¿Cuáles son los beneficios de tomar vino en ayunas?

5 beneficios del vino tinto en ayunas que debes conocer

Para los profesionales que hacen catas o “análisis sensoriales” de los vinos, el mejor momento siempre es por la mañana, cuando nuestras percepciones están más “despiertas”, o, si se prefiere, después de la duración del día.

Problemas del consumo diario de vino

De acuerdo con el medio, incluso las cantidades más pequeñas de alcohol, elevan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. También, el consumo de alcohol se ha relacionado con el cáncer, con las enfermedades digestivas y con algunas enfermedades infecciosas.

Eso sí, el vino tinto en ayunas ha de tomarse con moderación. Una copa al día a primera hora de la mañana durante, como máximo, un mes seguido es más que suficiente para disfrutar de sus efectos.

El mejor vino para empezar, según los expertos, es el dulce.

Es un vino al cual el paladar se acostumbrará más rápido, es fácil de tomar y posee un sabor muy agradable.

¿Qué tan bueno es tomar vino en ayunas? De acuerdo con investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts, el vino tinto en ayunas favorece la quema de grasa corporal, pues activa un gen que frena la producción de nuevas células de grasa y elimina las ya existentes.

La variedad de vino tinto más saludable es la Pinot Noir, debido a que cuenta con una piel fina, permitiendo que posea taninos bajos pero altos niveles de resveratrol, este componente es un gran aliado para la salud del corazón.

Ayuda a prevenir el daño arterial causado por los altos niveles de colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (LDL, o el colesterol "malo") Puede mejorar la función de la capa de células que recubren los vasos sanguíneos.

El vino necesita respirar en la copa, por lo que no se deben llenar hasta arriba sino por debajo de la mitad (idealmente un tercio de la copa y nunca más de dos tercios), para poder agitarlo suavemente. Además, el vino conserva su temperatura mejor en la botella, así que sirve siempre la cantidad justa.

De acuerdo al estudio de la revista científica British Medical Journal (BMJ), lo ideal es ingerir media copa de vino todos los días. Esto equivale a 5 gramos de alcohol.

Si ya bebes vino tinto, hazlo con moderación. Para los adultos sanos, esto significa: Hasta un trago al día para mujeres de todas las edades. Hasta un trago al día para hombres mayores de 65 años.

Mejor tomarlo durante o después de comer

Así, lo más recomendable es beber vino durante o después de las comidas, evitando así caer en la sensación de ansiedad que provoca el 'efecto aperitivo' y procurando llevar a cabo la ingesta de esta bebida en momentos en los que el cuerpo se encuentre saciado.

Sirve como excelente relajante muscular. Los componentes del vino y de las uvas actúan como relajantes musculares, ayudando a combatir el estrés y la ansiedad tras un día con mucha tensión. Recuerda: Tomar bebidas alcohólicas en exceso es dañino.

Es recomendable optar por el vino tinto debido a que tiene una menor cantidad de azúcares, sulfatos y acidez que su versión blanca, aparte de algunos beneficios para la salud cardiovascular. Sin embargo, al tratarse de una bebida alcohólica con altos niveles de calorías, no se sugiere su consumo en exceso.

El vino ideal para bajar el colesterol malo es el tinto, ya que no solo se encarga de reducir los niveles LDL, también potendia el HDL o colesterol 'bueno', imprescindible para la salud cardiovascular.

Por esto, el vino tinto se vuelve un excelente aliado para quienes tengan problemas genéticos o hereditarios de circulación: tomando vino de forma moderada la, podrán evitar accidentes cardiovasculares, derrames cerebrales, varices y más.

Sin duda, si te tomas varias copas antes de acostarte, te irás a la cama con una frecuencia cardíaca elevada". Ese efecto de elevación de la frecuencia cardíaca no solo existe después de una sola copa, sino que dura hasta bien entrado el sueño, según un estudio que Colrain publicó en 2020.

Más nutritiva. Healthline dice que la cerveza es la ganadora en esta comparación, ya que menos calorías y antioxidantes como el vino no implican necesariamente una bebida más sana y la 'chelita' representa un importante valor nutricional, “consumida con moderación, es buena para la salud”.

El vino tinto, con moderación, se ha considerado saludable para el corazón durante mucho tiempo. El alcohol y ciertas sustancias en el vino tinto llamadas antioxidantes pueden ayudar a prevenir la enfermedad de las arterias coronarias, la afección que provoca los ataques cardíacos.

Seco – Menos de 5g de azúcar por litro de vino. Semiseco – Entre 5 y 30g de azúcar por litro de vino. Semidulce – Entre 30 y 50g de azúcar por litro de vino.

Se cree que el alcohol: Aumenta el colesterol de las lipoproteínas de alta densidad (HDL, o el colesterol "bueno") Reduce la formación de coágulos sanguíneos. Ayuda a prevenir el daño arterial causado por los altos niveles de colesterol de las lipoproteínas de baja densidad (LDL, o el colesterol "malo")

De hecho, para que esta bebida sea realmente saludable hay que tomarla acompañando al almuerzo o la cena, nunca con el estómago vacío y ha de ser vino tinto mejor que de otros tipos. Sin embargo, si se toma con moderación y acompañado los beneficios para la salud son muchos.

Se recomienda tomar agua antes, después e, idealmente, entre copa y copa.

En términos generales podemos atender a dos normas básicas que nos pueden servir como referencia. Si atendemos al tipo de vino, primero deberían servirse los vinos blancos, posteriormente deberíamos seguir por los rosados y por último, terminar con los tintos. En cuanto a la crianza, también debemos ir de menos a más.

El consumo de una copa después de un día estresante reduce la presión sanguínea, la cual aumenta con las comidas, “relajando” nuestro corazón. Esto hace que nuestro corazón bombé mejor y esté más sano.