¿Cuándo todos tienen los mismos derechos?

La igualdad formal es cuando las personas tienen los mismos derechos bajo la ley, independientemente de su edad o género o cualquier otra característica.

Los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna.

Artículo 1: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. La Declaración Universal de Derechos Humanos firmada en 1948 es, obviamente, un documento sobre los derechos humanos.

La igualdad es un concepto objetivo que se traduce en la uniformidad absoluta. Por ejemplo, si tienes que dar 10 euros a dos personas, lo igualitario sería repartirlos a partes iguales: cinco y cinco. De este modo, la aplicación de la igualdad de género se puede medir.

Un país que permite a todos sus ciudadanos votar. Una empresa que paga a las mujeres y a los hombres el mismo salario por igual actividad laboral. Un sujeto que no discrimina a dos personas por su origen étnico. Un debate presidencial que da a todos los candidatos el mismo tiempo para expresar sus ideas.

El artículo 7 afirma que la ley es la misma para todas las personas, y debe tratar a todas las personas en todas estas categorías de manera justa: en sus 39 palabras, prohíbe la discriminación tres veces. Estos principios de igualdad y no discriminación conforman el Estado de Derecho.

Se viola la dignidad humana) cuando la persona es convertida en un objeto o se constituye como un mero instrumento para el logro de otros fines.

Hoy día se sabe que los seres humanos somos iguales, porque tenemos las mismas necesidades: comer, dormir, respirar y muchas otras cosas que nos hacen iguales, como es la naturaleza del ser humano: nos duele, lloramos, reímos, sentimos y soñamos.

Doce pequeñas acciones con gran impacto para Generación Igualdad

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El artículo 14 establece que los derechos y libertades contemplados en la Convención han de ser asegurados “sin distinción alguna”, sin embargo, se ha definido como que la “igualdad de trato se viola si la distinción carece de justificación objetiva y razonable”.

Un 1% de la población mundial posee más riqueza que el resto de las personas. Se incrementa la brecha salarial entre las personas trabajadoras con mayor y menor retribución. La mayor parte de las personas trabajadoras peor asalariadas en el mundo son mujeres.

La igualdad es uno de los términos más relevantes de nuestra Constitución dada la amplitud de focos que tiene: igualdad de oportunidades, igualdad ante la ley, igualdad económica, entre otros.

La igualdad real, sin embargo, se refiere al principio de igualdad de trato entre mujeres y hombres, supone la ausencia de toda discriminación, directa o indirecta, por razón de sexo y, especialmente, las derivadas de la maternidad, la asunción de obligaciones familiares y el estado civil.

Las personas somos diferentes, porque cada uno tiene sus gustos, su opinión, su forma de expresarla, su género y su color de piel… Pero todos somos iguales, porque hablamos, gozamos del cariño de la familia y/o los amigos, mantenemos anhelos y tenemos idénticos derechos y deberes.

Las desigualdades amenazan el desarrollo social y económico a largo plazo, afectan a la reducción de la pobreza y destruyen el sentimiento de plenitud y valía de las personas.

El artículo 7 afirma que la ley es la misma para todas las personas, y debe tratar a todas las personas en todas estas categorías de manera justa: en sus 39 palabras, prohíbe la discriminación tres veces. Estos principios de igualdad y no discriminación conforman el Estado de Derecho.

Prácticas que expongan a la persona a la vergüenza, generando deshonra o descrédito, o que le provoquen grave malestar o miedo, induciendo con ello a la realización de una cierta conducta no querida, son indicativas de un atentado a la dignidad y, otra vez, pueden dar lugar a la reparación.

La desigualdad de género es la causa de muchos problemas que afectan de forma desproporcionada a las mujeres y niñas, como la violencia en el seno familiar y la violencia sexual, salarios más bajos, la falta de acceso a la educación y una asistencia sanitaria inadecuada.

Uno de los valores fundamentales de la conducta humana, es el referente a la dignidad humana. El valor de la dignidad humana esta constituida por la convergencia de tres principios que son: el principio de la autonomía de la persona, el principio de beneficencia y el principio de privacidad.

Hoy día se sabe que los seres humanos somos iguales, porque tenemos las mismas necesidades: comer, dormir, respirar y muchas otras cosas que nos hacen iguales, como es la naturaleza del ser humano: nos duele, lloramos, reímos, sentimos y soñamos.

En cambio, contraparte es la 'persona o grupo de personas que se opone a otra' y la 'parte opuesta o contraria a algo o a alguien, especialmente en un proceso judicial'.

Si todos los individuos fueran iguales, cualquier cambio brusco en el entorno podría acabar con toda la población y ese ADN se extinguiría, puesto que todos los individuos serían igualmente sensibles a esa alteración.

Es una condición que implica tener el trato por igual para todas las personas, independientemente de sus características, género, raza, estatus migratorio, edad, discapacidad o etnia. Es un derecho humano establecido por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, creada por las Naciones Unidas.

Los diferentes tipos de igualdad

Ley 15/2022, de 12 de julio, integral para la igualdad de trato y la no discriminación. Publicado en: «BOE» núm. 167, de 13/07/2022.