¿Cuántos buitres negros hay en España?

La población del buitre negro se encuentra en una evolución positiva en España a pesar de los problemas surgidos con su fuente de alimentación hace unos años y asciende actualmente a entre 2.548 y 3.140 parejas, según el último censo coordinado por SEO/BirdLife.

El buitre negro, el alimoche común, el quebrantahuesos y el buitre leonado sobrevuelan el cielo peninsular.

En la actualidad, se encuentra muy ligado a las grandes extensiones forestales mediterráneas, generalmente situadas en regiones remotas, escasamente accesibles y poco habitadas del cuadrante suroccidental de la Península (Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid y Andalucía), así como en Baleares, donde ...

Por orden de importancia el buitre negro se encuentra en Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Madrid, Islas Baleares y Cataluña. Extremadura acumula 964 parejas, que suponen el 37,9% de la población española y solo Cáceres, con 854 parejas, acoge el 33,6% del total.

España tiene el 90 % de las poblaciones de buitres de la Unión Europea y en su territorio habitan cuatro variedades: quebrantahuesos (Gyapetus barbatus), buitre leonado (Gyps fulvus), alimoche (Neoprhon pernopterus) y buitre negro (Aegypius monachus).

Es una de las aves más grandes del mundo con un plumaje muy oscuro. Es menos gregario que el buitre leonado y se le suele ver en solitario o formando pequeños grupos. La envergadura puede llegar hasta los 2,90 m y puede llegar a pesar hasta 12 kilos.

​​ Los buitres se encuentran distribuidos por todos los continentes, excepto la Antártida y Oceanía.

Su nombre científico es Aegypius monachus, pero es más conocida como buitre negro. Es una especie de ave accipitriforme de la familia Accipitridae, la única de su género. Está considerada el ave rapaz más grande de la Península Ibérica y una de las más voluminosas a nivel mundial.

La imagen del buitre se ha asociado tradicionalmente a todo lo negativo: se relacionan con la mala suerte, la traición, la carroña e incluso con las enfermedades. Pero estas rapaces son indispensable para el mantenimiento de los ecosistemas. He aquí algunas características sobre ellas.

Buitre negro - Aegypius monachus. Se trata del ave de mayor envergadura presente en España, pues alcanza los 250-295 cm. En vuelo presenta una silueta compacta con alas muy rectangulares y cola corta.

En realidad hay que admitir que durante las primeras horas de la mañana y con carácter general es cuando el buitre se alimenta. Cuando nota una ligera brisa en su posadero la aprovecha para remontarse y si el sol calienta, inicia la ascensión hasta casi perderse de vista.

Su dieta consiste principalmente en carroña, los restos de animales muertos. Tienen varias adaptaciones para alimentarse de carroña. La falta de plumas en la cabeza les ayuda a evitar ensuciarse mientras comen. Sus fuertes picos en forma de gancho están adaptados para arrancar trozos de carne del cadáver.

El grueso del paso se extiende básicamente desde mediados de octubre a mediados de noviembre con importantes goteos continuados tanto desde finales de septiembre como hasta mediados de diciembre.

El grueso de la población se concentra en Aragón y Castilla y León fundamentalmente, así como en Andalucía, Navarra, Castilla-La Mancha y Extremadura. Falta, sin embargo, en Galicia, Canarias, Ceuta y Melilla.

Buitre de gran tamaño, puede alcanzar el metro de altura y superar los 10 Kg de peso, con alas grandes y anchas que se aproximan a los 3 metros de envergadura alar. Se considera el ave rapaz más grande del Paleártico. La coloración dominante es el marrón oscuro, casi negro cuando son jóvenes, y aclarándose con la edad.

Estas aves están divididas en dos grandes grupos, los buitres del Viejo Mundo con 16 especies, distribuidas en África, Europa y Asia, y los buitres del Nuevo Mundo con siete especies distribuidas desde Canadá hasta América del Sur (^{Johnson et al., 2016}; ^{O´Neal, 2016}).

El tragopán dorsiblanco (o jujurana, que significa "rey de las aves") es uno de los faisanes más vulnerables del mundo. Solo quedan 3300 ejemplares en estado salvaje. El tragopán dorsiblanco (o jujurana, que significa "rey de las aves") es uno de los faisanes más vulnerables del mundo.

El buitre negro es la especie más grande del orden Falconiformes, familia Accipitridae, que habita el Paleártico, pudiendo alcanzar los 10 kg de peso y una envergadura alar de unos 295 cm (Hiraldo, 1977).

Empezaremos por el de mayor envergadura, el buitre negro, con casi 3 metros, siendo más normal verlo entre 265 cm y 290 cm, y hasta 115 cm de altura.

“El buitre negro es el propio de nuestro territorio. Se concentra en el Valle Alto del Lozoya, municipio de Rascafría, en plena Sierra de Guadarrama. La mayoría, en el Monte de los Belgas. Aunque en 1997 únicamente contábamos con seis parejas de ejemplares, en la actualidad ya son 153.

De este modo cornejas, cuervos, urracas, grajillas, arrendajos y chovas ejercen, con importancia dispar en función del hábitat afectado, una importante labor de limpieza de despojos de animales de pequeño tamaño, a la vez que atraen la atención de las grandes aves necrófagas hacia los cadáveres más voluminosos.

Los nidos se sitúan en pinos con un diámetro normal que varía entre 27 cm y 102 cm, siendo el diámetro medio de 63,8 cm (n = 30; tablas 3-4 y 3-5, figura 3-6), aunque el 83% de los nidos se ubica en pinos de 40-79 cm de diámetro.

Los buitres leonados pueden elevarse hasta tres kilómetros por encima del suelo para aprovechar su portentosa visión a la hora de detectar desde lejos carroña y otros alimentos.

Suponiendo que cuenta los buitres como aves de presa, es el buitre negro o cinéreo, Aegypius monachus. El miembro más grande del orden Accipitriformes, esta ave gigantesca pesa unos 14 kilogramos y tiene una envergadura de 3,1 metros, lo que significa que es aproximadamente el doble del tamaño de un gran águila real.

Poderes y habilidades

Utilizando su arnés, el Buitre es capaz de volar como en un vuelo alado natural. Él viste un traje elástico de tela sintética con un arnés electromagnético con alas colocadas debajo de los brazos.

Los buitres gruñen, mugen, cacarean; a veces da la sensación de que las carroñeras se burlan imitando las voces de sus presas. Por momentos el estruendo parece una marea, con subidas y bajadas. Poco a poco llegan nuevos comensales, hasta setenta. Y aunque no falta comida, sobran las ganas de pelea.

"Desempeñan un papel crucial en los hábitats naturales, como carroñeros, limpian nuestro campo de animales muertos y cadáveres, ayudando así a mantener una cierta higiene", dijo a la Agencia Anadolu el Dr. José Tavares, jefe de la Fundación para la Conservación del Buitre.