¿Cuál es la patata vieja?

Escuchar Patata vieja Son patatas que tradicionalmente se recogen en otoño y que tienen un contenido muy alto en almidón. El motivo de que no se recojan en su punto de maduración es porque se dejan enterradas en la tierra y así su piel se vuelve más dura y se logra el poder almacenarlas durante más tiempo.

Escuchar La patata nueva tiene la piel fina y más clara. En el interior la patata nueva es más tersa y clara. En el interior la vieja tiene el interior amarillo y no tan compacto. Por regla general cuando la patata es nueva viene indicado.

Este tipo de patata es ideal para hacer purés y para acompañar unos cocidos que requieren de mucho tiempo. La patata nueva, por su parte, es la mejor opción para freír ya que, debido a su alto contenido en agua, quedarán más firmes y crujientes, sin oscurecerse.

La patata Monalisa es de las más conocidas a la hora de cocer. Este tipo de patata se comporta bien ante cualquier tipo de cocción, ya que gracias a su porcentaje de almidón, es resistente y no se deshace.

Karú Es muy parecida a la pukará. De hecho, también es conocida como papa nueva, pero es más uniforme en lo que a tamaño se refiere. Eso hace más fácil su cocción sin picar, ya que al tener más o menos el mismo tamaño, todas llegan al mismo punto de cocción simultáneamente.

¿Cómo es la patata agria? La patata agria es ideal para freír aunque es muy versátil a la hora de cocinarla de otras maneras. Podemos diferenciarla po su buen tamaño, su forma ovalada y alargada, su piel fina que casi podemos eliminar con solo frotar unas patatas contra otras y su carne de un color amarillo brillante.

Cuando una patata está en buenas condiciones, su piel es firme y está dura al tacto. Si notas que está blanda, que huele a humedad o a moho, lo mejor es que la deseches.

Las patatas nuevas son las más indicadas para este fin y si buscas nombres de variedades concretas, apunta las más populares: Kennebec, Monalisa y Agria. El corte que se le da a la patata también jugará un papel clave en la textura final.

La roja es más adecuada para cocer ya que queda blanda, pero compacta, sin deshacerse. En cambio, para freír son preferibles las patatas blancas.

En el grupo de las normales o marrones, una de las patatas que más triunfan es la frisia, una variedad muy resistente que es perfecta para el frito casero.

ibicenca La mejor patata roja de España es la ibicenca.

Para evitar que las patatas se nos deshagan al cocerlas, le añadimos un chorrito de vinagre al agua de la cocción. Además, si las patatas son viejas, las añadiremos cuando el agua esté caliente, y si son nuevas, empezaremos la cocción en frío.

Al ser un tubérculo con poca cantidad de agua, retiene poco aceite. El resultado es una fritura crujiente por fuera y seca por dentro. Su recolección temprana les aporta un bajo contenido de azúcares y, por ello, no experimentan oscurecimiento al freírlas.

Divididas en tres grandes temporadas, podríamos decir que las patatas nuevas son las que van de marzo a junio, las de estación las que van de junio a finales de verano, y las patatas viejas las que se dejan hasta otoño, madurándose bajo tierra para poder tenerlas disponibles en invierno.

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La patata lavada, normalmente originaria de nuestra vecina Francia, pasan por 3 o 4 lavados con agua para obtener un aspecto inmaculado e impoluto, aspecto que no se asemeja a su sabor.

Destacan sobre todo las provincias de Valladolid, Salamanca y Burgos, aportando con el resto para sumar un total de 17.000 hectáreas sembradas. Es en estos campos fértiles donde nuestros profesionales miman la materia prima.

La principal variedad de patata cultivada en Galicia es la kennebec. El producto amparado por la Indicación Geográfica Protegida (I.X.P.) "Patata de Galicia" o "Pataca de Galicia" se define como los tubérculos de la especie Solanum tuberosum, de la variedad cultivada "KENNEBEC", destinados al consumo humano.

Las variedades más conocidas son: Uvilla, Yema de huevo, Leona negra, Coneja negra, Coneja blanca, Puña, Calvache, Chaucha colorada, Santa Rosa y Carrizo.

Con todo, y subrayando que no siempre es válida, Rodrigo propone como guía general la regla opuesta a la defendida por Floren: "Las patatas que tienen una carne más amarilla son mejores para confitar, freír y cocinar con grasas. Las blancas sirven sobre todo para asar, cocer o cocinar al vapor".

Un tipo de patata para cada plato. Hemos indicado que la patata blanca tiene una textura más esponjosa, y esto la hace ideal para hacer con ellas un buen puré. De igual manera, resulta la indicada para hacer patatas fritas.

Las patatas cocidas pueden guardarse en el frigorífico durante 3 o 4 días. Puedes reservarlas en un tuper hermético o bien en un plato cubiertas con un paño o un trozo de papel absorbente de cocina.

Las patatas nuevas tienen más vitamina C y menor valor energético (por la menor cantidad de almidón) que las viejas, y estas, por su parte, son de mayor tamaño que las nuevas, contienen menos agua, pero más almidón y también más sodio y potasio. Foto: iStock.

En ese sentido, Pamela Blas, nutricionista y directora del Centro Reduce, explica que si se quiere reemplazar a este tubérculo, "el camote, la yuca, el trigo, el morón y la betarraga son alimentos que por sus nutrientes pueden compensar la ausencia de la papa en la dieta".

Sergio Hernández, del restaurante Taramara de Madrid, elige cebolla blanca para la tortilla. "En el restaurante nos gusta emplear una con denominación de origen además, la de Fuente de Ebro. Lo interesante de la cebolla blanca es que no tiene un sabor demasiado fuerte, sino que es dulce.

¿Dónde se produce? La patata de Valderredible es una patata característica de Cantabria, y cuya producción se da concretamente en el valle de Valderredible, un municipio situado al sur de la región y cercano provincias de Palencia y Burgos.

Para valorar las mejores bravas del mundo, cada año se celebra en Palencia, donde existe una gran tradición de servirlas, el concurso "Una de bravas", que ya va por su cuarta edición.