¿Cuánto tiempo tarda en florecer el ajo?

Si los plantamos en verano, en pocas semanas tendremos unos brotes tiernos de ajos que podremos empezar a cosechar cuando alcancen los 20 centímetros. Aunque si queremos esperar a que se formen cabezas de ajos habrá que esperar unos 7 u 8 meses.

Empieza a florecer en primavera, pero no hay que dejar que la flor crezca. La flor va a acaparar todos los nutrientes del ajo, lo que provocará una disminución del tamaño del bulbo, y esto no nos interesa si queremos una buena cosecha de ajos.

El ajo tarda unos siete meses en llegar a su punto exacto para estar listo y hacia fin de año es la temporada ideal de cosecha, por eso, este es el momento de planificar un verano esplendoroso. Aromático, sabroso y saludable.

Indicaciones para el riego del ajo

Inicialmente se recomiendan riegos más ligeros y frecuentes (cada 2 días). Entre los 30 y 90 días se debe regar cada 4 o 5 días, aumentando de manera progresiva el tiempo de riego. Entre los 90 y 120 días se debe regar cada siete días más o menos, con aplicaciones de dos horas.

Para saber si la cosecha de ajo está lista para comenzar, lo mejor es fijarse en el aspecto de la planta. Los signos de maduración se ven tanto en los bulbos o cabezas del ajo como en las hojas de la planta: Los bulbos tendrán un aspecto apretado. Podremos ver los huecos entre los dientes si estos están maduros.

Empieza a florecer en primavera, pero no hay que dejar que la flor crezca. La flor va a acaparar todos los nutrientes del ajo, lo que provocará una disminución del tamaño del bulbo, y esto no nos interesa si queremos una buena cosecha de ajos.

Para una buena fertilización del cultivo es necesario el nitrógeno, sobre todo en la etapa inicial y final de la plantación. El nitrógeno ayuda al movimiento del agua debajo de la tierra para poder mantenerla húmeda.

Si los dientes de ajo ó plantas jóvenes han sido expuestos a temperaturas de 0 a 10 °C (32 a 50 °F) por uno ó dos meses la formación de bulbos se acelera. Cuando no ha ocurrido una exposición a temperaturas de menos 20 °C (68 °F) la formación de bulbos puede no ocurrir aún en días largos.

Un abonado correcto asegura que el ajo reciba todos los nutrientes esenciales, como el nitrógeno para el crecimiento de las hojas, el fósforo para el desarrollo de las raíces y el potasio para la formación de los bulbos.

Además de las propiedades que ya mencionamos que el ajo contiene, también tiene fósforo, potasio y yodo, elementos que son de suma importancia para tus plantas, ya que las ayuda a crecer saludables. Y es que el ajo es tan poderoso que además de nutrir a tus plantitas, evitará que las plagas las ataquen y las invadan.

Ajos compatibles con acelgas, berenjenas, escarola, fresas, lechugas, pepinos, pimientos, remolacha, tomates y zanahorias. Albahacas compatibles con berenjenas, pimientos y tomates. Alcachofas compatibles con apio, lechugas y pepinos.

De los ajos vamos a aprovechar los dientes de afuera, preferentemente de ajos de siembra sino algunos de verdulería también pueden funcionar. Cabe aclarar que por cada diente sembrado obtendremos una cabeza.

Se recomienda plantar los bulbos en otoño para obtener mejores resultados. Separa los dientes de ajo o las cebollas en bulbos individuales y plántalos a una profundidad de aproximadamente 5 centímetros, con la parte puntiaguda hacia arriba. Deja suficiente espacio entre cada bulbo para que puedan crecer sin obstáculos.

A finales de primavera o principios de verano sera el momento ideal para cosechar nuestros ajos, pues ya han terminado todo el ciclo de su cultivo y debemos prepararnos y tener unas pequeñas pautas para cosecharlos en el momento y punto idóneo.

Llenar un vaso con agua y sumergir los palitos con los ajos, dejarlos ahí unas 12 horas. Pasadas las 12 horas sacar el agua del vaso y lo tapar con nuestro repasador o lo que hayamos encontrado. Dejar tapado 48 horas. Tienen que empezar a salir las raíces.

recomendación siempre es cortarlo para canalizar la energía de la planta hacia la producción del bulbo es decir para que el bulbo no siga engordando.

Combate sobre todo la roya que es una de las peores enfermedades de los ajos. Esta operación hay que repetirla al menos tres veces. Las cenizas tienen que ser de madera.

Si nos orientamos por el calendario lunar, y según el dicho popular, cuando la luna mengua se siembra todo lo que va hacia abajo, y cuando crece se siembra lo que va hacia arriba. Este conocimiento ancestral que tienen los agricultores no falla nunca, por lo que el ajo debe plantarse en luna menguante.

Lo mejor para mantener la calidad del ajo es guardar el bulbo entero en un armario fresco, oscuro y bien ventilado (esto es algo que no solemos tener en cuenta). El ajo durará más tiempo almacenado a una temperatura de entre 15,5 y 18 grados. De esta manera, el ajo debería conservarse unos meses.

Allium sativum, el ajo es una planta perenne de la familia de las liliáceas de hasta 1,5 m de altura, hojas planas, flores verdosas o blanquecinas, a veces rosadas, muy poco abundantes (algunas veces inexistentes) que sobresalen con su largo pedúnculo sobre una cabezuela de bulbillos.

Además de propiedades insecticidas (toxicidad, repelencia, e inhibición del crecimiento y de la alimentación), el ajo también actúa contra bacterias, hongos y nematodos.

El ajo en las plantas

El insecticida perfecto, pues es un remedio natural y muy efectivo que combate a las plagas invasoras. Es de gran ayuda a la hora de potenciar el aroma de las flores.

Se caracteriza por tener un tallo largo y delgado, que puede alcanzar hasta 60 cm de altura, rematado con una umbela de flores pequeñas en forma de estrella. Cada una de estas flores tiene seis pétalos de color blanco o rosa pálido, y en su centro se encuentran los estambres con pequeñas anteras amarillas.

EL MEJOR MOMENTO PARA SEMBRAR AJOS

Hay dos épocas del año en la que se pueden sembrar cabezas de ajo: de octubre a noviembre o de enero a marzo. El sustrato o el terreno para plantar ajos debe ser ligero, evitando suelos apelmazados, y, muy importante, que esté bien drenado y no se estanque el agua.

Si vas a plantar en maceta, debes tener a mano un recipiente con tierra. Una vez lo tengas, introduce los dientes de ajo en la tierra con la punta más fina hacia arriba. En el caso de que optes por plantarlos en el suelo, deja siempre una distancia entre ambos de al menos 10 y 15 centímetros.

Estos son algunos de los cultivos que no debes sembrar juntos:

7,00 € impuestos inc.