¿Cuáles son las actitudes de una persona intolerante?

Una persona intolerante, protesta por todo, no escucha sugerencias, siempre cree tener la razón… tiene cero empatía, cree que todos los demás están equivocados, si lo dejas abusa de su poder. Una persona intolerante es desagradable.

Cualquiera de nosotros puede, en un momento dado, obcecarse, aferrarse a su punto de vista, mostrarse testarudo y dejar de escuchar a los demás o juzgar lo que otro hace porque no encaja en la propia escala de valores, en suma, adoptar una actitud que se denomina intransigente o intolerantes.

Asimismo, una persona intolerante puede cometer otras faltas como: la discriminación, la agresión, el irrespeto, producto de la falta de tolerancia a las ideas diferentes de sí. Por ende, la intolerancia es una actitud negativa que afecta las relaciones entre los prójimos.

La intolerancia puede manifestarse en una amplia gama de acciones a través de discursos de odio, causar lesiones físicas o incluso el asesinato.

El miedo es constante detrás de la intolerancia. El miedo a no saber manejarnos en una situación, a vernos “diferentes” o incluso a sentirnos “inferiores” a los demás. Asimismo, el miedo es un refuerzo de la actitud intolerante y radical. Esto tiene que ver con los esquemas cognitivos, es decir, con la forma de pensar.

Sesgo de confirmación: implica que la persona intransigente busca o interpreta solo aquella información que confirme sus opiniones, en vez de aquella información que las refute. Rigidez: una dificultad para aceptar nuevos argumentos, ideas u opiniones.

Las causas de la intolerancia alimentaria incluyen las siguientes: Ausencia de una enzima necesaria para digerir un alimento por completo. La intolerancia a la lactosa es un ejemplo común. Síndrome de colon irritable.

Algunas de las intolerancias más comunes son:

Ser capaces de expresar el punto de vista propio sin herir los sentimientos de los demás. No burlarse de las diferencias. Aprender a jugar en equipo, sabiendo perder y ganar con humildad y sin humillaciones.

Una persona que se va de un restaurante cuando entra un político que no le cae bien. Un ciudadano que agrede a otro en la calle por llevar una insignia religiosa con la que no está de acuerdo. Una persona que no puede tomar lácteos porque le caen muy mal.

Genera espacios de diálogo donde te sientas tranquilo y rodeado de personas con las que te encuentres cómodo puede bajar tu nivel de alerta y reducir la sensación de amenaza. Entrena la escucha activa para evitar la reactancia y ampliar tu visión con sugerencias que puedan aportar otras personas de tu entorno.

Dialoga con los demás

Sin embargo, mantener el diálogo es fundamental para ser más tolerantes. A través de la conversación podemos explicar de manera racional lo que se piensa de un tema en particular. De esta manera, será más fácil que comprendas lo que otros piensan y por qué lo hacen, alejándote de la intolerancia.

Luchar contra la intolerancia exige educación: La intolerancia nace a menudo de la ignorancia, del miedo a lo desconocido y de un sentido exagerado del valor de lo propio. Por eso, es necesario educar sobre el tema y enseñar la tolerancia y los derechos humanos a los niños.

La intolerancia surge por el arraigo de los grupos de personas a sus tradiciones y costumbres, entre más aceptan estos criterios y son más restrictivos vamos notando el rechazo a lo que no forma parte de dichas costumbres.

El alergólogo especialista es quién hace las pruebas de la alergia a alimentos analizando una pequeña muestra de sangre, así, podemos saber si somos alérgicos a través de un test específico que determina la alergia a los 20 alimentos más alergénicos de una dieta común.

1. Intolerancia a la lactosa. La intolerancia a la lactosa es, con diferencia, la reacción adversa alimentaria más común en el mundo. Según estudios epidemiológicos, este cuadro está presente en mayor o menor medida hasta en el 80 % de la población.

Si somos tolerantes, seremos más cultos, más inteligentes y más humanos, seremos esponjas dispuestas a absorber conocimientos, experiencias y sentimientos de otras personas, siempre abiertos a nuevos aprendizajes.

Tolerar la frustración

Significa ser capaces de afrontar los problemas y limitaciones que nos encontramos a lo largo de la vida, así como las molestias o incomodidades que puedan causarnos. Por lo tanto, se trata de una actitud y, como tal, puede trabajarse y desarrollarse.

La tolerancia significa el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias, así como el reconocimiento, la aceptación y el aprecio al plu- ralismo cultural, a las formas de expresión, a los derechos humanos de los demás y a la diversi- dad del aspecto, situación, ...

Para empezar, la intolerancia hace referencia a aquella persona que no puede soportar ni aceptar opiniones, ideas o pensamientos diferentes a los propios. La persona intolerante siempre será calificada de intransigente, terca, obstinada, testaruda y fanática.

Cómo ser más tolerante

Para trabajar la tolerancia es importante ser más comprensivos y respetar las opiniones de los demás, por muy diferentes que parezcan. Esto no significa que dejemos a un lado los propios puntos de vista, sino que empaticemos más con el otro para conseguir entender sus pensamientos.

Si no somos tolerantes con los demás, podemos generar situaciones conflictivas y problemáticas. La falta de tolerancia puede llevar a la discriminación y el odio hacia aquellas personas que piensan o actúan de manera diferente a la nuestra.

¿Qué causa la intolerancia a la lactosa? La intolerancia a la lactosa es causada por la malabsorción de lactosa. Si una persona tiene malabsorción de lactosa, su intestino delgado produce concentraciones bajas de lactasa, la enzima que descompone la lactosa, y no puede digerir toda la lactosa que come o bebe.

Dicho de forma sencilla, la intolerancia se manifiesta en actitudes de rechazo visceral hacia lo otro, o sea, de un rechazo a priori, arraigado en el prejuicio o en el trauma, pero que no se maneja de manera racional, ni empática.

Cómo son las personas intolerantes

Reacción alérgica: Comezón o ronchas, hinchazón del rostro o las manos, hinchazón u hormigueo en la boca o garganta, opresión en el pecho, dificultad para respirar. Somnolencia progresiva. Ritmo cardíaco inusualmente rápido.