ...

En las familias de los monos y los primates existe la costumbre de desparasitarse entre individuos, unos a otros. Pero más importante que la función higiénica es la construcción de relaciones sociales y de jerarquías, que se establecen gracias a quitarse los piojos de la espalda entre compañeros.

Los monos y los humanos descendemos de un ancestro común. De hecho, taxonómicamente, los humanos somos parte de la familia de los grandes simios y compartimos un 99% de nuestro ADN con los chimpancés.

Aunque dentro de los grandes primates, los chimpancés son los que muestran un comportamiento más agresivo y territorial (en particular en comparación con los bonobos), hay diferencias significativas entre individuos.

De hecho, compartimos aproximadamente el 99% de nuestros genes con el ratón.