¿Cuántas veces se lavan las zapatillas?

Aunque tu par favorito de zapatos de cuero o gamuza nunca debe lavarse, otros tipos de zapatos, como tenis o zapatillas para correr, pueden y deben lavarse a máquina una o dos veces al mes.

Cepilla las zapatillas con cuidado por dentro y por fuera con una escobilla para ropa. Debes enjuagar y reemplazar el agua tantas veces como sea necesario, hasta que ésta quede limpia, sin espuma, ni detergente. Al igual que el proceso anterior, déjalas secar al aire libre, sin que les llegue sol directo.

¿Cómo lavar las zapatillas en la lavadora?

Cada calzado es un mundo y, por ejemplo, no se recomienda en absoluto lavar zapatillas de ante en la lavadora, ya que el tejido podría dañarse y perder su calidad.

En promedio la recomendación es limpiar tus zapatos cada dos semanas. Pero esto es si sueles usarlo casi todos los días. Por ejemplo, el calzado de ir a la escuela de los niños debe lavarse con esta frecuencia o incluso más seguido. Si usas un mismo par de zapatos todos los días debes lavarlos semanalmente.

Muchos artículos sobre calzado mencionan utilizar el papel de diario como uno de los métodos más eficientes para secar las zapatillas. La forma de utilizarlo es envolver el exterior del calzado con 2 o 3 hojas y en el interior rellenarlo con el mismo papel y esperar a que se absorba la humedad.

Solo debes humedecer un paño con vinagre blanco y frotarlo con las zapatillas. En cuestión de minutos, el olor desagradable habrá desaparecido. Como se puede ver, sí es posible quitar la peste de unas zapatillas de estar en casa.

Todas las zapatillas sean deportivas o de vestir, y sean blancas o de otro color deben lavarse en el tambor preferiblemente sin otras prendas de ropa y por supuesto, sin más zapatos. También es fundamental que se laven en agua fría y sin centrifugado, aunque luego tengas que esperar algunos días a que queden secas.

Coge un recipiente y vierte en él una cucharadita de bicarbonato y una cucharada de detergente para lavar la ropa. Remueve bien hasta que quede una pasta homogénea. Con el cepillo de dientes toma un poco de la mezcla y comienza a frotar con suavidad tus zapatillas hasta que la suciedad se desprenda de la tela.

Sí, puedes limpiar Converse blancas en tu lavadora. Sin embargo, el fabricante advierte que así es posible que se deterioren de manera más rápida. Con ello, puedes lavarlas con un programa de corta duración, que utilice agua fría y un centrifugado suave. Es recomendable quitar previamente los cordones y las plantillas.

Mezcla bicarbonato de sodio con vinagre blanco hasta obtener una pasta. Aplica la pasta sobre las manchas difíciles y frota suavemente con un cepillo o un paño. Deja actuar durante unos minutos o incluso una hora y luego enjuaga con agua limpia.

Moja una esponja o un cepillo en una mezcla de agua, jabón neutro y un poco de bicarbonato de sodio. Haz movimientos circulares y luego pasa un paño seco para quitar los restos de la mezcla. Una vez terminado este proceso, déjalas secar a la sombra para que no pierdan el color con el sol y listo.

Se estima que hay, en promedio, 421 000 bacterias en cada zapato y estas pueden sobrevivir en ellos durante varias semanas.

Cómo limpiar tus zapatos por dentro

Para hacerlo es muy fácil, solo necesitas mezclar un poco de agua tibia con un poco de vinagre blanco o bicarbonato de sodio, y vaciar la mezcla en un recipiente con spray, único para esta función.

Estos son los pasos a seguir.

También puedes ponerlas cerca de un ventilador o una salida de aire caliente para que se sequen más rápido. Cambia los papeles de periódicos cuando haga falta: Si tus zapatillas están chorreando, puede que tengas que cambiar el papel de periódico unas cuantas veces.

Para evitar que queden manchas amarillas envuelve cuidadosamente tus tenis con servitoallas o papel de baño. Esto servirá para absorber el exceso de agua. Pon tus tenis en algún lugar con ventilación y espera a que se sequen.

Retira las plantillas: puedes secarlas al aire por separado o colocarlas cerca de un ventilador para acelerar el tiempo de secado. Retira o afloja las agujetas: abre el calzado para que pueda respirar. Rellena el calzado: arruga el periódico ocultando las áreas con mucha tinta que puedan dejar marcas en el calzado.

Remoja los pies en agua caliente con vinagre de manzana. Después de unos minutos, lávalos delicadamente e hidrátalos con una crema adecuada, ya que esta solución casera reseca bastante la piel.

En este sentido, es conveniente lavar los pies diariamente con agua y jabón, cambiar diariamente el calzado para permitir que se evapore la humedad del mismo, utilizar zapatos transpirables y de calidad, y ponernos calcetines o medias de fibras naturales, como el algodón, el hilo o la lana.

Si las zapatillas son de cuero o de ante, jamás deben meterse en la lavadora. En caso de lavar a máquina unas zapatillas de lona o sintéticas, se recomienda usar un lavado rápido, con el mínimo centrifugado y dejarlas secar al aire, lejos de ninguna fuente de calor.

Habitualmente, la aparición de este color se produce por una reacción química en la mediasuela de la propia sneaker, provocado por los productos ignífugos que se utilizan durante la producción de la goma que compone la zapatilla.

Muchos se preguntan si es posible lavar las zapatillas estilo converse en la lavadora. La verdad es que no pasa nada, aunque no es muy recomendable. Puedes hacerlo de vez en cuando, pero no lo hagas a menudo porque podrías dañar el calzado.

Solo tienes que humedecer el cepillo de dientes, a ser posible de cerdas suaves, en agua y aplicar una buena capa de pasta dental sobre la goma, dejarla actuar unos minutos y después retirar con la ayuda de un estropajo.

Mezcla media cucharadita de lavaplatos en medio litro de agua. Con el cepillo pequeño, mezcla bien y frota los zapatos. Al terminar, sumerge un paño en agua limpia y enjuaga tus zapatos. Rellena los zapatos con papel secante o de cocina y déjalos secar cerca de una fuente de calor.

Este método también funciona con 1 cucharada de bicarbonato de sodio y 1/2 cucharada de combinación de agua oxigenada y peróxido de hidrógeno. Usa un cepillo de dientes sumergido en la mezcla para frotar los zapatos, espera 30 minutos para que el bicarbonato de sodio haga su magia y luego enjuaga con agua.

En un recipiente profundo añade abundante agua fría y un poco de jabón especial para lavar a mano. Frota la zapatilla con la ayuda de un cepillo suave (de dientes o de ropa), pasando sobre todo por las zonas más sucias y el interior. ¡Sin olvidar la suela!