¿Dónde colocar las botellas de vino?

Mantener la mejor temperatura para las botellas de vino Lo mejor sería almacenarlas en una bodega o un trastero donde no haya sistemas de calefacción o aire acondicionado, si esto no es posible, un lugar que se debería evitar es la cocina por la gran oscilación de temperaturas.

Luz. La luz es enemiga del vino porque lo oxida, así que lo ideal es conservar las botellas en un lugar oscuro, lejos de la luz solar y de las ventanas.

Lo ideal es conservarlo en un lugar con temperatura constante que esté entre unos 8º y 15º. Servir un vino demasiado frío, especialmente los tintos, hará que los matices de sus aromas desaparezcan y no se puedan apreciar. No obstante, si tienes que elegir, es mejor que optes por el frío.

La posición en la que colocamos nuestras botellas también es importante. Así, deberán estar en horizontal o boca abajo ¿Por qué? Para que el vino se mantenga en contacto con el corcho, impidiendo así que se seque y pueda pasar oxígeno por él, que provocaría una pérdida de calidad.

Para evitar que esto suceda, se pueden tomar algunas medidas como evitar una exposición prolongada del vino con el oxígeno, mantener los tanques y barricas sin espacios de aire o mantener los niveles óptimos de sulfuroso, entre otras medidas.

Mantenlos en la sombra (y lugares frescos? Esto aplica para todos los tipos de alcohol, no es que los debas guardar en una cueva oscura, pero no deben estar en contacto directo con los rayos del sol. Los expertos dicen que los rayos UV no arruinan el alcohol, pero la exposición al sol acelera el proceso de oxidación.

Lo recomendable es mantener la botella en posición vertical durante unos días para conseguir que los posibles sedimentos que contiene en su interior, se depositen en el fondo a la vez que el vino se estabiliza. Nunca debe moverse bruscamente la botella ni al almacenarla ni al disponerla para su consumo.

Botella de vino tinto: Si el vino es joven, su conservación puede ser de dos años desde su embotellado. Si se trata de un vino con crianza esta conservación se alarga entre dos y cinco años y si estamos ante un reserva este periodo se amplía entre seis y diez años.

En el frigorífico debemos guardar la botella en posición vertical, ya que así tendrá menos superficie de vino en contacto con el oxígeno y por lo tanto la oxigenación será más lenta. Debemos mantener la botella de vino alejada de la luz.

La mejor manera de guardar el vino en general es en posición horizontal, con una pequeña inclinación del cuello de la botella hacia arriba (con un ángulo de 5º aproximadamente).

Cuando la bebida se echa a perder, las notas florales, afrutadas, amaderadas, entre otras, dan paso a olores que pueden parecerse a vinagre, acetona, moho e incluso cartón mojado. ¡Así que no hay error! Si ha olido alguno de estos aromas inusuales en su vino, es una señal de que se ha echado a perder.

El color del vino es extraño (café sobre todo), turbio o sin brillo (a excepción de los vinos naturales). El vino huele o sabe a: vinagre, corcho, huevo podrido, acetona, barniz de uñas, ajo, cebolla, fruta en descomposición, cartón mojado, azufre, pegamento, jabón, moho, establo (sí, literal a establo de caballo).

Un tapón de goma es una excelente opción reutilizable para volver a sellar una botella de vino. Están hechos para encajar en la boca de una botella de vino y sujetan el interior de la botella para evitar que entre aire, lo que ralentiza el proceso de oxidación.

¿Sabías qué? Los tapones de plástico (de botes, botellas, briks, etc.) y tapas metálicas (de tarros de vidrio) son parte del envase y se deben reciclar en el contenedor amarillo.

El lugar perfecto donde colocar las bebidas en el frigorífico es la puerta, excepto las cervezas y el resto de las bebidas que necesiten mucho frío, que deberán ir en la parte de abajo. Las bebidas como la leche, los vinos, los zumos y el agua siempre deben ordenarse en los compartimentos de la puerta.

En un espacio sin grandes cambios de temperaturas y alejado de focos de calor como pueden ser radiadores, calefacción o cocina. Además, recuerda que esta norma es también por seguridad ya que este tipo de bebidas por su contenido alcohólico suelen ser inflamables. Asegúrate de que sea un lugar oscuro.

Por lo mismo, los vasos o copas, que van de derecha a izquierda según el uso que se dará: agua, vino blanco, vino tinto, cordiales. Éste es el orden que se usa en Estados Unidos: primero el agua. En España, cómo no, primero el vino. Cuestión de preferencias.

¿Qué pasa si pongo el vino en el refrigerador? La especialista de Viñedos La Redonda explica: “En el refrigerador lo traes paseando y el vino paseado se pueden echar a perder”.

Sin entrar en profundidad, ya que es un tema complejo, podemos decir que un vino blanco o rosado joven, un vino tinto joven o de cosecha se conservan en buenas condiciones entre 1 y 3 años después de su vendimia, reflejada en la etiqueta de la botella.

Vinos jóvenes: no más de 1 año. Vinos Crianza: entre 4 y 5 años. Vinos Reserva: entre 8 y 10 años. Vinos Gran Reserva: sobre 15 años.

La principal función de la concavidad de la botella es soportar los altos niveles de presión de los vinos. Si esta fuera plana, se correría el riesgo de que exploten por la presión que hay en ellas. El hueco genera fuerzas contrarias a la del vino haciendo la botella mas sólida.

En general, los vinos tintos se mantienen en buen estado si permanecen abiertos entre 3 y 5 días, y si bien algunos más ligeros se pueden conservar en la nevera, es mejor guardarlos cerrados con un tapón o su mismo corcho en un lugar fresco y oscuro.

Un buen vino debe tener un sabor intenso y complejo, con matices de frutas, especias u otros sabores distintivos. Si el vino tiene un sabor plano o aburrido, es probable que no sea de calidad. Finalmente, debes evaluar el final del vino, es decir, cómo se siente el sabor en tu boca después de tragar el vino.

Burbujas en el vino

Esto se debe a que se ha producido una segunda fermentación del vino una vez dentro de la botella. Es decir, el vino se ha embotellado con azúcar y levaduras activas, las cuales han generado más alcohol y gas carbónico. Este defecto se percibe debido a que el vino presenta cierta efervescencia.

Una vez quitado el corcho de cualquier botella, el oxígeno entra en contacto con el vino y comienza lo que se conoce como el proceso de oxidación del vino, una reacción química que hace que poco a poco el vino vaya perdiendo su sabor, su aroma y calidad.

El punto limpio, el lugar adecuado

Para este tipo de utensilios, como escobas, fregonas, plumeros, recogedores, cubos, mopas… lo que debemos hacer es llevarlos al punto limpio y allí lo separarán de forma correcta para intentar darles una segunda vida.

Los envases de plástico, que son muy comunes, deben tirarse en el contenedor amarillo. Los envases de vidrio, más habituales para cremas o bases de maquillaje, deberán depositarse en el contenedor verde. Si no estás seguro sobre el material del que está hecho el recipiente, deposítalo en el contenedor para restos.