¿Cuál es la mejor sidra de España?

Dentro de las siete categorías del concurso en esta edición 2023, han participado sidras de varios países como Canadá, Reino unido, Francia, Inglaterra, Irlanda, entre otros, siendo Valverán 20 manzanas la única sidra española galardonada con la medalla de oro, dentro de la categoría “Speciality Cider”.

Para elegir una buena sidra debes considerar: un sabor en 80 por ciento a manzana, tiene que ser clara y nítida, con cierta gasificación, y tener entre 5 y 8 grados de alcohol.

Entre las mejores sidras naturales de España se encuentran las elaboradas en Asturias, principalmente, como el caso de Sidra Trabanco. La sidra más conocida en España es la natural (la típica que se escancia) y luego, estaría la gasificada.

Sidra El Gaitero. La sidra famosa en el mundo entero.

XXII Preba de la Sidra, Gascona (Oviedo)

Primer Premio a la Mejor Sidra 2022.

En la categoría de Sidra Natural Tradicional, el premio Oro fue otorgado a Contrueces DOP, de Sidra Contrueces, mientras que el premio Plata se lo llevó Valdeboides, de Sidra Castañón, y el premio Bronce fue para Quelo DOP, de Sidra Quelo.

Precisamente por su contenido en pectina y en sustancias antioxidantes, la sidra es una bebida ideal para el cuidado de nuestra salud cardiovascular, ayudándonos de forma positiva en la prevención frente a enfermedades coronarias y cardiovasculares. Ayuda a reducir el colesterol alto y los triglicéridos.

Sidrerías de Asturias

Es una comarca muy próxima a Gijón, la ciudad que alberga la mayor cantidad de sidrerías en las que degustar esta deliciosa bebida.

Gran Bretaña.

Es la región en la que más sidra se consume en todo el mundo.

Con tres medallas de oro y la mayor puntuación en la categoría de sidra natural vasca, Zapiain Sagardoa (Astigarraga) se alzó con la txapela de la Competición Internacional de Sidra Sagardo Forum, que se celebró el pasado mes de noviembre en Donostia.

Argentina se destaca como un gran consumidor de sidra, liderando en América Latina y ubicándose en el sexto lugar a nivel mundial, solo superado por el Reino Unido, España y Estados Unidos. Cada vez más personas en todo el país optan por esta bebida de baja graduación alcohólica, refrescante y natural.

Publicado: 20 de noviembre de 2020, 18:25

El municipio de Valleseco, en Gran Canaria, es uno de los más verdes y húmedos del territorio, y gracias a eso ha logrado crear la mejor sidra del mundo de este 2020.

Aunque el origen de la sidra es incierto, algunos historiadores proponen que se originó en las civilizaciones del Antiguo Egipto y la Grecia Clásica. En la Península Ibérica, las referencias de Plinio el Viejo sobre las manzanas dan a entender que la sidra ya existía en Asturias desde antes de la invasión romana.

La sidra es una bebida alcohólica de baja graduación (menos de 3º en el caso del francés Cidre Doux, una sidra dulce, hasta un máximo de 8º) fabricada con el zumo fermentado de la manzana.

La cerveza se obtiene a partir de la malta que, a su vez, procede de la transformación de la cebada y otros cereales, y su contenido en alcohol oscila entre 4 y 6 grados. Y la sidra, de las manzanas trituradas y fermentadas, con un contenido en alcohol que ronda los 5 grados.

La graduación alcohólica mínima que debe tener la sidra es de 4,0 graduación real, aceptando una tolerancia de medio grado bajo la graduación alcohólica de 0,3 grados, siempre que no sea inferior a lo señalado en la anteriormente.

Esa es posiblemente la primera lección a aprender: en Asturias la sidra se pide y se vende por botellas. Seguro que hay algún lugar en los que pedirse sólo un vaso, pero lo habitual es que la botella sea la medida estándar.

En asturiano ambas formas son correctas. La primera, “sidre” es más propia del oriente asturiano y la segunda, “sidra” del centro y occidente. “ (…) ¡Que sidre d'elles se fai!

Escanciar: Echar sidra desde la botella al vaso, a cierta altura, para que al impactar con este, se despierte su gas carbónico, se volatilice el ácido acético que posee y favorezca la presencia de sus características sensoriales.

Los expertos recomiendan beber una cucharadita y media de vinagre de manzana con agua después de cada comida durante un par de semanas, para reducir los niveles de colesterol y triglicéridos en el cuerpo.

Servir la bebida fría a 7-10°C. Es a esta temperatura cuando se abren todas las propiedades gustativas y aromáticas. Sólo hay que tener en cuenta que la sidra debe servirse fría, no helada. No añada nunca hielo y no utilice un congelador.

Estas virtudes derivan del consumo moderado de sidra: unos cinco culetes (algo menos de una botella) al día en los hombres y unos tres, en mujeres.

El arte de escanciar sidra

El sentido que tiene tirar la sidra desde lo alto es lograr agitar el caldo, airearlo y activar el gas carbónico cuyo efecto es efímero. Por estas razones, lo mejor es tomar la sidra recién escanciada y en pequeñas cantidades, lo que popularmente se conoce como “culines”.

La sidra se toma recién salida de la barrica y se acompaña con sabrosos platos y alimentos de la gastronomía vasca como bacalao frito con pimientos, tortilla de bacalao o queso con membrillo y nueces.

Si la sidra ya está filtrada, no se hace necesario escanciarla, porque conserva un buen nivel de burbuja y no es preciso liberar aromas de fermentación, y lo mismo con las espumosas, que pueden servirse en copas similares a las de otras bebidas con burbujas, como el champagne o el cava.

Escancia la sidra directamente de la kupela a tu vaso para que rompa y saque la txinparta. Sirve la cantidad de sidra que vayas a consumir en un trago. Utiliza un vaso ancho y fino para la degustación de sidra. Acompáñalo de un buen menú de sidrería.

Además de la temperatura, el lugar de conservación es muy importante para mantener las botellas de sidra en óptimas condiciones. Lo ideal es almacenarlas en lugares frescos y oscuros (alejados de la luz), en los que, además, no haya cambios bruscos de temperatura.