¿Cuántas veces hay que regar las plantas en verano?

En verano, con regar las plantas dos o tres veces por semana es más que suficiente. Eso sí, hay que hacerlo bien. Aunque no lo creas, es mejor hacer riegos menos frecuentes y no en exceso, pero que cuando lo hagamos lo hagamos en cantidad. Es decir, regarlas poco pero bien, y no muchas veces pero de manera escasa.

Ya sean de exterior o de interior, cada planta precisa un riego diferente, que también varía en función de la época del año. En verano, lo habitual es tener que regar 2 o 3 veces por semana, mientras que invierno el procedimiento se dilata, y suele ser suficiente con una vez por semana o incluso, cada 15 días.

Riega con mayor frecuencia. Aumenta la periodicidad del riego cuanto más calor haga y más directa sea la exposición al sol. Sin embargo, aunque en ocasiones te toque regar abundantemente, evita siempre el encharcamiento, tan malo o aun peor que la falta de agua.

Evita regar a mediodía. A esa hora el sol está más alto y evaporará el agua tan rápido que tu planta no tendrá tiempo de aprovecharla. Por otra parte, la temperatura fría del agua choca con la temperatura alta de la planta y puede causar alteraciones.

Con el cambio de temporadas, la temperatura y la humedad en el ambiente cambian y es necesario ajustar la frecuencia en el riego para las plantas. En verano hay que regar de 2 a 3 veces por semana y durante el invierno puede ser suficiente hacerlo cada 10 días.

¿Cuánto tiempo regar el jardín? A modo orientativo, con una instalación de riego automático correctamente dimensionada y compensada, el tiempo de riego diario en un jardín en pleno verano va de 20 a 30 minutos si es con aspersores, de 8 a 10 minutos con difusores y de 40 a 60 con goteo.

Regar las plantas por la noche ayuda a que el agua se filtre mejor en la tierra, ya que la presencia de los rayos directos (o indirectos) del sol, provocan evaporación y por ende, el riego no es tan efectivo. Una hoja quemada puede provocar que las otras también mueran.

Riega las plantas o el jardín por la noche. Usa plantas autóctonas resistentes a la sequía. Utiliza una capa de guijarros alrededor de las plantas para reducir la evaporación. Instala un dispositivo detector de lluvia en los aspersores para evitar el riego innecesario.

Los trucos más sencillos para proteger tus plantas del calor en verano

Al amanecer o al atardecer son los dos mejores momentos para regar, ya sean plantas o el césped. El motivo no es solo que la luz solar pueda quemarlas sino, fundamentalmente, que tener el suelo con menor temperatura ayuda a mantener la humedad y a evitar su evaporación.

Revisar la superficie antes de regar: el mejor medidor de humedad está en la mano. Basta con meter los dedos unos centímetros hacia abajo para ver si la tierra está seca en el interior. Si es así, es hora de regar. En caso de estar húmeda, aún puede esperar.

Puedes hacer una prueba: abre un pequeño agujero en el terreno o maceta. Llenalo con agua y cronometra cuánto tiempo tarda en absorber o drenar el agua. Si tarda menos de 4 minutos, es adecuado para la mayoría de plantas. Si tarda entre 5 y 10 minutos, es perfecto para casi todas las plantas.

¿Qué cantidad de agua se le debe echar a las plantas? Generalmente las plantas suelen requerir de un 5 a un 10% de agua de acuerdo a la capacidad de la maceta. Sin embargo, esto varía de acuerdo al lugar en la que está sembrada, el clima y el tipo de planta.

Regar desde arriba

Lo más recomendable es que utilices este tipo de riego en las plantas no tan delicadas como las suculentas, cactus o lengua de suegra porque además, regarlas desde arriba ayuda a que tengan una hidratación más completa.

Debes regar tus plantas porque sin el agua necesaria, las plantas dejarán de crecer, no florecerán tanto o, lo que es peor, morirán. Y al contrario: Si riegas en exceso, las raíces de las plantas terminan ahogándose porque el agua acumulada les impide absorber el oxígeno y los nutrientes a través de las raíces.

El exceso de agua en las plantas causa lo que se conoce como asfixia radicular, es decir la asfixia de las raíces. Rosas, helechos, palmeras o violetas, todas las plantas requieren agua, pero también pueden morir por padecer de excesos.

Regar las plantas por la noche ayuda a que el agua se filtre mejor en la tierra, ya que la presencia de los rayos directos (o indirectos) del sol, provocan evaporación y, por ende, el riego no es tan efectivo.

En general, la mayoría de los jardínes necesitan aproximadamente un riego semanal. Si te sirve como truco, hay una clave: es mejor regarlo bien con un riego profundo aunque sea menos frecuente, en lugar de con un riego superficial más recuente que no llegará tan bien a las raíces.

Durante el verano la gran mayoría de plantas están en pleno crecimiento y no se las debe molestar con cambios innecesarios, en particular las plantas de flor. Ya que puede ser más perjudicial que beneficioso, dado que al hacerlo el ejemplar puede dejar de florecer y perder los brotes que posea.

Las plantas no crecen de manera continua a lo largo de todo el día, sino que concentran el crecimiento preferentemente al final de la noche y el principio del día, para después dedicar el resto del tiempo a realizar fotosíntesis y redistribuir los recursos energéticos generados.

Entremos en detalles. Los cactus en verano con regarlos cada mes tienen más que suficiente. Asegúrate que no los ahogas porque para ellos, menos es más. En cuanto a las suculentas, hay que darle agua cada 15 días para asegurar que están perfectas.

El mejor momento para hacerlo es el atardecer o a primera hora de la mañana, momentos precisos para regar el resto del huerto también, ya que el calor no es asfixiante y el agua no tiende a evaporarse tan rápidamente.

Una buena opción para ayudar al drenaje es es agregar sustrato poroso en el fondo de la maceta: piedras, guijarros, piedra pómez… Una buena combinación podría ser: bolitas de arcilla, gravilla y perlita. El objetivo es que el exceso de agua salga del suelo rápidamente y no dañe las raíces.

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