¿Cuántas cervezas equivale a una botella de vino?

En términos generales, una copa de vino (que suele ser de unos 150 ml) tiene aproximadamente el mismo contenido de alcohol que una cerveza de 330 ml. Por lo tanto, una copa de vino equivale a una cerveza de 33 cl en términos de contenido alcohólico.

Las bebidas alcohólicas contienen diferentes cantidades de alcohol. La cerveza tiene aproximadamente 5% de alcohol, aunque algunas cervezas tienen más. El vino generalmente tiene de 12% a 15% de alcohol. El licor fuerte tiene aproximadamente 45% de alcohol.

148 ml. 44 ml. Como puedes ver, los 12 gr. que se ingieren con una cerveza, se beben en un “caballito” de tequila o en una copa de vino.

Y si hacemos una revisión de las distintas tablas de equivalencias de cucharas, tazas, vasos y demás, encontramos que en general, un vaso de vino equivale a 100 ml. de vino.

Así se refleja en la Monografía Alcohol 2021 del Ministerio de Sanidad, según la cual la bebida alcohólica más consumida en España es la cerveza (la toman un 49,5% de hombres y un 28,1% de mujeres); seguida del vino, que lo consumen el 23,3% de los hombres y el 16,1% de las mujeres.

Más nutritiva

Healthline dice que la cerveza es la ganadora en esta comparación, ya que menos calorías y antioxidantes como el vino no implican necesariamente una bebida más sana y la 'chelita' representa un importante valor nutricional, “consumida con moderación, es buena para la salud”.

Por cada 100 gramos, el vino presenta unas 78 calorías frente a las 33 calorías de la cerveza. De esta manera, en el caso de consumir la misma cantidad, el vino engorda más del doble que la cerveza.

En general, se considera que 1,5 unidades ya garantiza el positivo en hombres. Mientras que en el caso de las mujeres sería menos de una unidad, aunque se puede intentar afinar más los datos en relación con el peso y tomando como medida estándar una jarra de 330ml.

Sólo los hombres de más de cien kilos de peso podrían manejar luego de tomar dos cervezas, de acuerdo con el simulador, sin reprobar la prueba de alcoholemia. Con el límite establecido para los conductores de motocicleta, con apenas una cerveza rebasarían el límite de alcoholemia.

Lo que conocemos como botella estándar tiene una capacidad de 0,75 litros y existen varias versiones sobre la razón de existir de esta medida.

El vino es menos concentrado que las bebidas alcohólicas y generalmente contiene entre 12 y 15% de ABV. Sin embargo, algunos vinos pueden ser más fuertes y los vinos reforzados como el oporto o jerez generalmente tienen alrededor del 20% de ABV.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) determina que cuando una persona sobrepasa los 1.250 ml diarios, es decir, 4 o 5 cervezas, se puede considerar alcoholismo. Por esta razón, debes tener en cuenta si habitualmente sobrepasas este límite y si además, beber se ha convertido en un hábito que no puedes evitar.

Sin embargo, en general, la cerveza tiende a tener un contenido de azúcar más bajo en comparación con el vino.

La cerveza y el vino, los que menos

En cambio, la cerveza y el vino, dos de las bebidas alcohólicas más consumidas en nuestro país, están entre las que menos engordan.

En cantidades elevadas de consumo, no hay diferencias entre las diferentes bebidas alcohólicas a la hora de causar daño hepática, si bien a cantidades bajas quizá el vino es menos perjudicial.

El consumo frecuente de vino en dosis elevadas ocasiona también lesiones tisulares (especialmente en el sistema nervioso central y el hígado) lo que constituye, como otras bebidas alcohólicas, un factor predisponente para la cirrosis y carcinomas.

Problemas del consumo diario de vino

De acuerdo con el medio, incluso las cantidades más pequeñas de alcohol, elevan el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. También, el consumo de alcohol se ha relacionado con el cáncer, con las enfermedades digestivas y con algunas enfermedades infecciosas.

Respecto al aumento de peso por su ingesta, la creencia de que la cerveza engorda es errónea, el problema es que cuando se bebe, se consume más cantidad de líquido, pero existen pequeñas diferencia entre ambas bebidas, 100 ml de cerveza rondan las 50 calorías, 70 en el caso del vino.

Si tuviera que elegir entre ambas, será preferible optar por la cerveza sin alcohol (0,0 a ser posible), ya que su perfil nutricional puede considerarse ligeramente superior al de un refresco Zero.

Sin embargo, a pesar de la mala fama que tienen las bebidas alcohólicas, existe una de ellas en especial que, de acuerdo con los especialistas en el tema, es la más sanas, al punto de no subir los niveles del azúcar o glucosa en la sangre. Se trata del tequila.

La eliminación del alcohol es mucho más lenta durante las horas de sueño. Por ello, si antes de acostarte tu consumo de alcohol ha sido elevado, es posible que por la mañana aún te despiertes con una alcoholemia positiva. Dormir algunas horas no es suficiente para garantizar una conducción segura.

Sorprendentemente, tan sólo cuatro semanas después de dejar de beber, los daños causados en el hígado tras años de consumo excesivo de alcohol comenzaron a repararse por sí mismos.

Los hidratos de carbono (pan, pasta, cereales integrales o legumbres), las proteínas (huevo o yogur) y las grasas (aceite de oliva, frutos secos, aguacate o pescado azul) ralentizan la absorción del alcohol mientras reponen en nuestro cuerpo de las vitaminas y minerales que el alcohol agota.

Según se indica en el estudio y tomando como referencia un tercio de 330 ml de esta bebida, se considera que 1,5 unidades ya garantiza el positivo en hombres, pero según el peso este dato puede variar.

Dos cervezas bastan para aportar 0.5 gr de alcohol a tu organismo, lo suficiente para que la Ley de Tolerancia Cero considere que estás conduciendo bajo la influencia del alcohol.