¿Cuánto tiempo duran las calabazas cocidas en el refrigerador?

Verduras cocidas: entre 3 y 4 días, pero ten en cuenta que algunas cogen una textura de corchopán, como las patatas. Conservas abiertas: de 4 a 5 días. Si vienen en lata y sólo consumes una parte, pásalas a un recipiente de cristal o táper hermético.

Las calabazas talladas generalmente duran entre tres y cinco días, aunque algunas pueden alargarse hasta dos semanas.

Las calabazas hay que mantenerlas en lugares frescos y secos (temperatura ideal entre 10ºC y 16ºC), con una buena circulación de aire. Pudiendo aguantando de 3 a 6 meses desde su recolección.

“La verdura fresca, es decir, la verdura no envasada en atmósferas modificadas, pierde rápidamente las vitaminas cuando la guardamos en la nevera, por lo que lo ideal sería comprar para no más de 2 o 3 días”, indica Pérez. Los purés, guisos o sopas “podemos mantenerlo de 3 a 4 días”, añade.

Las calabazas suelen almacenarse, de manera tradicional, en ambientes sin control de temperatura y bien ventilados, al abrigo de los fríos. La humedad relativa debe mantenerse por debajo del 70 % para evitar el desarrollo de podredumbres.

La piel debe estar firme y dura: está destinada a proteger la pulpa, por lo que no debes escoger una calabaza magullada o de piel suave, ni que tenga rayas o imperfecciones en su superficie. De lo contrario, podría llegar a pudrirse en muy poco tiempo. Busca un tallo adherido a la calabaza y estar seco y firme.

Como norma general se han de proteger de focos de calor, frio y luz. Las calabazas hay que mantenerlas en lugares frescos y secos (temperatura ideal entre 10ºC y 16ºC), con una buena circulación de aire. Pudiendo aguantando de 3 a 6 meses desde su recolección.

Una vez esté cocinada, déjala enfriar y, al igual que hemos hecho con la calabaza en crudo, guárdala en bolsas especiales para refrigerar. Para descongelarla, sigue el mismo proceso, déjala en la nevera hasta que se descongele por completo.

Para conservar las calabazas vacías durante más tiempo, sumérgelas en agua con lejía (en una medida de una cucharada de lejía por cada litro de agua) durante un para de horas. Después se dejan secar al aire y se sellan untando todo el interior con vaselina o rociando el interior con pegamento en spray.

Cocina la calabaza (o trozos de calabaza) según la forma que prefieras (cocida, asada o frita), y congélalas separadas en un táper o recipiente ancho durante unas 12 horas aproximadamente. Una vez congelados los trozos de calabaza, los podrás añadir en bolsas de congelación para aprovechar el espacio del congelador.

Por su parte, los grupos de alimentos que te mencionamos a continuación se pueden guardar sin problema en la mayoría de los estantes de la nevera: Verduras cocinadas: de 3 a 5 días. Estofados, guisos y caldos sin carne o pescado: de 3 a 4 días.

Los guisos y purés, así como los caldos y derivados duran entre tres y cuatro días en la nevera.

Para conservar los purés o las papillas del bebé en la nevera se debe tener en cuenta que el tiempo máximo para tenerlo guardado en el frigorífico son 48 horas.

Para congelarlas puedes usar tuppers, bolsas, o incluso guardarlas en hieleras para tener pequeñas porciones. Si lo que quieres es guardar el puré de calabaza en botes, debes hacer el proceso de envasado al vacío que sigues habitualmente con otros ingredientes para hacer conservas caseras.

Utiliza etiquetas: Asimismo, un truco muy sencillo, es marcar cada bolsita o recipiente con la fecha en la que lo hemos congelado. De esta manera, nos será mucho más sencillo llevar un control sobre su vida útil. La calabaza, por ejemplo, aún congelada, dura alrededor de 2 meses antes de perder propiedades.

Congelar la calabaza fresca

Una vez pelada y limpia, córtala en dados de 2 o 3 centímetros y guárdalos en una bolsa hermética para congelarlos. Cuando quieras emplear esta hortaliza, solo tendrás que descongelarla en el frigorífico.

En estos casos, se recomienda utilizar una calabaza cucurbita maxima, de forma redonda, que suele llamarse Ruperta. Sin embargo, la cucurbita moschata, conocida como Butternut o también violín o cacahuete por su forma, también funciona en esta receta y es más fácil encontrarla en el mercado.

La calabaza es totalmente comestible, por dentro y por fuera: desde las semillas hasta la piel. No solo existen en otoño, también las puedes encontrar en verano y se pueden realizar todo tipo de recetas con ella: tanto dulces como saladas.

Y otros usos que podemos darle a esos restos de calabaza -ya sea cocida o asada- es como espesantes en sopas, guisos y salsas, por no hablar de la enorme cantidad de preparaciones dulces que podemos hacer con calabaza: bizcochos, tartas, mermeladas, magdalenas, tortitas, flanes, etc.

¡Puedes cortarla a trozos, poner todos los trozos en el horno, meter en un tupper los que no te vayas a comer y ponerlo en el congelador! Así podrás conservar perfectamente tu calabaza asada hasta que la utilices en tu próxima receta.

Si se trata de naranja, limón, uvas, piña, pepino o calabaza, meterlas en la bolsa de papel sólo hará que se ablanden, pero no que maduren. Si deseas que maduren, debes ayudarlas agregando un plátano dentro de la bolsa.

Cómo conservar el calabacín

En puré o cocido o en compota. 12 meses.

Cocina la calabaza (o trozos de calabaza) según la forma que prefieras (cocida, asada o frita), y congélalas separadas en un táper o recipiente ancho durante unas 12 horas aproximadamente. Una vez congelados los trozos de calabaza, los podrás añadir en bolsas de congelación para aprovechar el espacio del congelador.

No conservar las cremas más de tres meses en el congelador.

Cómo secar calabazas

Las especies de calabazas domesticadas son:

• Calabaza pipiana, arota, calabaza pinta, tecomata, chihua (Cucurbita argyrosperma subsp.
• Chilacayote o chilacayota (Cucurbita ficifolia)
• Calabaza kabosha, zapallo (Cucurbita maxima)
• Calabaza de pellejo, calabaza de casco, tamalayota, k´uum (Cucurbita moschata)