¿Cuántas formas de calabaza hay?

Existen un sinfín de tipos de calabaza, ya que existen más de 800 variedades en todo el mundo. La forma de las calabazas y su color pueden variar, pudiéndose encontrar naranjas, verdes, amarillas…

Una de las variedades de calabaza comestible más populares es probablemente la Hokkaido. Esta calabaza dulce tiene la ventaja de que puedes comerla cocida con piel. Otros tipos de calabaza, como la Patisson, deben pelarse antes de comerlas.

Chilacayote o chilacayota (Cucurbita ficifolia) Calabaza kabosha, zapallo (Cucurbita maxima) Calabaza de pellejo, calabaza de casco, tamalayota, k´uum (Cucurbita moschata)

La calabaza es el fruto en baya obtenido de la planta calabacera; presenta forma esférica de gran tamaño y nervaduras marcadas, aunque a veces también puede presentar un aspecto achatado, ovalado o alargado, a modo de botella. El color de su corteza es variable; amarillo, rojizo, anaranjado, verdoso, blanco o negro.

La calabaza Arikara es una variedad tradicional de C. maxima. Las frutas pesan de cuatro a once libras. La forma de la fruta puede ser lágrima o redonda, y están coloreados en un patrón moteado de naranja y verde.

Calabaza Buttercup: Esta calabaza es de color verde oscuro y tiene una forma pequeña y redonda. Es una de las variedades de calabaza más dulces y suele utilizarse en tartas de calabaza.

Calabaza hay más que una

De origen asiático, la calabaza Hokkaido o potimarrón es la más pequeña, con forma de pera, y de sabor muy dulce, perfecta para asarla y gratinarla, también para elaboraciones dulces.

Observa que no tenga heridas. Cógela y siente su peso. Has de notarla firme y consistente, con un peso lógico según su tamaño, porque de lo contrario es posible que elijas una calabaza deshidratada y su pulpa no estará tan jugosa como debería.

Zapallo gigante (Cucurbita maxima)

Es una calabaza originaria de la América de clima templado, específicamente de Sudamérica. Como el nombre de la especie lo indica, sus frutos son los más grandes entre todas las calabazas y además de ser comestibles, también se usan para concursos.

-Patisson, Pattypan o calabaza bonetera. Es pequeña y plana. La variedad más común tiene la cáscara blanca, pero también puede ser verde o amarilla. Su pulpa es muy tierna y casi no tiene semillas.

La calabaza forma parte de la familia de las cucurbitáceas y es un fruto rico en betacarotenos y vitamina C. Además, aporta fibra dietética, muy buena para la salud.

También puede sembrarse en bandejas para trasplantar cuando la planta tenga 2.3 hojas. Cosecha: De Septiembre a Noviembre.

"Zapallitos" en Paraguay, Argentina, Uruguay, "calabacines" en España y Venezuela, Colombia, "calabacitas" en México, "Zapallos italianos" en Chile, y nombres derivados de lenguas indígenas en regiones y cultivos específicos como "ayote tierno", "pipián fresco", y otros.

Las calabazas hay que mantenerlas en lugares frescos y secos (temperatura ideal entre 10ºC y 16ºC), con una buena circulación de aire. Pudiendo aguantando de 3 a 6 meses desde su recolección.

Rica en proteínas, ácidos grasos omega 3, fibra, vitamina A y C, hierro, potasio, magnesio y zinc. Tiene grandes propiedades antioxidantes que fortalecen el sistema inmunológico, y ayudan a prevenir cáncer y enfermedades del corazón.

-Cucurbita máxima o calabaza común. Es la más conocida de todas cada vez que llega Halloween. De piel y pulpa naranja, también es una de las más utilizadas para hacer purés y guisos. -Patisson, Pattypan o calabaza bonetera.

Los calabacines, chilacayotes, pipianas, chompas o mejor conocidas como calabazas, son flores que se han cultivado por más de 7,000 años y, en nuestro país contamos con 13 especies de las 15 que hay en el continente.

Cucurbita maxima subsp. andreana, la subespecie silvestre.

Para ello, es especialmente buena la calabaza de invierno. Esta variedad tiene menos agua que la de verano, pero más pulpa, una piel más gruesa y, sobre todo, un sabor más dulce. Es precisamente la pulpa la parte de la calabaza que, asada o cocida, es más provechosa para estas preparaciones.

El tono de la corteza exterior de la calabaza nos da pistas sobre cómo va a ser su sabor. "Cuanto más naranja sea el tono de su piel, más dulce será.

Esta debe ser dura y firme, ya que cuánto más madura esté la hortaliza, más sólida se vuelve su cáscara. Para comprobar esto bastará con que aprietes la calabaza con tus dedos. También puedes hundir tu uña en ella, y si sólo deja una pequeña marca esto significa que está madura.

La calabaza se pudre

Raspa bien todo el interior para evitar que el moho aparezca. Y para que el secado sea perfecto, y aprovechemos durante más tiempo la calabaza, lo mejor es untar el interior con lejia, una cucharada diluida en agua será suficiente, dejar que se seque al sol, y untarla con vaselina.

Observa que no tenga heridas. Cógela y siente su peso. Has de notarla firme y consistente, con un peso lógico según su tamaño, porque de lo contrario es posible que elijas una calabaza deshidratada y su pulpa no estará tan jugosa como debería.

Busca un tallo adherido a la calabaza y estar seco y firme. El color también es importante: este debe ser brillante y uniforme. Tu sentido del oído también puede ayudarte: golpéala y busca un sonido hueco.

La piel debe estar firme y dura: está destinada a proteger la pulpa, por lo que no debes escoger una calabaza magullada o de piel suave, ni que tenga rayas o imperfecciones en su superficie. De lo contrario, podría llegar a pudrirse en muy poco tiempo. Busca un tallo adherido a la calabaza y estar seco y firme.

Una vez pelada y limpia, córtala en dados de 2 o 3 centímetros y guárdalos en una bolsa hermética para congelarlos. Cuando quieras emplear esta hortaliza, solo tendrás que descongelarla en el frigorífico.