¿Cuál es el fiambre más saludable?

Así las cosas, el elegido por la organización como "más saludable" es el jamón cocido o pechuga de pavo y pollo. Estos se debe a su menor contenido en grasa son las mejores opciones dentro del mundo de los embutidos, aunque desde la OCU también explican que "su contenido en sal es alto".

“El pavo y el jamón son mejores opciones que el salami, la mortadela o el pastrami, porque son más bajos en sodio, calorías y grasas”, asegura la nutricionista Keri Gans, autora de The Small Change Diet, que insta además a que busquemos los fiambres 'delicatessen' del súper, ya que, aunque un poco más caros, contienen ...

Se trata de la 'Longaniza de Pavo Imperial Extra' de Hacendado, la marca del distribuidora de Mercadona. Tiene un 30% menos de grasa que una longaniza convencional y un precio de 3,76 euros la unidad. Cada paquete contiene 235 gramos, por lo que cada kilo de este producto asciende a los 16 euros.

De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, la mortadela aporta 311 calorías por cada 100 gramos de su peso. Y, por su parte, el jamón deshuesado y extra magro, aporta 145 calorías por cada 100 gramos de su peso, mientras que el jamón de pavo aporta 126 calorías por cada 100 gramos.

"Por su menor contenido en grasa, es mejor elegir embutidos como el jamón cocido o la pechuga de pavo o pollo, aunque su contenido de sal es alto", afirman los expertos, que apuntan que es posible encontrarlos con menos sodio si buscamos bien.

En cuanto a los embutidos menos recomendables se encuentran el chorizo, el salchichón, la mortadela, el chopped, el salami, etc., ricos en proteínas pero también en grasas saturadas, colesterol y sal.

“El pavo y el jamón son mejores opciones que el salami, la mortadela o el pastrami, porque son más bajos en sodio, calorías y grasas”, asegura la nutricionista Keri Gans, autora de The Small Change Diet, que insta además a que busquemos los fiambres 'delicatessen' del súper, ya que, aunque un poco más caros, contienen ...

Dicho esto, tanto el jamón ibérico como el chorizo tienen menos calorías que el salchichón.

Por regla general, se recomienda no comer embutido más de dos veces por semana, y no superar la cantidad de unos 30 o 40 gramos por ración.

El jamón ibérico, el serrano, cocido, la pechuga de pavo, de pollo o el lomo son las opciones más sanas. El jamón ibérico posee altas cantidades de grasas pero éstas son grasas buenas, las monosaturadas, que ayudan a regular los niveles de colesterol.

Los expertos en nutrición coinciden en señalar que los embutidos deben consumirse con moderación, es decir, un par de veces a la semana.

A la hora de elegir en las fiambrerías, el jamón cocido es uno de los productos más vendidos y, a su vez, uno de los más saludables. Esto se debe, según explica Tomás, a que es rico en proteínas, hierro, potasio, magnesio, zinc y vitaminas K, B3, B4 y B1.

Estos son algunos de los más perjudiciales.

A continuación, cuatro meriendas recomendadas por nutricionistas para sustituir el bocadillo de jamón.

2021 21:46h. Los embutidos, de manera generalizada, son productos que deberían consumirse ocasionalmente. Dentro de estos el jamón de york y el pavo se colocan como los más saludables. Entre ellos no hay mucha diferencia, aunque la carne de pavo es algo menos grasa.

La morcilla es el embutido más saludable, según ha explicado el nutricionista Pablo Ojeda en Más Vale Tarde, que ha concretado que aún así debe ser de consumo exporádico. "Tiene sangre, y la sangre cuando coagula es muy rica en hierro.

La respuesta es... que ninguno es mucho mejor que el otro. Ambos alimentos, tanto el jamón como el queso de puerco, son buenos para la salud de la personas y aportan una gran cantidad de proteínas, vitaminas y minerales, que ayudan al correcto funcionamiento del cuerpo humano.

El jamón más sano es aquel curado al aire libre, sea jamón serrano o jamón ibérico, y mejor aún si proviene de cerdos criados en libertad.

No es raro que la gente que los deja se sienta con más energía y mejor ánimo. El ejercicio físico ayuda”, apunta Carlos Ríos. Lo mismo sugiere Digón: “Notarás pronto menos irritabilidad, mayor capacidad de concentración, menos somnolencia después de comer, más estabilidad emocional.

La clave para una perfecta conservación de los embutidos curados como las cañas de lomo, salami y similares, es colgarlos en un lugar fresco, seco y lo más oscuro posible sin que las piezas se toquen. De esta manera evitaremos que los embutidos suden y también impediremos que les dé la luz del sol.

Los embutidos más magros y con menos grasa son la pechuga de pavo y la pechuga de pollo, el jamón cocido y el jamón serrano. Elige estos cuando decidas tomarlos y reduce el consumo del resto de embutidos, sobre todo los que son más grasos (morcilla, sobrasada, salchichón, chorizo y mortadela).

En general, el pavo es más bajo en calorías y grasa que el pollo, lo que puede ser importante en dietas de adelgazamiento. Además, aporta un poco más de proteínas, lo que la hace más propicia para las dietas deportivas.

El valor nutritivo del lacón se relaciona con la composición química del mismo y del animal del que procede. En este sentido, el lacón constituye una buena fuente de agua y proteínas con elevado valor biológico. Presenta más grasa y menos proteína que el jamón curado.

¿Cuánto embutido puedo comer? Por regla general, se recomienda no comer embutido más de dos veces por semana, y no superar la cantidad de unos 30 o 40 gramos por ración.

Evidentemente, el chorizo ibérico es más sano (y está más rico) que el no ibérico, sencillamente porque la carne picada con la que se fabrica es de mejor calidad, con una grasa más saludable.