¿Cuál es la forma correcta de usar una faja?

Cómo ponerse una faja completa

Uso diario: si se utiliza una faja para el uso diario, se recomienda empezar usando la faja durante períodos cortos de tiempo, como unas pocas horas al día, y luego ir aumentando gradualmente el tiempo de uso a medida que el cuerpo se acostumbra. Se recomienda no usar la faja durante más de 8 horas al día.

Un aproximado de hora y media a dos horas, de manera que tu cuerpo pueda acostumbrarse a la sensación de compresión. Al mismo tiempo tu espalda adoptara otra posición mucho mas recta que viene dada gracias a las varillas que mantienen firme la cinturilla.

La faja es una prenda con la que, si bien cumple la función de ayudarte a mejorar la figura, es importante no usarla durante 24 horas al día. Lo ideal, es utilizar una faja moldeadora de 4 a 6 horas o un máximo de 8 horas si no te ocasiona molestias.

¿Cómo uso la faja abdominal?

Reducción de medidas y contorno del cuerpo: Gracias al diseño de las prendas MariaE, enfocadas en realizar una compresión y moldear el cuerpo tanto en abdomen, piernas y glúteos; ayuda a dar forma y realzar las curvas de una forma natural reduciendo la apariencia de medidas no deseadas.

Fajas tipo deportivas

Son las llamadas fajas deportivas. Estas proporcionan una compresión suave a moderada en el área del abdomen, ayudando a reducir la cintura y brindando soporte lumbar. Son ideales para usar durante la actividad física, ya que ayudan a mejorar la postura y estabilizar los músculos del abdomen.

Ayudan a mejorar la postura

Además, son útiles para aliviar los dolores lumbares, por lo que al utilizar una faja todos los días el cuerpo se sentirá más cómodo y se acostumbrará a mantener su posición erguida.

La talla correcta, además, se adapta a nuestro cuerpo y no produce ningún tipo de incomodidad: no se dobla, ni se sube… ¿Cuántas tallas se puede bajar con una faja? Puede reducir una y hasta dos tallas.

Una de las opciones más populares para lograr una figura estilizada es la faja de látex moldeadora. Fabricada con látex y tejidos elásticos de alta calidad. Esta faja deportiva ofrece un ajuste ceñido y una compresión controlada que ayuda a definir y realzar las curvas naturales del cuerpo.

Cómo eliminar la grasa abdominal en menos de una semana

Una faja para la espalda es una ayuda de soportes y órtesis, con el objetivo de contener la zona lumbar y la región sacra de la espalda. Normalmente, se utilizan en pacientes con dolores crónicos o dolor lumbar. De esta forma, mejoran la estabilidad de la espalda aportando seguridad en los movimientos.

Algunas piezas metálicas ayudan a que la faja no se doble fácilmente. En ciertos modelos se pueden añadir piezas adicionales para ayudar a estabilizar la parte media y superior de la columna vertebral.

Una de las fajas más recomendadas para aplanar el vientre bajo es aquella que ofrece un nivel de compresión alto y está diseñada específicamente para esta área. Estas fajas suelen estar hechas de materiales de alta calidad que proporcionan una sujeción firme pero cómoda.

La faja es una prenda que debe quedar ajustada, y si no sabemos cómo ponerla adecuadamente podemos pensar que nos viene pequeña o que no es nuestra talla. Nada más lejos de la realidad. Como bien mostramos en el vídeo, la faja se debe poner como si fuera una media, desenrollándola poco a poco a lo largo del cuerpo.

Lo ideal es ponerla todos los días por períodos cortos. Por ejemplo, comenzar por 3 horas al día durante la primera semana e ir subiendo progresivamente el número de horas, hasta que la persona se sienta segura para resistir la faja sin sentir incomodidades.

Uno de los beneficios que nos brindan las fajas deportivas es la compresión suave, esta puede mejorar la circulación sanguínea alrededor de los músculos y aumenta el suministro de oxígeno y nutrientes a los tejidos musculares, mejorando así el rendimiento y acelerando la recuperación post ejercicio.

Son fajas que te ayudan a reducir medidas inmediatamente, a levantar los glúteos y a controlar el abdomen. Conociendo este tipo de fajas y para qué funcionan seguramente te animarás a utilizar una. Son altamente recomendables.

Si lo que buscas es reducir la grasa abdominal, necesitas aumentar tus entrenamientos de abdominales cada día. Realiza ejercicios como abdominales, planchas y levantamiento de piernas (de 3 a 20 repeticiones), y planchas en un intervalo de 30 a 60 segundos en 4 repeticiones.

Cuándo usar este nivel de compresión: si estás buscando fajas que sean cómodas para usar todo el día, las prendas de compresión suave son la elección perfecta. También puedes usar prendas de compresión suave debajo de los vestidos para evitar que tus piernas se toquen.

Te recomendamos que optes por un color beige que se ajusta bien a cualquier tono de piel pero en caso de que vayas a utilizar la faja para lucir un vestido o un traje de un color en particular, como blanco o negro, adquirir una faja en estos colores puede ser la mejor alternativa.

Normalmente, se utilizan en pacientes con dolores crónicos o dolor lumbar. De esta forma, mejoran la estabilidad de la espalda aportando seguridad en los movimientos. Por último, las fajas lumbares deben ser prescritas por un especialista.

Desventajas de usar fajas reductoras en la talla equivocada

Si la faja resulta grande, es evidente que no cumplirá su función, se formarán arrugas que se marcarán y, en definitiva, estarás incómoda.

Reducen la cintura hasta 15 centímetros por la gran compresión que ejercen.

Un buen momento para saber es cuando la faja ya no aprieta aun poniéndotela en el broche más pequeño, ahí ya debes considerar adquirir una talla más pequeña.

Las prendas de arriba estilo túnica serán tus mejores aliadas. Ya sean de tonos claros y entalladas, sedosas y de corte fluido o con adornos bohemios, todas ellas disimulan la parte del torso de manera sutil. Una "túnica" puede ser cualquier prenda de arriba que ya tengas y que sea larga, holgada y de corte generoso.

10 alimentos que ayudarían a combatir la grasa abdominal

1. Cítricos. Naranjas, limones y pomelos son fuente de vitamina C.
2. Melones y sandías.
3. Nueces.
4. Almendras.
5. Café verde.
6. Avena.
7. Vegetales con alto contenido en fibra.
8. Fresas, frambuesas, moras y arándanos.