¿Cuántas declinaciones hay en el latín?

En latín existen cinco declinaciones. Los sustantivos latinos se reparten entre estas cinco declinaciones según su tema (la terminación de su lexema o raíz). A estos temas se añaden las desinencias (o terminaciones) de cada caso.

Las declinaciones del latín son el conjunto de casos o variaciones en las palabras (sustantivos, adjetivos, pronombres y determinantes) de ese idioma. Es posible diferenciar tres categorías: género gramatical, número gramatical y caso gramatical.

Hay cinco tipos de declinaciones en la lengua latina (y que se adaptaron al castellano) y se les llama: Primera declinación, segunda declinación, etc.

Los casos son cada una de las formas que toma un sustantivo para expresar una función sintáctica. En latín existen seis casos generales, más un séptimo caso mucho menos frecuente.

Podemos conocer a qué declinación pertenece una palabra mediante su enunciado. Todo sustantivo se enuncia mediante el nominativo y el genitivo singular. Será este último (su desinencia) el que nos indique a qué declinación pertenece la palabra en cuestión.

La primera declinación es la declinación de los temas en –a, con genitivo en – ae, como rosa, rosae. La segunda declinación es la declinación de las temas en –o, con genitivo en – i, como populus, -i, sustantivo de género masculino.

Había en latín tres géneros: masculino, femenino y neutro. El romance perdió el género neutro, salvo en el pronombre (lo, esto, eso, aquello) y el artículo (lo).

Pertenecen a la primera declinación los nombres y adjetivos cuyo genitivo singu- lar es -ae. La mayoría son de género femenino, pero también hay algún nombre masculino.

Cada tipo de declinación tiene seis casos (a saber: nominativo, vocativo, acusativo, genitivo, dativo y ablativo), y cada uno de estos casos de declinación tiene su forma singular y su forma plural.

Entre las lenguas indoeuropeas que utilizan declinaciones se encuentran el alemán, el rumano, el griego, el islandés, las lenguas eslavas (polaco, ruso, ...), las lenguas bálticas (letón, lituano...) y las lenguas indoarias.

En el ruso hay tres tipos de declinación. La primera declinación se usa para los sustantivos masculinos y neutros. La segunda declinación se utiliza para la mayor parte de los sustantivos femeninos. La tercera declinación se utiliza con los sustantivos femeninos terminados en ь y los neutros terminados en мя.

El Ablativo cuando va sin preposición se traduce por la preposición que mejor encaje, en cambio cuando lleva preposición lo traducimos con esta preposición y su significado. Además, el Ablativo en las oraciones pasivas cumple la función de Complemento Agente.

La función del Genitivo es el Complemento del Nombre (CN) y se suele traducir por "de + sustantivo(s)". El valor de este Complemento del Nombre, normalmente, es de posesivo, es decir indica de qué o quién es el objeto al que complementa, por ejemplo: en "consulis filia venit" consulis es el Gen. sing.

Lo usamos para decir qué pertenece a quién. Por ejemplo, para expresar El gato de mi hermana decimos My sister's cat. Ese apóstrofo con la s es el genitivo sajón.

En el neutro, en cambio, la -n final se mantiene (ej: flumen, fluminis). La consonante de la raíz se mantiene a final del palabra (ej: consul, consulis; mulier, mulieris). Los temas en -r, cuando ésta va precedida de consonante, introducen una -e de apoyo en el nominativo (ej: pater, patris).

(N) = Nominativo: el sustantivo que realiza la acción del verbo. (A) = Acusativo: el sustantivo que recibe la acción del verbo. (D) = Dativo: el sustantivo al que está destinada la acción del verbo. (G) = Genitivo: el sustantivo que guarda una relación de pertenencia con otro sustantivo.

Son imparisílabos. Ejemplo: plebs, plebis; consul, consulis; mulier, mulieris; flumen, flumenis; corpus, corporis; virtus, virtutis; lex, legis, etc.

Podemos conocer a qué declinación pertenece una palabra mediante su enunciado. Todo sustantivo se enuncia mediante el nominativo y el genitivo singular. Será este último (su desinencia) el que nos indique a qué declinación pertenece la palabra en cuestión.

El género de los sustantivos latinos no iba necesariamente unido a la terminación. Es decir había nombres masculinos y femeninos en todas las declinaciones. Sin embargo, predominaban los femeninos entre los terminados en -a, y los masculinos entre los terminados en -us (>o).

La tercera declinación engloba sustantivos y adjetivos de tema en consonante, tema en -i y temas mixtos. Los temas en consonante son palabras imparisílabas, es decir, el nominativo y el genitivo singular de las mismas tiene diferente número de sílabas como, por ejemplo, lex, legis (masc.) y caput, capitis (n).

- Algunos sustantivos tienen distinto significado en singular y en plural: castrum, -i (fortaleza, castillo) / castra, -orum (campamento). auxilium, -ii (auxilio) / auxilia, -orum (tropas auxiliares).

El latín, como el castellano, tiene dos números: singular y plural. En castellano, normalmente formamos el plural añadiendo una -s al singular. El latín también pasa de singular a plural cambiando el final de la palabra.

salve ˈsal. we es la forma más neutral de saludar en latín y se usa cuando nos dirigimos a una sola persona. salvete sal.

En resumen, al no ser una lengua asimilada de forma natural por los pueblos, en cuanto dejó de obligarse su uso, comenzó a desaparecer. Otra explicación de que los hablantes de latín fueran mermando es la evolución cultural de las sociedades occidentales.