¿Cuál es la finalidad de guardar las hojas de espinaca en el refrigerador?

Si estas tienen un color oscuro, una textura húmeda o un olor fuerte, deben desecharse, ya que a medida que envejecen, adoptan un color más oscuro y un olor más intenso. Para evitarlo, es importante guardarlas bien en la nevera, sin lavarlas; solo debe hacerse justo antes de utilizarlas para preparar y consumir.

Además, lo mejor es guardarlas primero en un recipiente hermético, de tal forma que no queden tan apretadas y tengan espacio para respirar. Lave sus espinacas antes de usarlas en cualquier receta, así ya las haya lavado antes de refrigerarlas.

Después de limpiarla, déjala secar y escurrir al aire libre sobre una hoja de papel absorbente. Puedes usar un paño para que sea más rápido, pero ten cuidado para no dañar ni maltratar las hojas. Una vez las espinacas son llevadas a refrigerar, tienes cinco días para comértelas.

Puedes guardar las espinacas durante 10 o 12 días y mantendrá las propiedades intactas.

En este caso también es importante escurrir bien la espinaca cocida o salteada, que aguantará tres días en el frigorífico.

Las hojas: toma las hojas y míralas en detalle. No deben estar arrugadas, golpeadas o dobladas. La textura: las espinacas deben sentirse un poco firmes, es decir, al momento de doblarlas se debe sentir un poco de resistencia. Además, deben estar secas.

Los altos niveles de potasio en la espinaca ayudan a mitigar los efectos del sodio en nuestro organismo, por lo que es el alimento ideal para todo el que sufra de presión arterial elevada. Además, el efecto vasodilatador del óxido nítrico de esta verdura, ayuda a mejorar la circulación de la sangre en el cuerpo.

En el caso de las espinacas frescas, el primer paso será lavarlas y prepararlas antes de añadirlas en la olla con agua y sal. Cuando el agua, a fuego fuerte, esté en su punto de ebullición y haya comenzado a hervir, será el momento ideal para añadir las espinacas y dejarlas cocer de tres a cinco minutos.

Límpialas con agua fría para retirar restos de tierra o cualquier otro aspecto que la haga ver sucia. Pon a hervir agua en una olla limpia. Deja las espinacas en el agua hirviendo por muy poco tiempo, entre 40 segundos y un minuto. Escurre y deja secar las espinacas.

La espinaca cruda también tiene menos calorías aún que la cocida y parece retener mejor los folatos, que se pierden en gran parte durante la cocción. Otra ventaja de comerlas crudas tiene más que ver con nuestros gustos, ya que es una forma de mantener su textura crujiente, muy placentera en ensaladas o guarniciones.

Si queremos cocer las espinacas y eliminar el sabor a tierra que tienen, se le puede echar un poco de azúcar a la cocción, contrarrestando así el sabor y suavizándolo.

A la hora de elaborar una receta con espinacas debemos calcular unos 300 gr. de este vegetal por cada persona. Cuando las vayas a cocer, procura no sobrepasar los 15 minutos, pues esa cantidad se vería reducida drásticamente. Si lo que vamos a preparar es una ensalada, bastará con 75 gr. por persona.

Como parte de una dieta balanceada: se recomienda consumir entre 1-2 tazas de espinacas al día. Para aprovechar sus beneficios nutricionales: las espinacas son ricas en vitaminas A, C, K, folato y minerales como hierro, calcio y magnesio. Por ello se recomienda consumir al menos 1 taza al día.

Lo ideal al consumir espinacas, es elegir el tipo de cocción adecuado con el cual se minimice esa pérdida de nutrientes. Si vas a consumirla en ensaladas, no es necesario cocinarlas. Consumirlas crudas es una buena forma de proteger su alto contenido en vitamina C.

Hay varios tipos de espinacas como la col rizada, la espinaca de hoja lisa y la espinaca semi-saboya. Puedes agregarla como ingrediente a muchos platos y cocinarla o servirla cruda.

Las propiedades de las espinacas se mantienen intactas

Lo bueno de este tipo de congelación no solo es la posibilidad de hacer porciones individuales. Hay algo mucho mejor: ¡las espinacas conservan perfectamente sus valiosas vitaminas, minerales y oligoelementos!

Una vez que tus espinacas están frías y bien escurridas, ya puedes pasar a congelarlas. Lo ideal es separarlas en las porciones en las que piensas consumirlas, ya sea colocándolas en envases bien tapados o en bolsas para congelación. Luego solo deberás meter al congelador.

¿Cuánto tiempo podemos mantener congelado el pan? En principio, este alimento puede permanecer en el congelador un máximo de tres meses. No obstante, es más recomendable consumirlo antes de un mes, ya que pasado este tiempo el pan comienza a perder cualidades y sabores.

Como comentado con anterioridad, ambos vegetales de hoja verde son recomendados en dietas de pérdida de peso. Pero comparando las calorías que aportan cada una de ellas, las acelgas ganan esta batalla. El contenido calórico de las espinacas es 23 kcal por cada 100 gramos frente a los 14 kcal que aportan las acelgas.

¿Cuántas espinacas hay que comer a la semana? Popeye lo hacía todos los días, pero la realidad es que en general, se recomienda comer una variedad de verduras y limitar la cantidad de espinacas a una o dos raciones por semana para evitar cualquier posible efecto secundario y llevar una alimentación equilibrada.

Espinaca. La verdura favorita de Popeye puede ayudarnos también en este proceso de mejorar nuestro sueño. Además del sinfín de vitaminas que presenta, la espinaca es rica en calcio, el cual está directamente vinculado con la producción de melatonina.

No se recomienda su consumo en caso de sufrir problemas renales debido a que la espinaca es rica en ácido oxálico. Tampoco se recomienda comer espinacas, ni crudas ni cocidas, si se padece alguna enfermedad relacionada con las articulaciones, como la artritis o la gota, por el mismo ácido oxálico.

El tiempo cocción de las espinacas frescas hervidas es de aproximadamente 3 minutos. Primero coloca una olla con agua y sal a fuego fuerte. Cuando haya comenzado a hervir, añade las espinacas frescas y déjalas cocer 3 minutos. Escurre el agua y sírvelas.

Son una buena fuente de fibra: 2,6 g por cada 100 g. Son ricas en varios minerales; 100 g contienen: 90 mg de calcio, 4 mg de hierro, 54 mg de magnesio, 423 mg de potasio.

Lavar y desinfectar espinacas es una tarea fácil, pero sobre todo importante para la salud, ya que son una de las verduras más “sucias”, contienen restos de pesticidas, además de diferentes microorganismos. Las espinacas pueden provocar intoxicaciones y enfermedades como salmonela, estafilococos y E. coli.

Lavar las verduras de hoja verde no elimina todos los microbios. Esto se debe a que los microbios se pueden adherir a la superficie de las hojas e incluso penetrarlas. Si usted come verduras de hoja verde contaminadas sin cocinarlas antes, como en una ensalada o un sándwich, podría enfermarse.