¿Cuál es el color de LED que menos consume?

El verde oscuro indica alta eficiencia y el rojo baja eficiencia. Para las fuentes luminosas, la eficiencia depende de su rendimiento lumínico: la relación entre la cantidad de luz que emiten (en lúmenes) y la electricidad que consumen (en W).

La etiqueta, clave para elegir bombillas que consumen menos

Este aparece en la etiqueta del tipo de bombilla que se compra y habla de la eficiencia del producto. El orden de mayor eficiencia a menor eficiencia va por colores. Esto es, el verde oscuro indica alta eficiencia y el rojo baja eficiencia.

Bombillas LED

Ahorran hasta un 80% de electricidad, respecto a las tradicionales. Acumulan menos calor que las bombillas de bajo consumo, con lo que su consumo es menos, ya que, no pierden energía a través del calor que acumulan. Cuentan con gran variedad de formatos y colores de iluminación diferentes.

La luz blanca hace que el ojo humano vea mejor debido a su elevado índice de reproducción cromática.

LED 5mm azul alto brillo

Color lente: Transparente. Longitud de onda: 460-465 nm. Voltaje de trabajo: 3.0-3.4VDC. Consumo corriente: <= 30mA.

Por ejemplo, si una persona adquiere tanto una bombilla blanca como una amarilla, ambas con una potencia de 10 vatios (10 W), es importante comprender que el consumo de energía será igual, independientemente del color o la tonalidad de la luz.

La luz fría es una luz de tonos azulados y es la que más luminosidad aporta. Es la luz que está por encima de los 5.000 grados Kelvin, la medida que se usa para medir la tonalidad de la luz. Esta luz se asemeja a la luz del día, que estaría alrededor de los 7.000K.

Ahorro energético con iluminación LED

Se estima que el uso de iluminación LED en el hogar supone hasta un 50% de ahorro energético si lo comparamos con tubos fluorescentes compactos, es decir, con bombillas de bajo consumo y hasta de un 85% si esta comparación la hacemos respecto a las bombillas tradicionales.

A pesar de que existen muchos aparatos eléctricos que consumen menos, los electrodomésticos de uso cotidiano que menos consumen son el horno, el televisor y la lavadora.

¿Sabes cuál es el electrodoméstico que más consume en tu hogar? Sí, has acertado: el frigorífico. Pero hay otros que pueden hacer bastante daño a tu bolsillo, como el televisor, la lavadora o la secadora.

Luz neutra

Es perfecta para las áreas sociales como el comedor y la estancia o para áreas de transición como los recibidores y los pasillos. También es posible colocarla en la habitación, la única recomendación es que evites utilizarla en tu mesa de noche.

La luz cálida es ideal cuando se quieren crear ambientes cálidos y acogedores. La luz fría se utiliza sobre todo en lugares donde hay mucho movimiento de paso y en zonas especialmente oscuras. En tanto que, la luz neutra es la más parecida a la luz natural del día.

Por lo general, siempre se eligen luces frías. La luz artificial fría es la mejor alternativa a la natural, debido a que es la que más se le parece. Cansa menos la vista y hará que la habitación se vea de un color muy similar al de la luz natural, con lo cual verás que no te molestan los ojos y estás a gusto.

En una hora de funcionamiento, una bombilla normal gasta 0,1 kWh clean_temp.sh connect_db.sh files_paa_de files_paa_en files_paa_es files_paa_fr models PAA_inserter.sh PAA_master_inserter.sh temp 0,15€ (0,015 €/hora), en el mismo periodo de tiempo, una bombilla LED gasta 0,014 clean_temp.sh connect_db.sh files_paa_de files_paa_en files_paa_es files_paa_fr models PAA_inserter.sh PAA_master_inserter.sh temp 0,15€, lo que supondría 0,0021€/hora.

El blanco suave (2700 a 3000 Kelvin) es cálido y amarillo, la gama de colores típica que se obtiene de las bombillas incandescentes. Esta luz da una sensación cálida y acogedora y, a menudo, es la mejor para las salas de estar y los dormitorios.

Para iluminación de jardines y exteriores es siempre obligatorio utilizar luz cálida, incluso ámbar, ya que una luz fría o neutra puede provocar contaminación Lumínica, cosa muy perjudicial para el medio ambiente, la fauna y para las plantas.

Los bombillos de luz amarilla generan mucho calor, lo que hace que gasten más energía. Tienen menos vida útil, aproximadamente mil horas. Debido a que se calientan, hay que tener cuidado al manipularlos, ya que pueden quemar.

Las bombillas con luz blanca cálida son la elección más adecuada. Estas bombillas iluminan el espacio a la perfección y también suponen una ambientación más agradable. Hay muchas lámparas de cocina entre las que elegir, pero evite la tentación de combinar varios estilos que, probablemente, no armonizarán entre sí.

Recomendación: Para comedores se recomienda una luz de tonalidad cálida o neutra que invite al relajamiento y al bienestar. No es recomendable poner lámparas bajas con ampolletas halógenas o incandescentes sobre la zona de la mesa, pues proyectan una luz muy marcada e irradian mucho calor.

A menudo, la iluminación fluorescente tiene un color de 4000K, luz blanca neutra que se usa en oficinas y espacios de trabajo.

Por otro lado, las bombillas de bajo consumo suelen ser generalmente lámparas fluorescentes compactas. Estas funcionan de forma similar a los tubos fluorescentes de siempre. Suelen ser de luz fría, y consumen entre un 50% y un 80% menos de energía que las bombillas incandescentes para dar la misma cantidad de luz.

El ahorro –dependiendo de que elijamos led de última generación u otros modelos anteriores– puede oscilar entre el 50% y el 70%, si las comparamos con las bombillas CFL Compactas (bajo consumo convencional), y entre el 85% y el 95% si las comparamos con las bombillas incandescentes.

Las bombillas halógenas, además de estar compuestas por elementos contaminantes, consumen más energía que los dos casos anteriores. Se mantienen también por debajo de las bombillas incandescentes, concretamente con un gasto inferior de un 40% y una durabilidad estimada de 3.000 horas.

En general, algunos de los electrodomésticos que más consumen son la nevera (662 kWh/año), el congelador (563 kWh/año), la televisión (263 kWh/año), la lavadora (255 kWh/año), la secadora (255 kWh/año) y el lavavajillas (246 kWh/año).

En este ranking, lavadora y secadora ocupan las primeras posiciones, con un consumo anual que puede alcanzar una media de 255 kWh.