¿Cuánto dura un suelo de parquet?

La duración de un parquet, tarima o suelo de madera, depende de múltiples factores como es natural. En primer lugar de la calidad de la instalación y por otro lado, de la calidad de los materiales elegidos. Con un mantenimiento adecuado, puede durar entre 20 y 30 años o incluso más.

En general, la vida útil del parquet puede ser de hasta 50 años, aunque esto puede variar según el uso que le demos y el tipo de madera utilizada. Asimismo, cuando realizamos el acuchillado y barnizado de parquet en casa, nos permite conservar el pavimento en buenas condiciones entre los 15 y 20 años.

La longevidad del suelo laminado dependerá de una combinación de factores. Algunos productos de baja calidad mal instalados pueden tener que ser reemplazados en 8 – 10 años. Al mismo tiempo, otro laminado puede ser un material de revestimiento de suelos perfecto durante 25 – 30 años o incluso más.

Tendremos que prestar especial atención a la frecuencia de limpieza. Por norma general, solo necesitamos limpiar el parquet una vez por semana. En esta línea, es fundamental no abusar del fregado ya que puede resultar contraproducente para la madera.

Parquet flotante vs suelo laminado

La diferencia entre parquet flotante y suelo laminado es muy amplia. Mientras que el “parquet” se refiere a un revestimiento compuesto principalmente de madera maciza, el suelo laminado no está compuesto de ésta, sino que se trata simplemente de una imitación de madera.

Lo primero que tendrás que hacer es aspirar todo el parquet, para posteriormente pasar una fregona humedecida – recuerda mojarla poco y escurrirla mucho- en una mezcla de vinagre rebajado con agua. Una vez fregado el suelo, hay que secarlo con unos paños secos, ¡et voilà, tu suelo volverá a brillar!

Si se moja nuestro parquet, lo mejor que podemos hacer es secarlo de la forma más rápida posible para evitar futuras filtraciones. Y es que si el agua se queda entre la madera y el suelo, esta puede perjudicar seriamente nuestro parquet.

Cómo mantener el piso de parquet

CONCLUSIONES: Si buscas calidad y una vida útil asegurada, la tarima de madera es una apuesta segura. Los suelos laminados, por su parte, resuelven necesidades más puntuales, por eso son los preferidos de los usuarios más jóvenes y/o con estilos de vida menos estables.

El tiempo exacto depende de varios factores, pero pueden durar 30 años —incluso más de eso—.

Fregonas de microfibra: la mejor para el parquet. Las fregonas de microfibra están hechas de fibras muy pequeñas, con una mezcla de poliéster y poliamida o nylon.

Vinagre y jabón

El vinagre y el jabón son una muy buena combinación a la hora limpiar un parquet muy estropeado. Deberás utilizar unos 50 mililitros de vinagre blanco y echarle una cucharada de jabón en polvo común. Esta mezcla, debes echarla en 4 litros de agua tibia y esperar a que a se mezcle bien.

El coste medio de pulir el parquet se sitúa alrededor de 15 €/m² . Este precio, sin embargo, puede ser diferente según las condiciones en las que se encuentre la superficie, las dimensiones de la zona que se vaya a trabajar o el tipo de barniz que se aplique después, entre otros aspectos.

Como veras el parquet en general es más caro que una tarima flotante ya que está fabricada con madera natural.

Es recomendable elegir un parquet con una melanina de alta calidad para garantizar un aspecto final atractivo y duradero. Si además es un tablero hidrófugo tendrá mayor resistencia a la humedad, estos se distinguen por ser de color verde en vez de marrón claro.

La tarima maciza es la reina de los parquets por excelencia. Es el parquet más resistente y duradero, además del más elegante y noble. Las tarimas son completamente macizas, con grosores que pueden oscilar entre los 15 y los 30 milímetros, llegando incluso a más cuando se trata de tarimas para exteriores.

El vinagre blanco usado en madera es muy perjudicial, ya que produce manchas y pérdidas de color en los suelos de parquet. Sin embargo, es cierto que en los muebles de madera no ocurre lo mismo. Al contrario, el vinagre blanco combinado con aceite de oliva sirve para eliminar la suciedad y posibles manchas.

Vinagre y jabón.

Para ello, añade en 4 litros de agua 50 ml de vinagre blanco y una cucharada de jabón neutro en polvo. Si el agua está tibia obtendrás mejores resultados, además el jabón se disolverá mejor. Escurre muy bien la fregona para parquet o el paño antes de limpiar el piso.

Dependiendo de cuánto se mojó el piso esperaremos de 2 a 6 meses.

El parquet suele dilatarse ligeramente por el cambio de temperaturas: cuando hace calor la madera se expande y, cuando hace frío, se contrae. Si al dilatarse encuentra algún material que le impide el paso, se deforma expandiéndose hacia otro lado, momento en el cuál vemos que se levanta del suelo.

Si notas huecos debajo del parquet, puedes utilizar una jeringa de pegamento y cola para madera. Perforar pequeños agujeros donde el parquet se escucha hueco y luego inyectar el pegamento. Colocar peso sobre el área durante un día para que las tablas de parquet vuelvan a pegarse al suelo.

Para ello podemos aplicar calor con un secador de pelo, o bien podemos tratar de extraer la humedad mediante un deshumidificador. Otra opción es situar sobre la zona un paño absorbente. Cuando la el aglomerado está casi seco, es la hora de aplicar presión para que el tablero vuelva a su forma original.

La solución es tan sencilla como untar unas gotas de aceite de girasol en un trapo de algodón y frotar en círculos para que desaparezcan las marcas. Además, si el suelo tiene un tono más oscuro, se puede añadir unas gotas de vinagre de vino tinto a la mezcla para que coja color.

El vinagre de limpieza es un antical conocido es capaz de deshacerse de los restos de cal que suele obstruir los grifos, especialmente en zonas de agua dura.

Los suelos de madera son perfectos para crear ambientes templados, cálidos en invierno y frescos en verano. Elegir un suelo de madera siempre es una buena opción. Pisar sobre madera nos aporta calidez y confort. Sus propiedades naturales aíslan a nivel térmico y acústico, y, además, expulsan la humedad.

Aunque los pisos laminados tienen, en promedio, un costo mayor al de los vinílicos convencionales.

Los suelos laminados tienen un precio inferior a los vinílicos de este tipo, aunque esta diferencia lleva años menguando. En ambos casos estamos ante precios muy competitivos. Durabilidad.