¿Cuántos tipos de excavación hay?

Cuando hablamos de los tipos de excavaciones más comunes a las que nos enfrentamos en nuestros proyectos, nos centramos especialmente en cuatro modelos: Excavaciones a cielo abierto, excavaciones de zapata, excavaciones con voladuras y excavaciones de zanjas.

El suelo Tipo B presenta una fuerza de compresión media (entre 0.5 y 1.5 toneladas por pie cuadrado). Entre los ejemplos de suelo Tipo B encontramos la grava angular, el limo, el suelo franco limoso y los suelos que presentan fisuras o se encuentran cerca de fuentes de vibración, pero que de lo contrario serían Tipo A.

Las excavaciones profundas son las obras de perforación que se llevan a cabo en la tierra, con el propósito de crear zanjas o túneles para llevar a cabo todo tipo de construcciones que se deban ubicar por debajo del suelo.

Se define como excavación al conjunto de operaciones realizadas para excavar y nivelar las zonas donde ha de asentarse la carretera u obra. En esta unidad se incluye: - El replanteo de las características geométricas del desmonte.

Como hemos mencionado al inicio, las excavaciones de zapata se utilizan para construir estructuras de edificios y puentes, ya que son una forma de cimentación que se extienden hasta una profundidad que alcance un suelo estable y resistente.

Los suelos pueden clasificarse como Tipo A, Tipo B o Tipo C. El suelo Tipo A es el suelo más estable para excavar. El suelo Tipo C es el menos estable. Es importante recordar que una zanja puede atravesar más de un tipo de suelo.

El suelo Tipo C es el tipo de suelo menos estable. El tipo C incluye suelos granulares en los que las partículas no se adhieren y los suelos cohesivos con una baja fuerza de compresión (0.5 toneladas por pie cuadrado o menos). Entre los ejemplos de suelos Tipo C encontramos la grava y la arena.

El suelo Tipo A es cohesivo, y tiene una alta fuerza de compresión (1.5 toneladas por pie cuadrado o más). Dentro de los suelos Tipo A encontramos la arcilla, la arcilla limosa, la arcilla arenosa y el suelo franco arcilloso.

La subclase IIIi incluye suelos aluviales recientes (Tropofluvent), planos, profundos, de textura arenosa a franco arcillosa, de reacción moderadamente ácida a neutra y de fertilidad natural moderada.

La profundidad de excavación nunca debe ser menor a 80 cm. Los anchos generalmente varían entre 40 y 50 cm en suelos duros y entre 50 y 60 cm en suelos sueltos o blandos (arenas sueltas o arcillas blandas).

Un talud es una inclinación de la superficie de un muro o de un terreno. Una definición más profesional diría que es 'cualquier superficie que se encuentra inclinada con respecto a la horizontal y que puede adoptar esa postura de forma temporal o permanente'.

Son aquellas que se apoyan en capas superficiales del suelo, soportando las cargas a través de la ampliación de base. Se presentan como solución de cimentación para estructuras de poca altura o localizadas en suelos de fundación con capacidad portante aceptable.

Excavación No Clasificada: Es la operación de cortar y remover cualquier clase de construcción, para incorporarlo en la construcción de rellenos, terraplenes y cualquier elemento que implique la construcción de la carretera.

Consiste en determinar los volúmenes de cada tramo en corte y cada tramo en relleno para, multiplicando el área de la sección transversal media de dichos tramos por sus longitudes, obtener los volúmenes correspondientes que habría que sumar.

CONSIDERACIONES Y REQUERIMIENTOS DE LA NORMATIVA. A continuación te mostramos las consideraciones y los requerimientos en materia de seguridad conforme a la NOM-031-STPS-2011 en excavaciones: Análisis de riesgos potenciales .

Hay tres tipos de zapatas aisladas: centradas, medianeras y de esquina. Zapatas combinadas o corridas: generalmente se utilizan en muros y su dimensión viene determinada por la carga que se quiere soportar, la admisión sobre el suelo y la resistencia a la compresión del material.

Reciclar los restos de una excavación es lo más frecuente. Ciertas empresas buscan este tipo de residuos y están dispuestas a pagarlos. Es el caso de la arena, esta se compra para convertirla en grava para los parques y cementerios. El reciclaje de materiales procedentes de una obra puede tener dos fines.

- Las zapatas aisladas se ubican entre la columna y el suelo y sirven de apoyo para las columnas. Están hechas de concreto simple o armado, y por su forma geométrica pueden ser escalonadas o de peralte variable (Figura 2).

Los suelos pueden clasificarse como Tipo A, Tipo B o Tipo C. El suelo Tipo A es el suelo más estable para excavar. El suelo Tipo C es el menos estable. Es importante recordar que una zanja puede atravesar más de un tipo de suelo.

Los cuatro tipos de suelos se clasifican en (1) arenosos; (2) limos; (3) suelos francos y (4) arcillosos o barros. Esta clasificación se basa en el tamaño de las partículas que tiene cada tipo de suelo.

El suelo Tipo B presenta una fuerza de compresión media (entre 0.5 y 1.5 toneladas por pie cuadrado). Entre los ejemplos de suelo Tipo B encontramos la grava angular, el limo, el suelo franco limoso y los suelos que presentan fisuras o se encuentran cerca de fuentes de vibración, pero que de lo contrario serían Tipo A.

Tipos de suelos

Es conocida la Clasificación Taxonómica de los 12 Órdenes del Suelo de la USDA. Estos órdenes son Alfisol, Andisol, Aridisol, Entisol, Espodosol, Gelisol, Histosol, Inceptisol, Mollisol, Oxisol, Ultisol y Vertisol.

Material Tipo I

Este material se considera como suelo blando y está conformado por tepetate, arcilla, o una combinación de ambos. Se puede extraer con herramientas manuales, como lo es una pala. Ejemplo: Excavación en terreno agrícola con pala.

- Clase IV: A esta clase pertenecen los suelos de relieve plano a moderadamente ondulado, con pendientes inferiores al 12% en más del 80% de la superficie. En general, corresponden a las terrazas altas y medias de la red actual o de paleocauces.

Los cuatro tipos de suelos se clasifican en (1) arenosos; (2) limos; (3) suelos francos y (4) arcillosos o barros. Esta clasificación se basa en el tamaño de las partículas que tiene cada tipo de suelo.