¿Cuál es la promesa del Espíritu Santo?

No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros. Cuando Jesús estuvo en la tierra, le hizo una promesa a sus discípulos, válida para todos los creyentes, y es que no estarían solos; no estaríamos huérfanos.

La promesa se cumple diez días después de la Ascensión, cuando todos los seguidores de Jesús están reunidos en oración en el día de Pentecostés. Pentecostés era una festividad judía que conmemoraba el día en que Dios había dado su Ley al pueblo de Israel en el Sinaí.

Yos daré un corazón nuevo, infundiré en vosotros un espíritu nuevo, quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne. Infundiré mi Espíritu dentro de vosotros y haré que caminéis según mis leyes, que guardéis mis decretos y practiquéis mis normas.

Esta exhortación de la segunda lectura (1 Pedro 3, 15-18) constituye una invitación a dar testimonio de nuestra fe mediante la coherencia entre lo que afirmamos que creemos y lo que hacemos, es decir, con la honestidad y la rectitud de nuestro comportamiento.

O sea que, según el libro de los Hechos, quienes recibieron el Espíritu Santo en Pentecostés fueron los Doce Apóstoles más los 120 hermanos, y no los Apóstoles solos, como erróneamente decimos siempre.

Los siete dones del Espíritu Santo son una enumeración de siete dones espirituales que se encontraron por primera vez en el libro de Isaías y que fueron muy comentados por autores patrísticos. Ellos son: sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, conocimiento, piedad y temor del Señor.

el Espíritu Santo se manifiesta como Persona que actúa en toda la misión de Cristo, y que en la vida y en la historia de los seguidores de Cristo libra del mal, de la fuerza en la lucha con el espíritu de las tinieblas, prodiga el gozo sobrenatural del conocimiento de Dios y del testi- monio de Él incluso en las ...

En estas palabras de Jesús, los apóstoles fueron descubriendo una promesa y una llamada. La promesa que se va a cumplir es el Espíritu Santo, que vendrá como luz que les ayudará a comprender lo que Jesús dijo, y como fuerza para seguirle y vivir unidos en la paz y en el amor del Señor.

Para ellas, el Espíritu Santo puede producir un sutil sentimiento de gratitud, paz, reverencia o amor (véase Gálatas 5:22–23). En las Escrituras también se describe al Espíritu Santo como un “ardor” en el pecho (véase Doctrina y Convenios 9:8–9).

2 Timoteo 1:7 nos alienta: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de temor y de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio ”. El poder que nos da el Espíritu Santo es algo que se refleja tanto en lo natural como en lo sobrenatural. Él nos da poder, amor y autodisciplina.

4. Juan 15:26: El Espíritu Santo testifica de Jesucristo. Jesús enseñó que “cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré desde el Padre, el Espíritu de verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí ” (Juan 15:26).

La promesa del Padre fue la promesa de que el Espíritu Santo vendría en Pentecostés para hacer una obra distintiva en las vidas de todos los cristianos ; fue una promesa relacionada con este período de tiempo en el que estamos viviendo, la Dispensación del Espíritu, la Era de la Iglesia.

El Espíritu Santo nos ha sido dado para que podamos saber quién es Dios y saber cómo seguirlo . A menudo el Espíritu Santo nos hablará en nuestra mente dándonos un pensamiento o una idea. O nos guiará haciendo una impresión en nuestro corazón para decir algo, hacer algo o pensar algo de acuerdo con la voluntad de Dios.

729 Solamente cuando ha llegado la hora en que va a ser glorificado Jesús promete la venida del Espíritu Santo, ya que su Muerte y su Resurrección serán el cumplimiento de la Promesa hecha a los Padres (cf. Jn 14, 16-17.

Espíritu Santo, dame agudeza para entender, capacidad para retener, método y facultad para aprender, sutileza para interpretar, gracia y eficacia para hablar. Dame acierto al empezar, dirección al progresar y perfección al acabar. Amén.

Dios promete que su amor nunca fallará y que es fiel en todos los sentidos . No importa lo que suceda en nuestras vidas, Su amor por nosotros es interminable e inquebrantable. Dado que Dios es eterno, Su amor por nosotros durará por la eternidad.

Según el Catecismo de la Iglesia católica, que sigue la versión de la Vulgata, los doce frutos del Espíritu son caridad, gozo, paz, paciencia, longanimidad, bondad, benignidad, mansedumbre, fidelidad, modestia, continencia y castidad.

La voz del Espíritu se describe en las Escrituras como no fuerte ni áspera, ni como una voz de trueno, ni como una voz de gran ruido tumultuoso, sino más bien como silenciosa y pequeña, de perfecta suavidad, como si hubiera sido un susurro. y puede traspasar incluso el alma misma y hacer arder el corazón.

Hechos 1:8 dice: “Pero recibiréis poder, cuando venga sobre vosotros el Espíritu Santo. Y seréis mis testigos, y hablaréis de mí en todas partes: en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines de la tierra. Este poder que proviene del Espíritu Santo te permite mantenerte firme en las cosas de Dios.

Ciertamente, el Espíritu del Señor puede provocar fuertes sentimientos emocionales, incluidas lágrimas , pero esa manifestación externa no debe confundirse con la presencia del Espíritu mismo” (en Predicad Mi Evangelio: Una guía para el servicio misional, 2004, pág. 99).

En el sentido más básico, caminar en el Espíritu significa vivir una vida que depende del poder del Espíritu para (1) crecer en piedad, (2) obedecer los mandamientos de Dios y (3) experimentar una intimidad cada vez mayor con Dios .

El Espíritu Santo está en la tarea de hacernos nuevas personas transformando nuestra mente y cambiando nuestro carácter . La mente transformada informa a la voluntad, y a partir de la voluntad actuamos. Todos lo sabemos por experiencia. Sin embargo, no cambiamos simplemente deseando o rezando para que suceda.

“¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? … el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es” (1 Corintios 3:16–17).

El Espíritu Santo suele ser representado con una paloma blanca que representa la pureza, otras representaciones son el fuego (simboliza la energía transformadora), el agua (simboliza su acción en el bautismo) o el viento (simboliza que no lo podemos ver).

En los cielos nuevos y la tierra nueva, el Espíritu Santo fluirá libremente, habiendo sido eliminados todos los obstáculos del pecado, y experimentaremos con toda la creación Su curación masiva, total y vivificante .

LBLA para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham llegue a los gentiles, para que recibamos la promesa del Espíritu por la fe . CSB El propósito era que la bendición de Abraham viniera a los gentiles por medio de Cristo Jesús, para que pudiéramos recibir el Espíritu prometido por la fe.