¿Cómo y dónde surge el futurismo?

El movimiento artístico y social comenzó en Italia en 1909 cuando el poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti escribió su "Manifiesto del Futurismo" en el diario francés Le Figaro. El futurismo celebra su 110 aniversario.

Nace como movimiento literario en Italia en 1909 con el poeta Marinetti y se justifica teóricamente en una serie de manifiestos dedicados a cada una de las artes visuales.

El movimiento futurista, que su creador, Filippo Tommaso Marinetti, definiera como “estética de la violencia y de la sangre” ha cumplido cien años este 2009.

El futurismo es el primer movimiento artístico que se organiza como tal, se reconoce y se define en 1909 a través del Manifiesto futurista. Se busca el escándalo, se admira la velocidad y la tecnología, las señas de identidad del mundo moderno y pretende romper con el pasado.

Contexto histórico y social del futurismo

El futurismo nació en Milán, Italia, y se considera un movimiento fundamentalmente italiano, dado su temple nacionalista, misógino y guerrerista, que llevó a sus mayores exponentes a enlistarse cuando sonaron las primeras trompetas de la Primera Guerra Mundial.

El futurismo fue el último movimiento artístico que logró congregar todas las artes principales en un mismo rótulo estilístico. Los futuristas eran polimórficos. No les bastaba frecuentar otros territorios estilísticos; también solían actuar en más de un ramo del arte.

Pretendía expresar los valores y experiencias de la era de la máquina —velocidad, energía y fuerza—, revolucionando las técnicas y el lenguaje de la literatura y las artes. Por ello, asumió como nombre el término futurismo, que significa 'movimiento orientado hacia el futuro'.

Después de la derrota de Mussolini y la muerte de Marinetti en 1944, el futurismo murió como movimiento formal. Aún así, siguió siendo una corriente muy influyente para movimientos artísticos posteriores del siglo XX como el dada, el surrealismo, y en términos de diseño, el art déco.

El futurismo prefirió siempre los colores vibrantes, resplandecientes, aunque también utilizó a menudo las transparencias. A menudo esto servía para representar estados de ánimo. La abstracción también tuvo presencia entre los cuadros futuristas, sobre todo los de Luigi Russolo.

A las personas con talentos dominantes de Futurista les encanta mirar más allá del horizonte. Sienten fascinación por el futuro. Se anticipan e imaginan en detalle cómo podría o debería ser el día de mañana. Por lo general, ven el futuro de manera positiva.

La revolución tipográfica futurista comienza en 1912, cuando Filippo Tommaso Marinetti compone las primeras «palabras en libertad»: creaciones en las que las palabras no tienen ningún vínculo sintáctico ni gramatical entre sí, ni están organizadas en frases y párrafos.

En su anhelo de re-construcción integral del mundo, el movimiento futurista italiano aspira a socavar los conceptos básicos de la cultura europea, a partir de las ideas tradicionales de “tiempo” y “espacio”.

Muchos lo consideran esencialmente un ideólogo fascista, por encima de otras características. Puede incluso afirmarse, sin exageración, que el movimiento futurista nutrió y dio un barniz cultural al totalitarismo mussoliniano.

El Tiempo y el Espacio morirán mañana. Vivimos ya en lo absoluto porque ya hemos creado la eterna velocidad omnipresente. Queremos glorificar la guerra —única higiene del mundo—, el militarismo, el patriotismo, el gesto destructor de los anarquistas, las ideas por las cuales se muere y el desprecio por la mujer.

El futurismo incitó al odio y la violencia, rechazó los valores tradicionales y el feminismo, instó el patriotismo y la destrucción de las academias, bibliotecas y museos, y glorificó el desprecio por la mujer. Además, los futuristas promovían el nacionalismo y la guerra.

La búsqueda de modernidad, de inserción en una sociedad industrializada y tecnificada, así como su rechazo de la tradición dio impulso al futurismo que tuvo influencia en otros movimientos europeos como el suprematismo, el rayonismo y el constructivismo rusos.

La moda futurista implica la aplicación de tecnologías avanzadas y conceptos futuristas al diseño, producción y uso de ropa y accesorios. Se enfoca en diseños innovadores, materiales avanzados y técnicas de producción modernas para crear prendas y accesorios que reflejen los cambios tecnológicos y culturales en curso.

Futurismo. El futurismo es un movimiento inicial de las corrientes vanguardias artísticas.

Surgieron los movimientos de vanguardia, a partir de la crisis del racionalismo, cobrando fuerza en el siglo siguiente, cuando las guerras, sobre todo la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa, las crisis económicas y los adelantos técnicos mostraron un mundo en constante cambio.

Influencia del futurismo en los movimientos artísticos modernos. El futurismo italiano allanó el camino a numerosos movimientos artísticos modernos posteriores. Su rechazo del pasado y su apuesta por el futuro influyeron en movimientos como el dadaísmo, el constructivismo e incluso el surrealismo.

Conocido por ser el fundador del movimiento futurista, la primera vanguardia italiana del novecento y que sirvió como base para el fascismo de Mussolini. Provenía de la comunidad artística y literaria utópica y simbolista Abbaye de Créteil, de la que formó parte entre 1907 y 1908.

Neo-mint. Desde el 2018 se habló acerca de este color como el mas relevante del 2020 y no es para menos, este color de sensación tecnológica futurista pero que también nos conecta con lo natural, habla precisamente de la visión humana siempre futurista, pero sin dejar de conectarnos con nuestros orígenes.

El verde es el color de la naturaleza y de la humanidad. Representa esperanza y el equilibrio emocional, pero por otra parte tiene significados negativos, como el veneno, lo demoníaco y su relación con los reptiles.

El verde: el color de la vida

Este color es una combinación de colores cálidos (amarillo) y fríos (azul). Por esto, está entre la fuerza y la serenidad. Se asocia con la primavera, la naturaleza y las cosas que crecen.

El movimiento artístico y social comenzó en Italia en 1909 cuando el poeta italiano Filippo Tommaso Marinetti escribió su "Manifiesto del Futurismo" en el diario francés Le Figaro. Marinetti era hijo de una familia italiana rica que vivía en Egipto, estudió en París y luego se trasladó a Milán.