¿Cuánto tiempo puedo estar en el sol sin quemarse?

Según explica un equipo de investigadores españoles de Sanitas, se estima que, para evitar quemarse, no deberíamos estar más de 29 minutos al sol veraniego -frente a los 120 minutos de invierno-. Asimismo, para sintetizar la vitamina D basta con unos 10-15 minutos de exposición diarios.

Se estima que para no quemarse, la población española en general no debe estar más de 29 minutos sin fotoprotección solar bajo el sol en verano y se necesitan 120 minutos en invierno y 10 en verano para sintetizar las cantidades recomendadas de vitamina D.

La quemadura puede ser intensa y nunca se broncea. Fototipo II. Piel blanca y ojos azules: siempre se quema fácilmente, en particular, a los 25 minutos de exposición solar. La quemadura puede ser intensa.

La mayoría de las personas pueden permanecer al sol hasta 1 hora durante el pico de sol (de 10 a. m. a 2 p. m.) sin quemarse . Sin embargo, las personas con piel muy sensible y los bebés siempre deben protegerse de la exposición prolongada al sol. Use gafas de sol que bloqueen los rayos UV en los días soleados.

Depende de su tono de piel, edad, historial de salud, dieta y lugar donde viva. En general, los científicos creen que de 5 a 15 minutos (hasta 30 si eres de piel oscura) es suficiente para aprovecharlo al máximo sin causar ningún problema de salud . Puedes permanecer fuera más tiempo y obtener el mismo efecto si usas protector solar.

Tomar muy poco sol, sobre todo en los meses de invierno, puede hacer que algunas personas se vuelvan propensas a una forma de depresión conocida como trastorno afectivo estacional. La luz solar también ayuda a que la piel produzca vitamina D, que es necesaria para la función normal de los huesos y la salud.

Podemos concluir que la genética tiene un impacto en el color de la piel . Esto incluye genes relacionados tanto con el color natural de la piel como con la respuesta de la piel a la luz solar. Y estos últimos son los que juegan un papel a la hora de controlar si tienes más probabilidades de quemarte o broncearte.

Además, ten presente que, aunque el cielo esté nublado, es posible quemarse de todas formas, ya que las nubes no impiden que la radiación del sol pase a través de ellas. Las horas más seguras y apropiadas para tomar el sol van desde que amanece hasta las 11 de la mañana, además de desde las 18 horas hasta el anochecer.

La luz solar puede mejorar nuestro estado de ánimo, disminuir la presión arterial, fortalecer nuestros huesos, músculos e incluso nuestro sistema inmunológico. Y una breve exposición es suficiente para cosechar todos estos beneficios.

Esto responde a la creencia de que estando en el agua, el bronceado será mayor. La realidad es que el agua refleja la radiación solar y actúa a modo de espejo; lo mismo ocurre en la piscina. De esta forma, corremos más riesgo de quemaduras solares.

En líneas generales, el tono bronceado dura aproximadamente dos o tres semanas tras la última exposición solar intensa (recuerda que siempre debe ser con protección solar y evitando las horas de máxima intensidad).

La exposición regular al sol es la forma más natural de obtener suficiente vitamina D. Para mantener niveles saludables en la sangre, trate de recibir entre 10 y 30 minutos de luz solar al mediodía, varias veces por semana . Las personas de piel más oscura pueden necesitar un poco más que esto. El tiempo de exposición debe depender de qué tan sensible sea su piel a la luz solar.

El sistema inmunológico puede responder incluso si eres escrupuloso en el uso de protector solar y te mantienes hidratado durante las salidas al aire libre . Si alguna vez se ha sentido letárgico, dolorido o ha experimentado sensaciones generales de malestar después de la exposición al sol, esta respuesta inmune puede ser la culpable.

La intoxicación solar es una afección que puede ser causada por una sobreexposición al sol , y puede resultar en varios síntomas, como náuseas, dolor de cabeza, mareos e incluso vómitos.

En primavera y verano, el 25 por ciento del cuerpo (las manos, la cara, el cuello y los brazos) está expuesto al sol, y en estas estaciones, alrededor de 8 a 10 minutos de exposición al sol al mediodía producen la cantidad recomendada de vitamina D.

Las zonas del cuerpo que mejor absorben la vitamina D son la cara, los brazos y las piernas. Pero puesto que está desaconsejado exponer la piel del rostro al sol sin protección, la recomendación general sería exponer solo brazos y piernas sin protector solar.

Broncearse (en interiores o al sol) hace que la piel envejezca más rápidamente . Las arrugas, las manchas de la edad y la pérdida de firmeza de la piel tienden a aparecer años antes en las personas que se broncean. Cualquiera que se broncee también puede desarrollar una piel correosa, algo que no ocurre con las personas que nunca se broncean.

La falta de vitamina D hace que los huesos sean frágiles y “puede producir raquitismo en los menores y osteomalacia en las personas adultas”. Ambos problemas –raquitismo y osteomalacia– consisten en el reblandecimiento de los huesos, que no pueden absorber el calcio debido precisamente a la falta de vitamina D.

La piel de la mayoría de las áreas de las piernas es más gruesa y dura que la del resto del cuerpo y los rayos ultravioleta (UV) no pueden penetrarla fácilmente . La piel aquí también está más seca, lo que resulta en una exfoliación más rápida de las capas externas. Además, la piel seca desvía la luz ultravioleta, lo que hace que todo el proceso de bronceado sea menos eficaz.

Cuando su piel se expone a rayos UVA, ésta intenta protegerse de un mayor daño produciendo más melanina, el pigmento de la piel que la vuelve más oscura. Esto es lo que le produce un bronceado. Esto significa que el bronceado es una señal de daño de la piel.

En general, la radiación ultravioleta tiende a generar un tono de piel más oscuro en aquellas personas con piel de color marrón medio, moderado y marrón oscuro, pero no en aquellas con piel blanca, blanca pálida y de color marrón muy oscuro a oscuro. Las personas de piel blanca o pálida tienden a quemarse pero no a broncearse.

Para que el bronceado sea más rápido, es necesario aplicar una crema hidratante después de bañarse en los días en que se toma sol. La hidratación de la piel permite que no se descame y que no surjan manchas en la piel.

Los cítricos, especialmente naranjas, son uno de los alimentos más ricos en vitamina C que te ayudarán a mantener una piel mucho más joven y suave por más tiempo y, además, ayudarán a activar la melanina para acelerar el bronceado de manera natural.

Aún puedes broncearte mientras salga el sol , pero lo harás a un ritmo mucho más lento que cuando el sol está alto en el cielo.

Como sabéis, el sol tiene muchos beneficios para nuestro cuerpo ya que promueve la síntesis de la vitamina D, esencial para la absorción del calcio en nuestro cabello. Además, el sol estimula la circulación sanguínea en los vasos que suministran sangre al cuero cabelludo, por lo que el cabello puede crecer más deprisa.