¿Cuáles son los métodos más usuales para la exploración de suelos y rocas?

Los diferentes métodos de exploración del suelo para el estudio de los perfiles de suelo son:

Consisten en realizar pruebas en el campo para estimar las propiedades físicas y mecánicas de los suelos, a partir de correlaciones empíricas. En estos métodos de exploración se pueden recuperar muestras representativas alteradas.

Los métodos de muestreo de suelos pueden agruparse en dos grandes familias: métodos de muestreo del suelo a partir de la superficie del terreno mediante la utilización de barrenas o sondas manuales o motorizadas, y técnicas de muestreo directo a partir de fosas pedológicas.

El sondeo a rotación con extracción continuo de testigo, es la mejor técnica empleada para conocer las características del terreno en profundidad. Se trata de perforaciones de diámetro, (entre 65 y 130 mm) y profundidades superiores a las que se consiguen con las calicatas o el resto de los ensayos.

El análisis total de los elementos presentes en el suelo se puede llevar a cabo mediante dos diferentes métodos, un método semicuantitativo, la fluorescencia de rayos X (FRX), así como con un método cuantitativo, la espectroscopia de emisión inducida por plasma argón (ICP-MS).

Las cuatro técnicas básicas de la exploración clínica son: la inspección, la palpación, la percusión y la auscultación.

En geotecnia los métodos de exploración se dividen en: indirectos (geofísicos), semidirectos y directos (sondeos).

El Estudio de Suelo tiene una función muy práctica y te permitirá conocer: La caracteristicas físicas, químicas y mecánicas del suelo donde estás pensando construir tu casa. Su composición estratigráfica, es decir las capas o estratos de diferentes características que lo componen en profundidad.

De 3 a 10 sondeos para áreas entre 600 y 5000 m2; para áreas de mayor extensión se requiere realizar un estudio especial; sin embargo, no se especifican las características de este estudio. DID (2009) Entre 5 y 10 sondeos para sitios de gran extensión.

En función al objetivo del muestreo de suelos, la Guía establece los siguientes tipos: muestreo de identificación, muestreo de detalle, muestreo de nivel fondo, y muestreo de comprobación de la remediación.

Las muestras del suelo se colectan en submuestras de 10 x 10 x 15 cm de profundidad, utilizando una pequeña pala y tomando un peso de aproximadamente 300 g. Así, doce sub-muestras por hectárea de diferentes puntos se colocan en una bolsa de lona o en una caja de cartón.

El instrumento más adecuado para el muestreo está en función de la dureza del suelo y la facilidad para conseguirlo. Las herramientas más empleadas son: Pala recta o barrena, zapapico, azadón, cubeta, cinta de medir, lápiz, libreta, marcador y bolsas de plástico con capacidad de 2 kg.

Existen dos subtipos: los sondeos a rotación con barrena helicoidal para terrenos más blandos y cohesivos y los sondeos a rotación con extracción de testigo continuo que permiten perforar en cualquier ángulo y en profundidades incluso mayores a 1.500 metros.

Se pueden definir los sondeos de agua subterránea como perforaciones que se realizan en el terreno con el objetivo de proceder a la captación de aguas en el subsuelo y/o a la investigación hidrogeológica.

En geotecnia un sondeo es una perforación, normalmente de pequeño diámetro, que se realiza en el terreno con objeto de identificar las distintas capas de terreno que podemos encontrarnos, que es lo que se conoce como columna litológica.

Consisten en realizar pruebas en el campo para estimar las propiedades físicas y mecánicas de los suelos, a partir de correlaciones empíricas. En estos métodos de exploración se pueden recuperar muestras representativas alteradas.

Introducción: el método más común para determinar el contenido de materia orgánica del suelo es el Walkley-Black, pero este presenta desventajas medioambientales por el uso del tóxico dicromato de potasio; como alternativa, surge el método de pérdidas por ignición.

Geología y aspectos sísmicos del estudio de suelos

Métodos de exploración

Se clasifican principalmente en directos (o exploración subterránea) e indirectos (exploración de superficie o geofísica). Ambos métodos son complementarios, con el propósito de hacer un reconocimiento general de la zona, con el detalle requerido en puntos estratégicos del proyecto.

Telescopio: permite ampliar objetos lejanos con mucho.

Observar: en el proceso de exploración se refiere al primer momento en el que el niño entra en contacto directo con el espacio, experiencia y/o materiales que le llaman la atención, le asombran y bus- ca detenerse en sus detalles.

Etapas de la Exploración

Consiste en un reconocimiento de una extensa zona geográfica, con probabilidades de encontrar un depósito mineral, para buscar y evaluar la existencia de indicios de un yacimiento mineral.

La investigación y las exploraciones del suelo se llevan a cabo con el propósito de la investigación del sitio para obtener información clara sobre las propiedades del suelo y las condiciones hidrológicas en el sitio.

El estudio de suelo o estudio geotécnico es un análisis profesional en el que, a través de un conjunto de actividades in situ y laboratorio, se llegan a conocer las características particulares de un terreno. Los estudios de campo y laboratorio se pueden realizar antes o durante la ejecución de una obra.

Los suelos pueden clasificarse como Tipo A, Tipo B o Tipo C. El suelo Tipo A es el suelo más estable para excavar. El suelo Tipo C es el menos estable. Es importante recordar que una zanja puede atravesar más de un tipo de suelo.