¿Cuándo porque y como nos disciplina Dios?

Dios no nos corrige porque no nos quiere o porque está enojado con nosotros. Nos corrige porque nos ama. La Biblia dice: Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo (Hebreos 12:6).

El fruto de la disciplina de Dios es el arrepentimiento que lleva a la rectitud (véase Hebreos 12:11). Además de impulsarnos al arrepentimiento, la experiencia misma de sobrellevar bien la disciplina puede perfeccionarnos y prepararnos para mayores privilegios espirituales.

(Lo que les pareció bien es reconocer que no siempre lo hicieron bien, incluso cuando sus intenciones eran correctas). En contraste, Dios siempre disciplina “ para nuestro beneficio, para que podamos compartir su santidad … produce la paz”. fruto de justicia a los que en él han sido ejercitados” (vv.

Su disciplina generalmente viene después de nuestros repetidos actos de desobediencia y de Sus repetidas advertencias. ¿Cómo nos disciplina Dios? Como aprendimos en un capítulo anterior, la disciplina de Dios puede venir en forma de debilidad, enfermedad o incluso muerte prematura : por esta razón muchos entre vosotros están débiles y enfermos, y muchos duermen.

3 Considerad a aquel que sufrió tal ^acontradicción de pecadores contra sí mismo, para que no os fatiguéis en vuestro ánimo hasta desmayar.

Entonces cuando se habla de “disciplina” en la Biblia se refiere a formación y proceso de educación y/o restauración. La disciplina es: restauración, formación, consejo, guía, etc. Y no es: humillación, sometimiento o castigo.

La disciplina es un hábito que cada persona genera con base a su compromiso y autocontrol sumando también el comportamiento y personalidad que tenga cada uno, ya que como individuos planificamos, definimos nuestros objetivos y metas y así mismo diseñamos el paso a paso para poder lograrlos.

Disciplina significa entrenamiento. En otros pasajes de las Escrituras, la palabra se usa en referencia a un padre entrenando a sus hijos, o entrenando en justicia, o en este contexto Dios entrenando a sus hijos. El escritor de Hebreos está diciendo que Dios amorosamente disciplina a sus hijos para entrenarlos y convertirlos en campeones espirituales .

El Señor disciplina a todo aquel que ama; castiga a todo el que acepta como niño”. Así que acepta los sufrimientos como la disciplina de un padre. Dios os hace estas cosas como un padre corrige a sus hijos. Sabéis que todos los hijos son disciplinados por sus padres.

Proverbios 29:15-27 NBV

La vara de la disciplina hace al hijo entendido, pero el hijo consentido es una vergüenza para su madre. Cuando el malvado tiene el poder, el pecado aumenta, pero los justos vivirán para ver su caída. Disciplina a tu hijo y te dará paz y traerá tranquilidad a tu alma.

La primera razón por la que el Señor nos disciplina es cuando cometemos iniquidad , según 2 Samuel 7:14. Iniquidad significa actos inmorales, tremendamente injustos, mala conducta, maldad, pecado, fechoría o abominación. Cuando hacemos estas cosas, entonces estamos cometiendo iniquidad y porque Dios nos ama, nos castigará.

La autodisciplina que da el Espíritu Santo permite que una persona cumpla la voluntad de Dios y tenga sabiduría durante toda la vida . Un hermoso título que Jesús llama Espíritu Santo es “el espíritu de verdad”. Tomemos como ejemplo Juan 16:13: “Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad.

Sin duda, hay un elemento de sacrificio por el amor incondicional; Jesús lo dejó claro. Una buena definición también incluiría elementos de provisión y protección, pero cuando se trata de amar a un niño, no podemos dejar de lado la disciplina.

Jesús vivió la disciplina de las Escrituras

Leyó, estudió, aprendió, memorizó, meditó e investigó las Escrituras , y recomendó esta práctica a otros. “Escudriñad las Escrituras”, dijo, y su vida demostró esa filosofía.

12 porque Jehová ^acorrige al que ama,como el ^bpadre al hijo a quien quiere. 13 ^aBienaventurado el hombre que halla la sabiduríay que adquiere entendimiento, 14 porque su ganancia es mejorque la ganancia de la plata,y sus beneficios más que el oro fino.

La verdad cortante de la Palabra de Dios separará lo que es verdaderamente espiritual de lo que es infiel. Debemos hacer todo lo posible por obtener nuestra herencia en Cristo, que es algo separado de nuestra salvación eterna.

Cómo tener disciplina en la vida

Una persona disciplinada sigue reglas y practica un conjunto estándar de comportamientos que le permiten mantener el autocontrol y la capacidad de definir, perseguir activamente y lograr con éxito sus objetivos de manera eficiente.

Salomón recibió el encargo de obedecer los mandamientos del Señor y sus estatutos para que Este pudiera alargar sus días como rey.

La indisciplina repercute mucho en lo que se quiere conseguir, porque ser irresponsable, desorganizado, no saber controlar los impulsos, no respetar reglas, son atenuantes que obstruyen la capacidad perceptible para poder lograr metas.

La disciplina es un hábito que se genera en base al compromiso, es autocontrol, pero sobre todo podría decir que la disciplina es tener en claro tus objetivos, tener la mirada fija en estos, a tal grado que no eres capaz de sucumbir a ningún camino que te desvié de ellos. La disciplina es la clave del éxito.

La disciplina de la iglesia se practica con la intención de hacer que el ofensor se arrepienta y se reconcilie con Dios . También se usaba para proteger a los demás miembros de la iglesia de la influencia del pecado y para evitar que otros miembros se comportaran mal.

En Mateo 18:15-17, Jesús establece el proceso de cuatro pasos de la disciplina de la iglesia: (1) decirle sólo su pecado; (2) tomar algunos testigos; (3) decirle a la iglesia; y (4) tratarlo como a un extraño . Primer paso (Mateo 18:15). El proceso de disciplina de la iglesia comienza a nivel individual.

La disciplina es una muestra del amor de Dios en nuestra vida. Nuestro Padre trae a nuestras vidas, por medio de su palabra, e incluso, por medio de circunstancias, la corrección con el fin de que corramos la carrera de la fe con ánimo y paciencia.

“El que detiene el castigo a su hijo aborrece, mas el que lo ama, desde temprano lo corrige”, Proverbios 13:24, dice uno de los pasajes bíblicos con la cual se sustenta la tesis de la disciplina con castigo físico.

Tomemos, por ejemplo , Proverbios 13:24, “El que ahorra el castigo aborrece a su hijo, pero el que lo ama prontamente lo disciplina ” (NVI). El entendimiento común de ese versículo es que si los padres aman a sus hijos, no deben dejar de usar un palo, cinturón, látigo u otro instrumento para disciplinar o castigar a sus hijos.