¿Cuándo cambiar la escoba?

Reemplazar las escobas o cepillos cada 6 meses Las escobas y cepillos son de los útiles más duraderos si se cuidan correctamente. Para verificar que se encuentran en perfecto estado debemos revisar que los filamentos no estén sucios ni doblados y también deberán guardarse como corresponde en el porta-utensilios.

Comenta Marisa Morell que con las fregonas, lo mejor es cambiarlas cada 20 días aproximadamente, ya que acumulan muchas bacterias.

Otro consejo es no usar la misma fregona para todas las estancias de tu casa. Lo recomendable es tener, al menos, dos cabezales para realizar una correcta limpieza: una para cocina y baños y la otra, para salones, habitaciones y pasillos. El motivo es porque la suciedad de estas estancias es diferente.

Moja el cepillo en un cubo con agua templada o, si es posible, directamente con ayuda de una manguera y agua a presión. Si tu escoba está muy sucia, aplica en ella jabón neutro, eliminando la suciedad con un estropajo suave o una bayeta. Vuelve a mojar para retirar el jabón.

En el caso de las bayetas, encontramos una herramienta de limpieza en contacto directo con la superficie, que recoge gérmenes, bacterias y microorganismos cada vez que la utilizamos, por lo que es recomendable cambiarla por una nueva cada 15 días.

Lavar. Si el cabezal de su trapeador es removible, tírelo al lavavajillas o a la lavadora . De lo contrario, agregue detergente para platos en un balde y enjabone el cabezal del trapeador con agua y jabón antes de enjuagarlo. Esto eliminará las manchas y otros residuos que no se quitaron con el agua corriente.

Luego, según el tipo de superficie y del tipo de limpieza que escojas (húmeda o seca), pasa la mopa por todo el suelo. Asegúrate de que llegue a todos los rincones para que el resultado sea mejor. Tras barrer y pasar la mopa, es el turno de la fregona.

Pero, como regla general, debes trapear los pisos al menos una vez a la semana, especialmente en áreas que tienen más probabilidades de mancharse por goteos y derrames, como la cocina y el baño. “Por supuesto, hay que aspirar o barrer el suelo antes de fregar”, explica Leiva.

Cómo fregar el suelo: el orden correcto

Centros de reciclaje o puntos limpios: los centros de reciclaje o puntos limpios suelen aceptar diversos tipos de residuos, incluyendo productos de limpieza y utensilios del hogar. Consulta en tu comunidad sobre la ubicación de estos lugares y las instrucciones específicas para saber dónde se tiran las fregonas.

El vinagre y el bicarbonato harán una reacción efervescente que ayudará a eliminar la suciedad y los malos olores. Pasado ese tiempo, saca la escoba del agua y enjuágala con agua limpia. Escúrrela bien y sécala con un paño o al aire libre. Ya tienes tu escoba limpia y como nueva.

¿Tienes un armario donde guardar la escoba y la fregona pero necesitas que estén perfectamente ordenadas? Un soporte de pared es la mejor opción para ti, ¡incluso lo puedes anclar en el interior de la puerta del armario!

El truco para conservar la escoba y que parezca como nueva

Después se le agrega vinagra blanco, una taza cada dos litros de agua. Dentro del balde se deberá colocar media taza de sal fina y luego, se coloca la escoba dentro, sin olvidarse de moverla por unos cuantos minutos.

¿Cuándo cambiar el estropajo? Se aconseja cambiar el estropajo cada semana aproximadamente para asegurar que no continuamos limpiando nuestros utensilios de cocina o baño o diversas superficies con bacterias o gérmenes acumulados.

Cuando ya estén bien secas, las podemos guardar, en una caja, por ejemplo. Si se trata de un uso rápido, quita los restos de comida o suciedad, aclárala y escúrrela bien.

El mejor método para desinfectar la bayeta

El vinagre blanco destinado a la limpieza es el producto más básico de todo amante de las tareas del hogar. Gracias a sus infinitas propiedades, es una sustancia de lo más eficaz para quitar chiles de la ropa, actuar contra los gérmenes y quitar la grasa de los electrodomésticos, entre otros usos.

El vinagre es un potente limpiador que, además, desinfecta y blanquea los tejidos. Esto, sumado al zumo de limón, es una mezcla muy potente para eliminar el mal olor de la fregona. Y recuerda, para evitarlo, debes limpiar el mocho de la fregona después de cada uso.

Para limpiar bien con mopa, lo mejor es dejar la zona lo más libre posible de obstáculos, como muebles, cortinas, alfombras, o cualquier elemento que dificulte la tarea. Conforme deslices la mopa por el suelo, verás que arrastrará pelo, polvo y pelusas y todo se quedará atrapado en las fibras.

Barrer hacia afuera

Y no solo eso, sino que barrer en dirección opuesta a la puerta da mala suerte. Según esta creencia, debemos siempre dirigir nuestros movimientos de escoba hacia la salida, para que polvo y mala suerte se vayan de nuestro hogar y no al contrario.

La mopa recoge mejor la suciedad que la escoba tradicional, y también es más rápido ya que suelen ser más anchas. Si hay una mancha un poco más complicada de quitar, puedes usar un spray con agua o jabón neutro y después, pasar la mopa.

Con vinagre o limón dejaremos el suelo reluciente. Con el paso del tiempo el brillo que tenía el suelo al principio se va perdiendo. En lugar de utilizar productos químicos podemos coger de nuestra cocina el vinagre que utilizamos para ensaladas o un limón. Diluyéndolo en agua, ya podemos fregar nuestro suelo.

En general, debes limpiar tu baño a fondo una vez por semana para mantener un nivel básico de limpieza. Sin embargo, también hay otros factores a considerar, como la frecuencia con la que tocas diferentes superficies y cuántas personas viven en tu hogar.

Si quieres hacer las cosas en el orden correcto, primero limpia el polvo y suciedad de los muebles y luego limpia el suelo. Si lo hacemos al revés, es decir, primero el suelo y luego el polvo, los residuos que no se hayan quedado en el trapo de limpieza, caerán al suelo y habrá que limpiarlo de nuevo.

Según los especialistas, se recomienda aspirar todas las habitaciones de la casa al menos una vez a la semana. Eso ya estaría bien, aunque en ciertas habitaciones, el salón o la cocina, es mejor hacerlo dos veces por semana. ¡Y no solo, pasar el aspirador!

Por otra parte, recomienda utilizar agua fría para fregar, porque con la caliente "se evapora el cloro y encima desprende más gases, por lo que te puedes intoxicar". Las labores de limpieza son una obligación ineludible que hay que llevar a cabo de manera frecuente, para mantener el hogar en buenas condiciones.

Esto se traduce también en pasar menos tiempo fregando. Reduce el tiempo de secado: el agua caliente se seca mucho más rápido en los platos que el agua tibia o fría y esto reduce el riesgo de que se propaguen microorganismos por la presencia de humedad.