¿Cuando eres realista?

Es una actitud que implica aceptar las circunstancias tal como son, sin idealizar ni distorsionar la realidad, tomando conciencia de las limitaciones y dificultades que pueden surgir, así como de las posibilidades reales y los obstáculos que pueden presentarse en el camino hacia un objetivo.

Una persona realista, se mantiene al margen hasta tener señales reales sobre un hecho o una situación, una vez tenga datos claro, emite su opinión de forma concisa y segura. Mientras que el pesimista, sin aun tener señales de nada; piensa, expresa y espera lo peor dicha situación.

Según la RAE, implica actuar con sentido práctico o tratar de ajustarse a la realidad. Por tanto, ser una persona realista significa actuar en base a lo que ya existe en nuestra realidad y en nuestro presente, a lo que durante toda nuestra vida hemos percibido como normal, sin salirnos de estos esquemas.

Es mejor ser optimista y realista. Si eres optimista o pesimista estás desvirtuando la realidad a tu conveniencia, estás huyendo de la realidad, por tanto, lo lógico y racional es ser realista, aceptar la realidad tal como es, con toda su crudeza, con lo bueno y con lo malo que nos ofrece la vida cotidiana.

Se denomina realista a la imagen fiel a la realidad que representa, a veces confundiéndose con ella (Hiperrealismo).

Acepta las circunstancias y situaciones tal como son, sin negarlas ni evadirlas. Busca información objetiva: Investiga y recopila información relevante sobre las situaciones o temas que te interesen. Basa tus opiniones y decisiones en datos concretos y evidencias verificables.

El realismo en el amor

Desprendernos de las suposiciones al momento de interpretar lo que sucede en la relación y concentrarnos en la descripción de lo que podemos evidenciar. Abortar las críticas y reclamos, reemplazarles con sugerencias, ofrecimiento de ayuda y manejo de la propia frustración.

Asimismo, ser realista nos permite discernir qué defectos podemos arreglar o suavizar, y cuáles defectos son parte integral de nuestra persona. A su vez, esto permite potenciar nuestra relación con el mundo y con los demás.

Es mejor tener un pensamiento realista, ser objetivo y si se llegan a presentar problemas aplicar una dosis de pensamiento positivo para tener la mejor solución posible.

Ser realista consiste en preferir conocer siempre, si es posible, la realidad, no en conocer simplemente unas cuantas cosas para ir tirando.

Los optimistas ven el lado positivo de las cosas. Creen que las cosas van a salir bien. Creen que tienen la capacidad y la habilidad de hacer que las cosas vayan bien. Seguramente hayas escuchado que la gente que ve problemas en todo, se llama "pesimista".

El Realismo se caracterizó por su afán de veracidad, al retratar campesinos o trabajadores; su contemporaneidad, al sostener que el único tema válido para el artista era el mundo coetáneo; su compromiso social, al abordar temas que hasta entonces se habían ignorado, en estrecha conexión con la literatura y su variedad ...

La literatura del realismo es el conjunto de obras literarias que se produjeron en el realismo, un movimiento artístico que surgió a mediados del siglo XIX y cuyo principal objetivo era hacer una representación fiel de la sociedad. Por ejemplo: Madame Bovary, de Gustave Flaubert.

Por su parte, las imágenes figurativas no realistas representan las características generales de las cosas, haciendo uso de la síntesis de los elementos visuales, su deformación o estilización.

Primero, nos ayuda a reducir las probabilidades de ser sorprendidos, especialmente, por cosas negativas. Esto ayuda a aquellas personas que son metódicas y controladoras. Así, ayuda a no dejarnos llevar por las expectativas y las ilusiones, lo que nos permite, en cierto modo, tener la situación un poco más controlada.

Ser soñador o realista, tiene sus ventajas y sus inconvenientes. El realista es capaz de traducir los sueños en una secuencia de acciones y convertir en realidad los sueños. Y el soñador a partir de su imaginación visualizará alternativas diferentes a los problemas.

Una actitud pesimista exagera los aspectos negativos de una situación y estos opacan toda actitud positiva. Una actitud pesimista hace más difícil superar una situación cuando las cosas no suceden de la manera que se pensaba.

El realismo en el amor

Desprendernos de las suposiciones al momento de interpretar lo que sucede en la relación y concentrarnos en la descripción de lo que podemos evidenciar. Abortar las críticas y reclamos, reemplazarles con sugerencias, ofrecimiento de ayuda y manejo de la propia frustración.

Desde el enamoramiento se puede llegar a una relación de pareja estable que más allá de la pasión, del intercambio afectivo y de la reciprocidad, implica la preocupación y el continuo cuidado por la otra persona y la relación de pareja.

Mas allá del amor esta la paz, la tranquilidad y la sabiduría. No puede haber paz sin amor y si no hay paz, no hay tranquilidad, mucho menos sabiduría. Sin amor no podríamos ser conscientes.

Quien es realista es capaz de ver que hay un obstáculo en su camino, lo identifica y se centra en como superar el obstáculo, quien es negativo, se queda con que hay un obstáculo, se dice cosas negativas frente a este y en muchos casos no ve las alternativas o no piensa que tiene los recursos para solucionarlo o ...

Las personas negativas no suelen responder bien a las críticas constructivas. Son personas que, en general, no estarán dispuestas escuchar y mucho menos a aceptar esta retroalimentación.

El optimismo no realista (ONR) se produce cuando una per-sona estima que su probabilidad de ser víctima de un suceso desagradable o peligroso es menor que la de otros.

El realismo aristotélico en filosofía matemática sostiene que las entidades matemáticas existen en la realidad física. Así, las entidades matemáticas interactuarían dentro del espacio-tiempo (en oposición a la tesis tradicional del platonismo).

El realismo se da en Francia a mediados del XIX entre el romanticismo y el impresionismo. Su postura es muy clara, reflejar la realidad, de modo que sus límites dejan fuera la ficción, el romanticismo y todo artifico que busque realzarla o dar una interpretación subjetiva.

Aristóteles representa el realismo, para él, la realidad y todo lo auténtico no se halla en el mundo de las Ideas sino en el mundo concreto en el que vivimos. Para él la división de Platón en dos mundos complica el conocimiento de lo verdadero.

Una persona realista, se mantiene al margen hasta tener señales reales sobre un hecho o una situación, una vez tenga datos claro, emite su opinión de forma concisa y segura. Mientras que el pesimista, sin aun tener señales de nada; piensa, expresa y espera lo peor dicha situación.