¿Cuál es la mejor epoca para comer almejas?

En otoño: calamar, ñocla, navajas, percebe, bogavante, berberechos, almejas.

En unos días entramos en octubre y abrimos la veda a las almejas, cuya temporada de puesta suele coincidir con el periodo de primavera-verano, lo que quiere decir, que en las costas españolas, esta especie suele encontrarse en veda entre los meses de marzo a septiembre.

Si las cáscaras no están fuertemente cerradas, quiere decir que el animal ya no está vivo. Si están un poco abiertas pero al tocarla o intentar abrirlas se cierran, todavía están vivos y se pueden consumir. Además la carne debe ser consistente. Si el olor se desagradable siempre debemos rechazarlos.

Durante los meses de mayo, junio, julio y agosto, la veda impide capturar este molusco, haciendo que sea, si cabe, más deseable. Con la llegada del otoño, comienzan las capturas. Tras pasar una temporada en las depuradoras de las cetáreas, ahora es el mejor momento para consumir almejas.

De septiembre a abril, o lo que es lo mismo, septiembre, octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo y abril, serían los meses indicados para el consumo de marisco. Como mínimo, los que nos aseguran una mayor calidad.

Si vas a comprarlas en el mercado en lugar de consumirlas en marisquería, revisa que todas las conchas estén bien cerradas. Las conchas abiertas indican que la almeja no está en el mejor estado. El olor de las almejas siempre te guiará para saber si están bien o no.

El centollo se puede pescar en Galicia desde noviembre o diciembre, hasta más o menos el mes de junio, dependiendo la fecha exacta, de la zona de la costa gallega donde se pesque. Sin embargo es después del mes de enero cuando nosotros mejor encontramos a la centolla.

Las almejas contienen numerosos minerales, entre ellos potasio, fósforo, cobre, mangnesio, yodo o calcio. Este componente favorece el desarrollo de los huesos, fortalece los dientes y fomenta la masa muscular.

Aportan gran cantidad de proteínas de alto valor biológico, minerales como calcio, yodo, magnesio, sodio y en cantidades menores hierro, zinc y selenio. Es importante recalcar que tiene una cantidad muy importante de potasio, a tener en cuenta en personas que deban controlar el consumo de sales minerales.

Aunque el marisco posee grasas instauradas muy beneficiosas, su consumo en exceso puede generar colesterol y enfermedades cardiovasculares.

Una vez compradas podemos mantener las almejas vivas hasta tres días dentro del frigorífico con un sencillo truco: humedecemos un paño y las metemos dentro, cerramos bien el paño con un nudo y lo colocamos sobre un plato, por último colocaremos el plato en la zona menos frío del frigorífico para que no mueran.

Tanto pescados como mariscos deben de tener un olor, fresco a mar. Evita comprarlo cuando el mal olor o putrefacción es intenso y comienza a ser notorio.

Las almejas frescas deben consumirse en un tiempo máximo de 24 horas, siendo preferible cocinarlas el mismo día de la compra o a las 12 horas.

Realmente es un mito, y te vamos a explicar por qué:

No hace falta remontarnos mucho en el tiempo hacia atrás para darnos cuenta que los métodos de refrigeración no eran muy fiables, y que en épocas de calor conservar el marisco fresco era realmente difícil. De ahí el dicho, que los meses sin R no son para el marisco.

Lo mismo ocurre con el mito de no consumir mariscos en los meses sin “R”. Este es un mito que también se generó por la falta de métodos confiables de refrigeración, lo cual impedía conservarlos durante mucho tiempo en aquellos meses en los que el calor es más intenso, que son los meses de mayo, junio, julio y agosto.

Algunos mariscos, especialmente el camarón, pueden pasar altas cantidades ácido úrico en el cuerpo si se consume de manera excesiva. Una persona sana podría no verse afectada de inmediato por el alimento, pero alguien con problemas de gota presentaría dolores en las articulaciones si consume mucho.

25,00 €/Kg.

También conocida como almeja de carril, la almeja fina es la más apreciada por su sabor y calidad. Además, es la almeja más resistente y aguanta más días viva fuera del agua que otros tipos de almeja.

Almeja fina: la más cara y apreciada del mercado

Esta variedad es la más apreciada por su valor y calidad gastronómica, especialmente las capturadas cerca de Vilagarcía de Arousa. Su sabor y calidad destaca entre en las otras variedades, lo que también repercute en su precio: es la más cara del mercado.

Si nos dejamos guiar por él dicho popular, el marisco gallego puede comerse sin ningún problema. Cabe destacar qué, es más recomendable consumirlo durante todos aquellos meses que tienen la letra “r” en su nombre. Es decir, estos pueden comerse entre el mes de septiembre y el mes de abril sin mayor problema.

¿Cuál es el mejor?”. En el aspecto culinario, cualquiera de las 2 opciones que elijas es un manjar y será un acierto. Ya que el sabor es un aspecto personal, va a depender de cada consumidor. Aunque, en términos generales, cabe destacar que la centolla es más carnosa y tiene un sabor a mar más suave que el centollo.

1- Almejas

Pueden ser consideradas como el marisco más sano. Son ricas en vitaminas de tipo B, en especial B12. La B12 o cobalamina, que es muy buena para metabolizar las grasas, para el sistema nervioso y para el cerebro, así como para la formación de la sangre y de varias proteínas.

Estos son los mariscos que menor concentración de colesterol presentan: Mejillones: 58 mg. Pulpo: 50 mg. Almejas y berberechos: 40 mg.

Los expertos aseguran que hay que comer pescado y marisco al menos tres veces por semana pero sin cocerlos o freírlos mucho ya que pierden sus nutrientes. Sin embargo, el marisco se suele asociar también al colesterol, lo cual es cierto pero no impide que podamos consumirlo de forma moderada.

Las almejas babosas se consumen como las finas, en crudo y, si consigues ejemplares grandes, a la sartén o a la plancha.

Este es el verdadero valor nutricional del mejillón (más allá de la publicidad)

Las almejas en conserva son uno de los alimentos con más cantidad de hierro: 25'6 miligramos por cada 100 gramos, según la Bedca. En el caso de su versión natural, el porcentaje es de 24 miligramos. Este alimento también es rico en calcio y en proteínas. De estas últimas aporta 17.43 gramos de cada 100.