¿Cuál es el vino tinto afrutado?

Los tintos afrutados y jugosos son vinos jóvenes de un color rojo intenso con tonalidades violáceas y púrpuras. En boca se muestran intensos y ricos, con taninos dulces y redondos.

Vinos tintos afrutados​

Tempranillo: Fuerte presencia de notas de frutas rojas, como la ciruela y la cereza. Pinot Noir: Con gran presencia florar, destaca su aroma a ciruela.

Ejemplos de grandes vinos afrutados

Getaria Roke Eizaguirre y Emeterio Aizpurua. Rías Baixas, Pazo Pondal y Corisca.

De entrada, el dulzor y el afrutado del vino se aprecian mediante diferentes sentidos: el dulzor se percibe en el gusto, concretamente en la punta de la lengua, mientras que el afrutado es una característica que se percibe a través del proceso olfativo, tanto en vía nasal como retronasal.

Como empezarás con un tinto afrutado, puedes optar por acompañarlo con diferentes aperitivos, como quesos suaves. Si quieres tomarlo durante la comida o la cena, prueba con pasta o carnes blancas.

Como el Merlot tiende a tener un sabor más afrutado suele ser, por tanto, más dulce, aunque esto depende en gran medida de su procedencia. Si comparamos un Cabernet Sauvignon y un Merlot producidos de la misma manera en la misma zona, el Cabernet nos ofrecerá un sabor más intenso debido a su alto contenido en taninos.

Si en tu copa hay un vino blanco afrutado, joven y fresco, en este caso nos vamos a unos de los maridajes típicos: marisco y vino blanco. Y es que, el lado salado del marisco y el sabor dulce del vino harán que destaquen ambos sabores creando un combinación en boca perfecta.

- El vino tinto dulce italiano llamado Lambrusco

Este es uno de los vinos tintos dulces más conocidos, su nombre lo recibe por el tipo de uva, en este caso lambrusco, la cual se produce en cuatro zonas de la región conocida como Emilia-Romaña y una en Lombardía.

Se trata de Castillo Ygay Gran Reserva Especial 2010, de Marqués de Murrieta. Este vino lideró el ranking anual de los 100 mejores vinos del mundo de 2020, con 96 puntos de calificación y un valor aproximado de US$139.

Cabernet Sauvignon: Se conoce como la reina de las uvas tintas y es la más fuerte de todas ellas. De aromas intensos, se destaca por el alto contenido de frutos rojos, un aroma a cuero o tabaco. Es el vino mejor posicionado para acompañar platos picantes o muy condimentados.

Un buen vino debe tener una textura suave y aterciopelada, con un equilibrio adecuado entre los taninos, la acidez y el alcohol. Luego, debes evaluar el sabor del vino. Un buen vino debe tener un sabor intenso y complejo, con matices de frutas, especias u otros sabores distintivos.

Coloca en la punta de la lengua algo tan sencillo como un terrón de azúcar y céntrate en lo que percibes en esa zona. Cuanta más sensación notes en tu lengua, más dulce será el vino que estés probando.

El sabor dulce de los vinos generalmente viene acompañado de una sensación de suavidad, siendo los azúcares y los alcoholes las sustancias que producen esta sensación. En cambio, los vinos secos tienen muy poca o ninguna cantidad de azúcar y son conocidos como vinos de mesa porque combinan bien con cualquier comida.

La variedad de vino tinto más saludable es la Pinot Noir, debido a que cuenta con una piel fina, permitiendo que posea taninos bajos pero altos niveles de resveratrol, este componente es un gran aliado para la salud del corazón.

Para los profesionales que hacen catas o “análisis sensoriales” de los vinos, el mejor momento siempre es por la mañana, cuando nuestras percepciones están más “despiertas”, o, si se prefiere, después de la duración del día.

Si ya bebes vino tinto, hazlo con moderación. Para los adultos sanos, esto significa: Hasta un trago al día para mujeres de todas las edades. Hasta un trago al día para hombres mayores de 65 años.

Pero, ¿qué vino es más dulce? Como habrás podido darte cuenta, ambas variedades son dulce por sus tonos frutales. Sin embargo, si lo que buscas es el vino más dulce dentro de ambos, probablemente la elección sería el Merlot, ya que el Syrah es más intenso y de cuerpo denso.

Cuando hablamos de un Merlot, estamos hablando de un vino tinto afrutado, con bastante cuerpo y alta presencia de taninos, con una acidez notable y con una presencia de alcohol elevada.

La variedad Tempranillo debe su nombre a que es la uva más “temprana”, es decir, la que tarda menos en madurar de todas las existentes. El ciclo de la viña comienza cuando terminan las heladas primaverales y finaliza con la vendimia, poco antes de que empiecen las heladas otoñales.

La mayor parte de enólogos y catadores profesionales recomiendan no acompañar con vino los siguientes alimentos.

Pero como sabemos existen muchas variedades de esta fruta; por ejemplo, las aceitunas de sabor más fuerte van con vinos tintos como un Merlot y por su parte las aceitunas que son de un color verde claro, se combinan mejor con vinos blancos más ligeros como un Sauvignon Blanc.

El vino tinto se suele asociar a las carnes, por su sabor, aroma y estructura. El vino blanco se sirve frecuentemente para acompañar pescados y mariscos. También pastas, arroces… El vino rosado es perfecto para aperitivos, mariscos, vegetales, huevos y arroces.

Sabor: el Merlot se identifica por ser dulce y suave, además es muy amigable al paladar. El Carmenere tiene sabores más intensos y gusto delicado, es un vino seco al paladar.

Las variedades más "dulces" y, por tanto, más fáciles de beber para los que no están acostumbrados a consumir vino son Moscatel, Viognier y Riesling. Los más "secos", "ácidos", "cítricos" o, simplemente, menos dulzones, los dan las variedades Sauvignon Blanc y Chardonnay.

1. Pinot Noir: De origen francés y de taninos suaves, constituye un vino muy suave y fácil de tomar, el más suave de los tintos.

En la edición 2023 del IWC, la Familia Martínez Zabala ha conseguido ganar el primer premio de vino tinto español con su Campillo Gran Reserva 2014. Este vino, producido desde Bodegas Campillo se ha coronado como el mejor de la cultura vitivinícola y ha hecho que España sea conocida internacionalmente por su producto.

El vino blanco Ramón do Casar Nobre 2020 ha sido reconocido con el Premio Alimentos de España al Mejor Vino en 2022. Tras este éxito se encuentra la historia de Ramón González y su familia, emigrantes gallegos en Venezuela.