¿Cuánto vive un árbol de pera?

Descripción. Crece de 2 hasta 20 m de altura y su fruto es la pera. Vive de promedio 65 años, aunque puede llegar hasta los 400. De raíz leñosa profunda, tronco erecto, de color gris con corteza agrietada.

Raíces. El sistema radicular del peral es de tipo pivotante, con raíces leñosas y profundas, con una extensión en superficie del suelo que como mínimo dobla a la de la copa. Las hojas son caducas, alternas, ovaladas o elípticas, ligeramente aserradas, finas y de unos 10 cm de largo cuando están plenamente formadas.

El peral es un árbol caducifolio (pierde sus hojas estacionalmente) que puede crecer hasta 12 metros (40 pies) de altura o incluso más. Casi todos los árboles de pera que se cultivan para obtener las frutas son caducifolios, pero hay unas pocas variedades (sobre todo ornamentales) que son de hoja perenne.

Los perales requieren cerca de 900 a 1,000 horas de frío, aunque prospera en climas templados y algo húmedos, siendo más resistente al frío que al calor. Florece a 7 ºC y resiste temperaturas de -18 ºC.

Por lo general, el abonado de las peras debe ser media o media-baja, para evitar una excesiva formación de hojas y de profundidad de raíces. En regiones más húmedas, el abonado para perales más idóneo es el NPK 1-1-1. En regiones áridas, puede aparecer deficiencias de potasio y de boro.

Los árboles de pera se podan cuando están en latencia, pero al menos un par de semanas después de la última helada (de febrero a marzo en la mayoría de los casos). No se debe podar cuando las hojas se están desarrollando (las ventosas o los brotes del agua están excluidos, se deben quitar tan pronto como sean vistos).

Por lo tanto, la respuesta a la pregunta ¿por qué se ponen negras las hojas del peral? se encuentra en el ataque de este hongo, el cual provoca en los frutos la aparición de manchas negras o de color marrón oscuro, lo que se conoce como roña.

Requiere suelos homogéneos y profundos. No le convienen los suelos muy secos ni muy húmedos. Cuando se planta peral sobre membrillero le convienen los suelos con un pH 6.5 a 7.5, cal activa menor del 7%, fértil, con una profundidad mínima de 50 cm y sin salinidad.

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Los árboles de pera se podan cuando están en latencia, pero al menos un par de semanas después de la última helada (de febrero a marzo en la mayoría de los casos). No se debe podar cuando las hojas se están desarrollando (las ventosas o los brotes del agua están excluidos, se deben quitar tan pronto como sean vistos).

Los perales son exigentes en agua, por lo que en secano sólo puede cultivarse con pluviometría superiores a los 600 mm anuales, de lo contrario deben suministrársele riegos tanto mayores en número cuanto más tardía sea la variedad. Por lo general requiere una orientación intermedia, aireada y no demasiado ventilada.

Condiciones y Preparación del Suelo para el Cultivo de Perales. El peral puede prosperar en un suelo promedio con un pH cercano a 7, siempre que esté bien drenado y libre de agua estancada. Sin embargo, los mejores rendimientos se producen en suelos fértiles arenosos con un pH entre 6 y 7.

El lugar para sembrar un peral debe recibir plena luz de sol, ya que los árboles de peras necesitan del sol para poder crecer bien. También cuida que el aire circule bien en el lugar, pero que no hallan grandes ventarrones y que el agua se drene muy bien entre la tierra sin que esta se desgarre o encharque.

Floración: se da a finales de marzo-principios de abril, cuando la temperatura alcanza los 10 ºC, modificándose estas fechas con la variedad y con la localización del cultivo.

Las flores se dan en primavera. Los frutos maduran en brotes que tienen 2 o más años. Maduran a finales del verano u otoño dependiendo de la variedad. El peral promedio puede producir una cantidad notable de frutos desde los 4 a 6 años de edad y puede continuar haciéndolo hasta los 30 a 40 años de edad.

Trasplante: Se efectúa en primavera. Suelo: Fértil y bien drenado, no necesita suelos muy profundos ya que sus raíces son superficiales. Riego: El peral requiere una humedad discreta de la tierra (interior de Aragón), por lo tanto debe regarse en los períodos de sequía y especialmente para las plantas jóvenes.

Dardo: son ramos muy cortos (no hay crecimiento longitudinal) característicos de los árboles de pepita como es el caso del peral. Resultan de la transformación de una yema de madera. Se pueden disponer directamente sobre las estructuras de las ramas o bien sobre un pequeño ramo de pocos centímetros de longitud.

El momento adecuado para podarlo es antes de que empiece a producir limones o cuando haya terminado de hacerlo, es decir: entre enero y febrero o entre junio y julio. Conviene esperar tres temporadas antes de la primera poda, ya que antes los ejemplares suelen ser frágiles.

Los perales florecen formando racimos de flores (corimbos), surgen antes que las hojas, con lo que un peral en plena floración presenta un color prácticamente blanco.

Los métodos más comunes de tratamiento y gestión de enfermedades arbóreas son:

Tratamiento contra el moteado del peral

Para combatir a este hongo hay que aplicar fungicidas sistémicos como ARTIC JED o DOMARK EVO, los cuales impiden el desarrollo del hongo.

Para el control de las larvas, se puede ser aplicar (espolvorear) tierra de diatomeas en forma seca sobre la planta o bien mediante una dilución en agua en proporción de 1 kilogramo por cada 100 litros de agua.

Producción del peral

El rendimiento promedio de un peral maduro y saludable de altura estándar es de 200 libras (90 kg), mientras que los árboles semi enanos maduros producen un promedio de 100 libras (45 kg). Tenga en cuenta que puede haber grandes variaciones en estas cifras.

Modo de fructificación: sea cual sea el método de conducción, la fructificación del peral se efectúa sobre madera de 2, 3 o 4 años, siendo raro que se produzca sobre madera de 1 año.

Más o menos introducimos la semilla tres centímetros en un sustrato especial, que AQUÍ podrás leer como hacerlo, y regamos. Pasado tres semanas empezaremos a ver cómo empieza a germinar la semilla de pera. Es importante que esto lo hagamos cuando sea principios de primavera.

En la formación y el rejuvenecimiento de frutales queremos estimular el crecimiento vegetativo, por lo tanto, tendremos que intentar podar en luna nueva (entre luna nueva y luna llena), cercanos al cuarto creciente.