¿Cuánto tiempo duran los boletus?

Aunque es preferible consumir esta seta lo más fresca posible, el boletus aguanta una semana. El boletus edulis es muy versátil en la cocina.

Cuánto tiempo puedes conservar el boletus en la nevera

El cocinero Carlos Pelegrí revela al diario Heraldo que puedes tener el boletus edulis durante una semana en el refrigerador sin que pierda nada más que un poco de aroma, aunque su consejo es consumir la seta más fresca posible.

Conservación

Ya solo falta introducirlas en la nevera y consumirlas: ten en cuenta que, si las conservas enteras, durarán hasta 10 días, mientras que si las troceas reducirás este tiempo a unos 7 días como máximo. Otra opción es cocinarlas, en cuyo caso también podrán durar hasta 10 días aptas para su consumo.

Lo ideal es guardar las setas en una bolsa de papel opaca, que impida el paso de la luz y que evite la condensación en el interior. Son perfectas las bolsas que usan ahora muchas panaderías para el pan.

Una vez en casa, y antes de limpiar los boletus recogidos, hay que comprobar que estén sanos. Si la parte inferior del sombrero está dañada o muestra un color amarillo verdoso, es mejor tirarla. También hay que fijarse en que la seta no tenga caminos de gusano. Si hay alguna parte dañada, se recorta y listo.

¡Es muy fácil! Extiende las setas en una bandeja y déjalas secas al exterior. Es importante que no les toque el sol directo; debes buscar un lugar un poco resguardado. Una vez secas guárdalas en recipientes dentro de la nevera.

Si los boletus son jóvenes y/o pequeños, no es necesario eliminar esta esponja, pero sí en el caso de boletus más grandes. Para quitarla nos ayudaremos de un cuchillo o directamente de los dedos. Esta esponja la podremos utilizar para darle sabor a setas a nuestros caldos de carne o verduras.

La mejor manera para limpiar los boletus es con un paño o un cepillo, pero sin apretar demasiado. Nada de usar agua, ya que el hongo la absorbería y perdería gran parte de sus propiedades. Una vez limpios, solo resta cortar el pedazo del pie cubierto de tierra y dejarlos listos para preparar nuestra receta.

Asimismo, siempre que se encuentren a una temperatura inferior a los -20º C, se logrará mantener e incluso potenciar su aroma y sabor. Si se congelan en estado crudo, las setas pueden permanecer inalterables entre 6 y 9 meses, aunque es preferible que se consuman antes de ese tiempo y evitar que pierda sus propiedades.

En resumen, para conservar mejor los boletus es importante limpiarlos adecuadamente, guardarlos enteros sin cortar, almacenarlos en bolsas de plástico en el frigorífico, secarlos al aire libre o congelarlos para su conservación a largo plazo.

Este hongo es uno de los más apreciados, en todos sus tipos, y crece tras las lluvias intensas y la llegada del sol en un periodo que puede oscilar entre los 10 y 15 días. Todo dependerá de la cantidad de las precipitaciones y de la temperatura, dos aspectos indispensables para su crecimiento.

Los métodos más comúnmente utilizados en el mantenimiento y preservación de hongos son: liofilización 1-6, congelación 7-10, bajo capa de aceite mineral 11-14 y en agua destilada estéril 6, 15-21.

Si el congelador congelador dispone de una bandeja de congelación rápida conviene mantener las setas en esta zona durante las primeras 24 horas de congelación para pasarlas después a la zona de temperatura normal (-18º). Así se conservan hasta seis meses.

Repartimos las setas en dos o tres bandejas de horno y las ponemos a 80-90º C hasta que queden bien secas. En el proceso podemos darles la vuelta cada 30 minutos. Lo normal es que será necesario un mínimo de dos horas -dependiendo del grosor de nuestras láminas- para que las setas queden bien deshidratadas.

Solo hay que colocar las setas en la la rejilla, con calor arriba, abajo y ventilador, y a baja temperatura, es decir, a 50-60ºC. En 4h estarán listas. Que nadie sufra por el consumo, ya que la temperatura es muy baja. Con la ayuda de un paño, puedes dejar la puerta entrabierta para que así salga la humedad.

Foto de Boletus erythropus, su carne azulea al corte.

Boletus edulis: El boletus más famoso y más buscado. Sus principales características son su carne blanca y cierta viscosidad en su sombrero si el ambiente en el que crece es muy húmedo. Una línea blanca en la parte exterior de su sombrero y su tono pardo ocre te ayudarán a diferenciarlo si vas a recolectarlo al bosque.

Muy probablemente podremos disfrutar al máximo del resto del boletus. A parte de los rastros de gusanos, también nos tenemos que fijar en la parte inferior del sombrero. Si tiene un color amarillo o verde claro, hay que quitarlo.

En su lugar es preferible guardarlas en una bolsa de papel o, en su defecto, dentro de un recipiente cubierto por un paño. Esto impedirá que las setas se sequen o cojan olores, pero también les permitirá respirar y alargará su vida útil, pudiendo durar hasta 15 días.

RESPUESTA: Eres de lo más cuidadosa Lorena, a una temperatura constante e idónea como son los 2 grados de temperatura en el compartimento de verduras del frigorífico, puedes tener champiñones frescos al menos unos 15 días. A unos 6 grados, tal vez menos, aunque se siguen conservando muy bien.

Además, los champiñones pueden permanecer en la nevera hasta una semana si los conservamos adecuadamente y pueden solucionarnos más de una comida.

Zonas de luz solar directa: Los boletus son una especie heliófila, por lo que aman la luz y se desarrollan en zonas con luz solar directa o radiación solar intensa. Por ello, suele haber boletus en las solanas —laderas de exposición sur o sureste— y zonas relativamente llanas.

¿Cuándo podemos encontrar Boletus edulis? Suele aparecer desde finales de verano hasta finales de otoño.

Diferencias entre moho blanco, verde, negro y marrón

En este caso, se puede comer tranquilamente y no hay ningún tipo de peligro. Sin embargo, el preocupante es el verde, negro y marrón. En este caso, es muy importante evitarlo, ya que puede causar una intoxicación alimentaria y lo mejor es tirar la seta entera.

Hidratar los hongos con 1 taza de caldo caliente, 2 horas.

Lavar muy bien los hongos y ponerlos en remojo en té caliente durante 1 hora aproximadamente para que se hidraten.