¿Cuál es la hermosura de Dios?

Jesucristo es la hermosura de la santidad. Cuando el pueblo del rey Benjamín escuchó sus palabras, cayeron a tierra, tan grande era su humildad y reverencia por la gracia y la gloria de nuestro Dios.

Al decir contemplar, está hablando de observar con atención, de manera profunda y serena, los atributos de Dios, de la manera más íntima posible. El salmista está a punto de descubrir la hermosura de su Señor...

En el salmo 29, David nos llama a adorar al Señor en la belleza o hermosura de su santidad. En ambos pasajes, el Señor, o aspectos significativos de su carácter, son llamados “bellos”.

Es la prerrogativa de Dios abrir los ojos de nuestra alma para verlo majestuoso, suficiente y precioso.

Proverbios 31:30 (RVC)

«La belleza es engañosa, y hueca la hermosura, pero la mujer que teme al Señor será alabada.»

Solo tómate tu tiempo y reflexiona sobre este texto Deuteronomio 23:12-14 . Reflexionar sobre la belleza de Dios en nuestro entorno nos lleva a un profundo sentido de gratitud. Gratitud por el don de la vida, por el privilegio de presenciar las maravillas de la creación y por el amor que Dios derrama sobre nosotros.

La “belleza” del Señor está en sus atributos; su amor, santidad, poder, ser eterno, infinito, inmutable, lleno de bondad y verdad .

Hemos visto que la naturaleza interior de una mujer, y de un hombre, es lo más importante para Dios. Después de todo, el hombre mira la apariencia exterior pero Dios mira el corazón. La belleza interior, que Dios da a una mujer piadosa, es algo que no puede desvanecerse y no desaparecerá con el tiempo .

En isaias 53 “… no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos”. Dice que el mesias que es Jesus Cristo no era ni hermoso, ni atractivo.

¿Qué creen que signifique que “no hay parecer en él ni hermosura; y… no habrá en él atractivo para que le deseemos”? (Isaías 53:2).

La expresión hebrea significa vana ilusión, y tiene el valor de un superlativo. Cf. expresiones semejantes como Dios de los dioses y Señor de señores (Dt 10.17), o el Cantar de los cantares, es decir, el más hermoso de los cantos (véase Introducción a Cantares; cf. Cnt 1.1).

La santidad, la vida dedicada a Dios, impactará sus actitudes. Quien vive en santidad no habla ni actúa tal como lo hacen los que no aman a Dios. Vivir una vida santa es vivir la vida como Dios desea. Para lograrlo, hay que tener una relación bien estrecha con Dios manteniéndose atentos a su voz, obedeciéndole en todo.

“La santidad se alcanza con el auxilio del Espíritu Santo -que viene a inhabitar en nuestras almas-, mediante la gracia que se nos concede en los sacramentos, y con una lucha ascética constante.

Juan 3:16. Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna. Puede que este sea el versículo más impactante y más conocido de la Biblia.

Poniéndonos a definir podríamos decir que la Belleza es aquello que nos deleitamos mirando y la “hermosura” aquello que lo adorna. Así, esa “hermosura” en el caso de las personas es aquello que percibimos como “atractivo, sexy o bien parecido”, es decir, cuando una persona cumple con los cánones estéticos del momento.

Esto implica que la semejanza de los humanos con Dios se revela a través de actos encarnados. Actualmente, los humanos no solo existen a imagen pura de Dios, debido a la realidad del pecado.

La hermosa creación de Dios

Todo lo que vemos en la naturaleza ha sido cuidadosamente diseñado hasta el último detalle y Dios le ha dado vida. En el principio, Dios tenía la autoridad para ordenar que la naturaleza cobrara vida. De la misma manera que reflejamos la imagen de Dios, su creación en la naturaleza refleja su creatividad y esplendor .

Todos nos sentimos inseguros en algunos momentos. Cuando esto sucede necesitamos clamar a Dios por ayuda, ir delante de él en oración y ruego. Dios siempre escucha a los que ponen su confianza en él. Él no nos abandona en nuestra hora de necesidad.

Este salmo nos invita a creer nuevamente que nuestra fe en Dios nunca nos abandonará, pase lo que pase .

Otros piensan que esto podría haber sido escrito cuando David huía de su hijo violentamente rebelde, Absalón. En su mayor parte, el Salmo 27 expresa la confianza de David en el Señor como su guía y libertador , pero también demuestra sus temores humanos al suplicarle a Dios exactamente aquello en lo que había estado tan confiado.

La belleza interior no solo se refiere a ser buena persona, sino a sentirte bien y sentir emociones positivas. Las personas que se enfadan menos, que tienen mejor humor, que sonríen más, seguramente proyectan una imagen que, los otros, considerarían más hermosa estéticamente hablando.

Cada ser humano es precioso a los ojos de Dios , tan precioso que envió a su único hijo al mundo para redimirnos de la maldición del pecado. Jesucristo murió en la cruz para salvar a personas de todas las razas, y en el cielo nos uniremos para alabar a Dios por su gran amor por nosotros.

¿Qué es la belleza interior? La belleza interior se refiere al conjunto de cualidades que nos ayudan a establecer relaciones sociales y crear lazos personales más estrechos con otras personas.

El Jesús histórico, señalan expertos, muy probablemente era moreno, bajito y mantenía el cabello recortado, como los otros judíos de su época.

En su aspecto era como los hombres; y así está expresado aquí por el profeta, que no tenía parecer ni hermosura, esto es, que no se distinguía, no era tan diferente de los demás como para que la gente lo reconociese como el Hijo de Dios. Él se mostró como un mortal” (véase Doctrina de Salvación, compilación de Bruce R.

"Los evangelios no lo describen físicamente, no dicen si era alto o bajo, guapo o fuerte. Lo único que dicen es su edad aproximada, unos 30 años", comenta la historiadora neozelandesa Joan E.