¿Cuando hay fisura hay dolor?

¿Cuáles son los síntomas de la fisura anal? El síntoma típico de la fisura anal es la aparición de dolor muy intenso, agudo y de carácter cortante, claramente asociado con el paso de las heces durante la deposición y que persiste un tiempo variable después de ésta (desde minutos hasta horas).

Dolor intenso. Entumecimiento y hormigueo. Si la fractura es abierta, herida en la piel con el hueso que sobresale. Movimiento limitado o incapacidad para mover una extremidad.

Como hemos mencionado, los síntomas de una fractura y una fisura son similares, e incluyen:

El dolor de una fisura puede ser bastante intenso. Puede ser breve o durar varias horas después de una evacuación intestinal.

En la fisura y fractura la intensidad del dolor es muy similar y para confirmar un diagnóstico es necesario una radiografía. Es importante determinar de que se trata ya que el tratamiento que se llevará a cabo para cada caso es distinto.

Las fisuras anales suelen curarse en el trascurso de unas pocas semanas con el tratamiento adecuado en el hogar. Toma medidas para que las heces sean blandas, como un mayor consumo de fibra y líquido. Toma baños de asiento en agua tibia durante 10 a 20 minutos varias veces por día, especialmente después de defecar.

En promedio, un hueso roto puede tardar entre seis y ocho semanas en sanar, antes de que pueda volver a usarse. En el caso de los niños, puede ser más rápido. El proceso puede tardar para los adultos mayores o aquellas personas con alguna condición de salud subyacente, como diabetes.

Dos tipos de fisuras

Según su origen, las fisuras anales se pueden clasificar en primarias o secundarias.

Pinchazos en el ano por hemorroides

Las hemorroides son inflamaciones o varices de las venas del recto y del ano por culpa de debilidades congénitas, el embarazo, el parto, cirrosis hepática o, muy comúnmente, por sufrir estreñimiento y hacer demasiada fuerza al defecar.

Grieta que se produce en un objeto.

La diferencia fundamental entre una lesión y la otra consiste en el grado de afectación del hueso. La fractura consiste en una rotura de hueso, que hace que se parta en dos extremos discontinuos. En cambio, la fisura es una grieta en el hueso, y podría decirse que es una fractura incompleta.

Las fisuras anales suelen curarse en el trascurso de unas pocas semanas con el tratamiento adecuado en el hogar. Toma medidas para que las heces sean blandas, como un mayor consumo de fibra y líquido. Toma baños de asiento en agua tibia durante 10 a 20 minutos varias veces por día, especialmente después de defecar.

Al ser una lesión más leve, las fisuras se tratan con inmovilización por medio de férulas o yesos, ya que la recuperación es mucho más rápida. Adicionalmente, un par de semanas de rehabilitación será suficiente para curar una fisura.

La fisura no produce una pérdida de la continuidad del hueso, la fractura sí. La fisura no es inestable no existe el riesgo de que el hueso se desplace, por lo que a diferencia de la fractura no representa un peligro.

Los tres pasos clave para una curación ósea más rápida son:

Puedes ayudar al cuerpo a sanar los huesos rotos con el consumo de cantidades adecuadas de proteínas, tipo de mineral calcio, antioxidantes y vitamina D y K. El cuerpo necesita proteínas y calcio para construir y reparar los huesos. Para absorber el calcio correctamente, necesitas una ingesta adecuada de vitamina D.

Si esto sucede, es más difícil que la fisura anal se cure. Una fisura que no se cura puede desencadenar un ciclo de malestar que quizás requiera medicamentos o cirugía para reducir el dolor y para reparar o eliminar la fisura.

Estilo de vida y remedios caseros

La mayoría de las fístulas anales son producto de una infección que comienza en la glándula anal. Esta infección provoca un absceso que drena por sí solo o que debe drenarse quirúrgicamente a través de la piel cerca del ano. Una fístula es un túnel que se forma bajo la piel a lo largo de este tracto de secreción.

Estas lesiones pueden complicar el tratamiento de la fractura y/o causar problemas de forma temporal o permanente. En la mayoría de los casos las extremidades están fracturadas, pero pueden producirse fracturas en los huesos de cualquier parte del cuerpo, como las siguientes: Cabeza.

La fractura simple (fisura) implica una sola línea de fractura que atraviesa un hueso. La fractura conminuta es aquella en la que el hueso se fractura en dos o más fragmentos. La fractura abierta es aquella en la que el hueso fracturado rompe tejidos vecinos y atraviesa la piel.

Romperse un hueso siempre duele. También puede haber hinchazón y formación de hematomas o moretones. Es posible que resulte difícil mover y usar la zona lesionada. A veces, hay una deformación; es decir que la parte del hueso se ve torcida o diferente de cómo se veía antes de la lesión.

Levorag^® permite tratar las fisuras anales de forma sencilla y práctica, sin recurrir a terapias o intervenciones invasivas. Gracias a la sinergia de sus componentes, la pomada para fisuras anales Levorag^® actúa a 360° sobre las causas de la fisura.

Alimentos con un efecto irritativo para el intestino, que pueden producir un efecto laxante no deseado: café, tabaco, alcohol, especias picantes, etc. Alimentos astringentes, que estriñen: arroz, té.

¿Cómo se trata una fisura anal?

Cuándo consultar al doctor

Importante cantidad de sangrado rectal o sangrado rectal que no cesa, especialmente si está acompañado por aturdimiento, mareos o sensación de desmayo. Dolor anal que empeora, se expande o está acompañado de fiebre, escalofríos o secreción.

Deben tratarse cuanto antes para evitar contagiar y hacer un control mediante la Anoscopia de Alta Resolución. Dolor al defecar o deposiciones dificultosas: por ejemplo, si sientes dolor al evacuar tras días de estreñimiento, probablemente se trata de una fisura anal, un síntoma común de esta patología proctológica.