¿Cuáles son las características de un deseo?

Los deseos presentan sus objetos bajo una luz favorable, como algo que parece ser bueno. Su cumplimiento normalmente se experimenta como placentera, en contraste con la experiencia negativa de no lograr hacerlo. Los deseos conscientes suelen ir acompañados de alguna forma de respuesta emocional.

El deseo toma forma cuando la demanda se separa de la necesidad. El deseo es entonces, una fuerza constante que nunca puede ser satisfecho, lo que lo diferencia de la demanda, que puede ser satis- fecha y deja de motivar al sujeto hasta que surge de nuevo. El deseo no puede ser satisfecho y por tanto es eterno.

Movimiento afectivo hacia algo que se apetece.

El deseo es un concepto central en la filosofía, especialmente en la ética y la filosofía política. En general, el deseo se refiere a la tendencia o necesidad de algo o alguien. En la ética, el deseo se refiere a la tendencia de un individuo hacia ciertos objetivos o metas.

En cambio, un deseo es una que te gustaría tener o alcanzar, pero que no es una necesidad básica. Es ese anhelo de poseer lo que para ti es la definición de ideal. Por ejemplo, sientes hambre, puedes satisfacer esta necesidad comiendo cualquier cosa.

Por ejemplo, cuando un individuo tiene hambre puede satisfacer esa necesidad comiendo cualquier cosa, pero es deseo cuando quiere comer una pizza. Es decir, este sujeto necesita comer, pero desea una pizza.

El deseo se construye. Cuando empezamos una relación de pareja en plena fase de enamoramiento es fácil que todo vaya sobre ruedas: en general sonreímos más, estamos más relajados, tenemos muchas ganas de vernos y estar juntos, de compartir, de disfrutar nuestros cuerpos...

El deseo viene primero, el pensamiento es resultado del deseo. Sin embargo, el pensamiento influye en el deseo y viceversa. Por ejemplo, podríamos tener un pequeño deseo, pero si pensamos más y más, desarrollamos y alimentamos esos pensamientos, como resultado, nuestro deseo crece.

Normalmente, se suele utilizar en oraciones exclamativas donde podemos encontrar: OJALÁ + QUE. OJALÁ + SUBJUNTIVO (presente o pasado)

"Ganas" es una forma de "ganas", un sustantivo plural que se puede traducir como "desire". "Deseo" es una forma de "deseo", un sustantivo que se puede traducir como "wish".

Sinónimos: anhelar, apetecer, codiciar, querer.

Según el filósofo neerlandés Spinoza los deseos son los esfuerzos o impulsos del hombre que varían según el mismo, y pueden oponerse entre sí y desorientarnos. Es decir, pueden ser útiles en tanto que nos permiten llegar a un objetivo, pero tenemos que controlarlos.

Cuando se llega a un determinado nivel de carencia, es decir, cuando ésta se hace muy intensa, se transforma en necesidad.

El primero es pasarlo bien, disfrutar, sentirse seguros. Es el deseo hedónico. El segundo es la necesidad de querer y ser querido, de ser reconocido y valorado.

Señales de que un hombre te desea sexualmente - ¡descubre si le...

La atracción sexual humana

Es una atracción basada fundamentalmente en el interés que su aspecto físico genera en la otra persona y en el deseo sexual que suele ser natural durante el enamoramiento y las primeras fases del proceso amoroso (salvo personas asexuales).

Las diferencia básica entre amor y deseo radica en la profundidad de sentimiento desmedido de afecto e interés. El amor busca siempre el bien, se interesa por lo que le pasa al otro, respeta y apoya las decisiones de su pareja. Mientras que el deseo es efímero y un impulso sexual.

El deseo, la atracción y el enamoramiento, son sentimientos sexuales. Se relacionan entre sí, aunque se pueden señalar características propias de cada uno: El deseo: Es un estado interno que mediatiza la existencia humana y nos impulsa a la búsqueda de contacto y la interacción sexual.

“Cuando realmente quieres una cosa, todo el universo conspira para ayudarte a conseguirla” – Paulo Coelho.

Lo que sucede, en consecuencia, es que con sus conductas sexuales la persona experimenta una liberación de tensión y un alivio transitorio del malestar, pero muy pronto siente también culpa o remordimiento, vergüenza, baja autoestima, angustia e insatisfacción.

El deseo en la filosofía

Para unos da sentido a la vida, para otros es la causa final del sufrimiento. Los clásicos tenían visiones contrapuestas: Aristóteles lo veía como un acto predeterminado, una elección. Para Platón los deseos se contraponen a la razón, y los divide en necesarios e innecesarios.

-¿Y acaso -proseguí- el asentir y el negar, el desearalgo y el rehusarlo, el atraerlo y el rechazarlo y todas las cosas de este tenor las pondrás entre las que son contrarias unas a otras, sin distinguir si son acciones y pasiones? Porque esto no hace al caso.

También hay que observar que los deseos, fuente aparentemente del placer, ya que los consideramos como lo que nos lleva a estar bien, son de tres categorías: naturales y necesarios (calmar la sed, por ejemplo); naturales y no necesarios (beber en exceso); ni naturales ni necesarios (beber lo que nos es perjudicial).

Las necesidades no son cuestionables, ya que son vitales. En cambio, los deseos responden al valor que cada uno les dé en cuanto a su cumplimiento y ejecución. Por lo tanto, las necesidades son más importantes que los deseos.

La Metafísica de Aristóteles se inicia con su frase “Todos los hombres desean, por naturaleza, saber”. Los dos filósofos Aristóteles y Patón señalan como principio de la filosofía el deseo de saber, innato en todo hombre, excitado por la admiración y la curiosidad ante los fenómenos de la naturaleza.

Para Freud, el deseo es una moción psíquica que busca reinvestir la percepción de la satisfacción originaria proveniente de la infancia, vale decir; su origen es un deseo infantil sofocado.