¿Cuándo es mejor cambiar ventanas?

El mejor momento para hacer el cambio es antes de que llegue el frío, es decir, entre verano y principios del otoño. ¿Por qué? Hay dos motivos para elegir estas fechas: por una parte, el buen tiempo y clima para acometer la obra y, por otra, prepararse para el frío.

La mejor época del año para sustituir las ventanas suele ser el otoño o la primavera, ya que las temperaturas no son demasiado bajas ni demasiado altas, lo que también facilita el trabajo del equipo de instaladores en el exterior.

Con las nuevas ventanas se consigue un ahorro del 35% en la climatización, tanto en invierno como en verano. Para calcular el porcentaje del ahorro se tienen en cuenta todas las características de la ventana (perfiles, cristales, tipo de apertura…).

Un cambio de ventanas ayuda a la reducción de emisiones de CO2, contribuyendo así a la conservación del medio ambiente, a la reducción de la entrada de agentes contaminantes y a la mejora tanto del aislamiento acústico, como la seguridad del hogar.

Las ventanas de PVC y de aluminio tienen una vida útil similar - aproximadamente 50 años en iguales circunstancias de mantenimiento. Sin embargo, en las zonas costeras las ventanas de aluminio se ven afectadas por el ambiente salino, lo que favorece la aparición de corrosión.

Por lo tanto, la próxima vez que llueva y no haga frío, tómate unos minutos para abrir las ventanas de tu hogar y dejar que el "olor a lluvia" inunde tus espacios. Respirar ese aire oxigenado y purificado te brindará una sensación de frescura y renovación, beneficiando tanto tu hogar como tu bienestar.

Si la temperatura que hace fuera es más alta de lo que tenemos dentro, es mejor cerrar las ventanas y mantener nuestra casa o piso más fresco. Si, en cambio, fuera hace más fresco, al abrir las ventanas puedes hacer que tu casa se refresque y ventile esa brisa que tanto nos gusta en verano.

Conclusión. En general, las ventanas de PVC suelen ser la opción más económica en comparación con las ventanas de aluminio o de madera.

Cómo elegir la ventana correcta para ahorrar en energía

Es recomendable optar por vidrios de cámara o doble acristalamiento, conocidos como vidrios UVA (Unidad de Vidrio Aislante). Estos incluyen una cámara de aire capaz de proporcionar aislamiento entre el interior y el exterior.

En porcentajes, las medidas más habituales de ventanas son 150 cm de ancho por 120 cm de alto dejando al menos 1 m de distancia desde el suelo hasta la altura de instalación. Otras medidas comunes son 80 x 80, 75 x 100, 100 x 100, 120 x 100, 120 x 120 y 120 x 200.

Cabe destacar que cambiar las ventanas sin el consentimiento del resto de la comunidad se considera ilegal, por lo que éstos podrán obligar al propietario a que vuelva a colocar las ventanas originales; incluso podrán llegar a demandarlo.

Cómo cambiar de ventana rápidamente

Mantén presionada la tecla Alt y, luego, presiona Tab hasta que llegues a la ventana que quieres abrir.

En conclusión, las ventanas se instalan después de completar la estructura básica de la casa, una vez que se hayan completado todos los trabajos de electricidad y plomería que puedan necesitar pasar a través de las aberturas de las ventanas.

Las ventanas de PVC suelen ser más eficientes energéticamente y económicas, ideales para climas extremos y ofrecen menor mantenimiento. Mientras que las ventanas de aluminio son más resistentes y duraderas, con un aspecto moderno y minimalista. Es importante investigar y comparar antes de tomar una decisión informada.

Como materiales, el PVC y la madera son más aislantes que el aluminio.

El aluminio es más resistente, pero requiere más mantenimiento y es menos aislante térmico. Por otro lado, el PVC es más fácil de mantener y tiene mejor aislamiento térmico, especialmente si se utilizan calidades de PVC de alta calidad.

Colocar cortinas gruesas o térmicas es un elemento que además va a aportar calidez en tu casa. Si utilizas una cortina doble puede ser muy beneficioso, ya que durante el día permites que entre la luz y de noche la tela más gruesa será una excelente barrera contra el frío.

Al dormir con la ventana abierta generamos corriente de aire y eso hace que la habitación se ventile más y mejor.

Si la temperatura exterior es más alta que la temperatura interior, es mejor mantener las ventanas cerradas. Esto ayudará a evitar que el aire caliente entre en la casa. Sin embargo, es importante ventilar la casa regularmente para que no se acumule el aire viciado.

Conducir con las ventanillas bajadas aumenta el consumo de combustible, porque rompe la aerodinámica del coche. Al bajar las ventanillas, la resistencia al viento es peor y, por tanto, aumenta el consumo.

Lo cierto es que las pestañas plantean un problema: tener muchas abiertas puede acabar lastrando el rendimiento de nuestro PC. Cada una de ellas es en esencia un proceso más con su memoria asignada, y abrir muchas hace que la memoria disponible se agote y todo el flujo de trabajo pueda ralentizarse.

Enfermedades como la hipoxia y anoxia se dan con mayor facilidad. No hay sensación de confort dentro de tu hogar. Pérdida de energía, también causada por la falta de oxigenación. Aumento del riesgo de aspergiloma, enfermedad provocada por la proliferación de hongos que acaban en nuestro sistema respiratorio.

Está comprobado que las ventanas de aluminio, madera o PVC son las más aislantes que existen actualmente, porque pueden hacer disminuir la factura de la energía eléctrica en un porcentaje importante, al tratarse de una carpintería de máximo aislamiento.

En términos de eficiencia energética, ambos materiales pueden ser muy efectivos. El PVC tiene una capacidad natural de aislamiento térmico, lo que lo hace muy eficiente en la conservación del calor. Sin embargo, el aluminio con rotura de puente térmico también puede ser muy eficiente energéticamente.

Lo cierto es el aluminio es más costoso y menos aislante que el PVC. Por lo tanto, una ventana de aluminio tendrá un precio mayor que una de PVC con las mismas prestaciones.

Aplicar láminas aislantes térmicas: este tipo de láminas se aplican directamente sobre la superficie de la ventana y ayudan a reducir la cantidad de calor que se pierde a través de ella. Utilizar persianas: las persianas ayudan a aislar la ventana, ya que impiden que el aire frío entre en la habitación.

Estas son algunas de las soluciones por las que podéis optar:

1. VINILO DE PROTECCIÓN SOLAR. Es un vinilo de revestimiento metálico por ambas caras que refleja directamente los rayos del sol.
2. TOLDOS.
3. ESTORES CON TEJIDO SCREEN.
4. CORTINAS CON AISLAMIENTO TÉRMICO.