¿Cuándo se hace la poda de la higuera?

Lo mejor es podar la higuera una vez sus hojas caducas hayan caído, en su momento de inactividad. Es decir, en estas situaciones hay dos momentos del año para hacer esta poda: al final del verano y al final del invierno o comienzo de la primavera, cuando este comience a crecer de nuevo.

La mejor época para realizar la poda de la higuera es a finales de primavera. Como le cuesta mucho cicatrizar esos cortes, para que esa herida este el menos tiempo posible expuesta a las inclemencias de hongos y humedad, lo mejor es realizarla justo a la salida de primavera.

Corta siempre la higuera de abajo hacia arriba. Si algunos brotes gruesos interfieren con el crecimiento de su higuera, puede cortarlos a nivel del suelo. También es importante eliminar ramas y brotes muertos y congelados. Reduzca también los brotes laterales en la parte superior de la corona.

El momento ideal para podar una higuera es al final del invierno, cuando se han acabado las heladas (o el riesgo de éstas) y justo antes de que empiecen a brotar.

Existen dos épocas para realizar la poda de la parra: la poda en seco o poda de invierno y la poda en verde en primavera. Se recomienda realizar la poda a finales de invierno y principios de la primavera, época en que la planta produce abundantemente.

Defoliado: Para reducir el tamaño de la hoja, se pueden cortar todas las hojas por el peciolo a principios de verano (junio). Volverá a brotar en un par de semanas con hojas más pequeñas.

Consejo 1: ¿Cuándo debes fertilizar tu higuera? Entre marzo y octubre, debes >alimentar a tu higo cabeza de violín con fertilizante una vez a la semana. En invierno, la higuera no se fertiliza en absoluto o como mucho cada 6 semanas.

El momento ideal para podar radicalmente el laurel es a finales del invierno hasta finales de febrero. En esta época, las plantas están a punto de brotar y todavía tienen poca savia en las ramas. Por eso también soportan bien los recortes fuertes. Sin embargo, no debe podarse con temperaturas bajo cero ni con heladas.

El momento adecuado para podarlo es antes de que empiece a producir limones o cuando haya terminado de hacerlo, es decir: entre enero y febrero o entre junio y julio. Conviene esperar tres temporadas antes de la primera poda, ya que antes los ejemplares suelen ser frágiles.

Las higueras crecen bien sobre suelos sueltos, frescos y profundos, que se encuentran entre el nivel del mar y los 1.200 metros de altitud, pero también vive en zonas pedregosas donde se procuran el alimento hundiendo sus fuertes raíces. Resiste muy bien las altas temperaturas y las sequías.

Se estima que puede vivir hasta 50-60 años.

La higuera fructifica sobre madera de un año, sin embar- go, su modo de fructificación es bien particular. Los frutos se desarrollan en las axilas de las hojas de los brotes en cre- cimiento. La producción de inflorescencia es contínua de manera que en un mismo brote se encuentran higos de dife- rentes tamaños.

El momento ideal para podar una higuera es al final del invierno, cuando se han acabado las heladas (o el riesgo de éstas) y justo antes de que empiecen a brotar.

Es importante podar las parras antes de que la savia empiece a fluir; de lo contrario, la planta «sangrará» y sufrirá daños. La savia puede empezar a fluir a partir de principios de marzo, así que asegúrese de podar sus parras antes.

La vara y el pulgar se sacan cada año de la brotación del pu. lgar del anterior, y dejando más o menos yemas en la vara, podemos, a nuestra voluntad, regular la cosecha de fruto. En el pulgar se poda siempre a dos o tres yemas {i).

Si poda antes de una serie de días y noches sin heladas, las heridas tendrán tiempo de cerrarse. La poda en verano garantiza que las uvas crezcan correctamente.

La higuera florece de marzo a mayo con unas curiosas flores que son los higos.

Cuando eliminas las hojas centrales, las plantas frondosas mejoran la ventilación, reduciendo los riesgos de contraer mohos. Un momento ideal para realizar la defoliación es cuando observas la formación de gotitas de agua en las superficies de las hojas.

Consejo 3: Los nutrientes más importantes

La conocida fórmula N-P-K indica los nutrientes vegetales más importantes: nitrógeno (nitrato), potasio y fósforo son los nutrientes básicos que necesita la higuera.

Para casos más concretos, un par de higueras o más, lo recomendado es aplicar riegos una vez por semana durante el verano —si el clima es muy seco— y una vez cada quince días —si hay humedad ambiental—. Ten en cuenta que las higueras soportan mejor la sequía que un exceso de agua.

Bolsas de organza para frutas, también conocidas como bolsas de cobertura de frutas, son una buena opción para ahorrar higos. Es un método rentable contra los ataques de aves. En este método, protege su fruta con una bolsa que no permite que los pájaros la prueben.

La poda de los olivos se suele realizar después de la recolección de la aceituna, si la aceituna recolectada es para usarse como aceituna de mesa la poda será sobre noviembre y diciembre pero si la aceituna que se recolecta es para aceite la poda se hace entre febrero y abril.

La poda fuerte solo se permite de octubre a finales de febrero. Realiza una poda ornamental ligera a finales de junio. Utiliza la tijera de poda para obtener unos resultados de corte perfectos. Mantener y proteger el laurel con abono.

Las hojas de laurel se recogen en primavera tras la floración de la planta, cuando contienen la mayor concentración de aceite, aunque al ser un árbol perenne pueden cortarse durante todo el año. Los frutos se recolectan en otoño, cuando están totalmente maduros.

Muchos expertos aseguran que, si quieres que el árbol de frutos más grandes y fuertes, es aconsejable cortar las primeras flores y frutos que el limonero produzca cada año, puesto que es una forma de estimular la producción y lograr una mayor cantidad de frutos.

Por ello, para evitar un sufrimiento en exceso y que pueda morir es importante realizar la poda en una época específica. Se recomienda hacerlo cuando los almendros están 'dormidos', es decir, cuando el árbol no está creciendo ni tampoco en floración. Esa época suele ser al principio del otoño o al final del invierno.

Si no es una poda de emergencia, lo más recomendable es podar el naranjo justo después de a temporada de cosecha, lo ideal es hacerlo en época de calor, es decir a inicios de la primavera o inicios del verano, ambas son temporadas estupendas para podar tus naranjos.