¿Dónde ir si me duele la mandíbula?

Acudir a un Ortodoncista o a un especialista en Rehabilitación Oral es lo más adecuado. Muchas veces este profesional hará una petición de resonancia electromagnética de ambas ATM en boca cerrada y máxima apertura para ver las estructuras y daños de la articulación, además de otras pruebas diagnósticas.

¿Cuándo debo consultar a un médico o dentista por el dolor de mandíbula? Si experimentas dolor intenso y persistente en la mandíbula, incapacidad para abrir la boca, cambios en la mordida u otros síntomas preocupantes, es importante buscar atención médica o dental de inmediato.

– Aplicar calor en la zona con un paño con agua templada, con el objetivo de relajar la musculatura de la zona. – Reducir en lo posible el estrés, ya que incrementa el apretamiento dental y la contractura muscular. Por este motivo, también es mejor evitar tomar excitantes, como café o bebidas con cafeína o té.

Si tienes la mandíbula trabada o sientes mucho dolor, debes acudir a urgencias . Las lesiones y dislocaciones graves de la mandíbula también pueden requerir atención dental de emergencia en la sala de emergencias. Por otro lado, un especialista en ATM puede tratar la mayoría de las afecciones de la ATM con fisioterapia y masajes.

Tener la mandíbula desencajada no es algo demasiado habitual, pero en caso de que aparezca va a ser necesaria la consulta con una especialista en cirugía maxilofacial.

El dolor en un lado de la mandíbula suele atribuirse a problemas de salud dental o bucal. Los problemas dentales comunes que causan dolor en la mandíbula incluyen: caries. un diente con absceso.

¿Cuáles son los síntomas que genera la mandíbula inflamada?

Síntomas

Si notas sensibilidad en la mandíbula, dolor al morder o sufres dolores de cabeza frecuentes, asegúrate de programar una cita con tu dentista . Aunque algunas causas de dolor de mandíbula son temporales y desaparecen por sí solas, es posible que estés experimentando los primeros síntomas de un problema dental grave.

Un dolor en la mandíbula puede deberse a otras muchas causas, desde una fractura ósea a un absceso en una muela infectada (lo que popularmente conocemos como “flemón”), pero en esos casos el dolor es síntoma de una patología distinta y fácilmente identificable; no el problema (el dolor crónico) en sí mismo.

CAUSAS PARA IR AL DENTISTA DE URGENCIAS

Dolor e inflamación en las muelas del juicio. Sangrado en los dientes y las encías. Traumatismos que pueden provocar caídas o roturas dentales. Posibilidad de tener una fractura de mandíbula.

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Los dolores pueden ser continuos durante todo el día o solo al realizar movimientos de mandíbula y pueden volverse crónicos en algunos casos o durar varios meses. Estos trastornos se denominan trastornos de la ATM (articulación temporomandibular).

Calor y frío:

Si la articulación de la mandíbula está inflamada, esta inflamación puede extenderse hacia la mandíbula y hasta la oreja. Alternar calor y frío puede ayudar a reducir el dolor y detener la propagación de la inflamación . Primero, use una almohadilla térmica eléctrica o una compresa caliente y déjela en la mandíbula y la oreja durante aproximadamente 10 a 20 minutos seguidos.

Una fuente de dolor de oído y mandíbula puede estar relacionada con la articulación temporomandibular (ATM) . Esta área incluye no sólo la articulación de la mandíbula sino también los músculos que la rodean. La ATM está adyacente al hueso temporal, que incluye el oído interno. La ATM realiza mucho trabajo y se mueve en muchas direcciones para que usted pueda masticar y hablar.

Cuando notes tensión en la boca y quieras relajar la mandíbula, coloca la punta de la lengua en el paladar, tocando con ella los dientes. Estirar las cervicales: dobla el cuello llevando la oreja en dirección al hombro y mantenla unos segundos en esa posición. Haz el ejercicio hacia la izquierda y la derecha.

Si es necesario, pruebe un medicamento antiinflamatorio no esteroideo (como ibuprofeno) para reducir la inflamación y el dolor de la mandíbula.

Para la mayoría de las personas, el dolor en la zona de la articulación de la mandíbula o de los músculos no indica un problema grave. Generalmente, las molestias derivadas de estas afecciones son ocasionales y temporales, y a menudo ocurren en ciclos. El dolor eventualmente desaparece con poco o ningún tratamiento . Sin embargo, algunas personas desarrollan síntomas importantes a largo plazo.

Los trastornos de la articulación temporomandibular, un tipo de trastorno temporomandibular, pueden causar dolor en la articulación de la mandíbula y en los músculos que controlan el movimiento de la mandíbula.

Cuando estás sufriendo una urgencia dental, no es necesario que visites a tu dentista habitual . Muchos consultorios dentales ofrecen una serie de citas de emergencia para pacientes nuevos y existentes. Incluso en su consulta dental habitual, es posible que no consulte a su dentista habitual, ya que las citas de emergencia se asignan de manera diferente.

Si acude a una sala de emergencias habitual con dolor dental, los profesionales de la salud evaluarán sus síntomas y le brindarán tratamiento para controlar el dolor y otros síntomas asociados, si es necesario . Dependiendo de la causa de su dolor, es posible que le receten medicamentos o antibióticos para tratar la infección.

A continuación vamos a daros algunas indicaciones para aseguraros de que vuestra visita al dentista odontólogo será efectiva.

Los mejores medicamentos para el dolor de la ATM son los analgésicos y antiinflamatorios de venta libre, como Tylenol y el ibuprofeno . En algunas circunstancias extremas, un dentista puede recetarle algo más fuerte, pero incluso entonces es probable que sea ibuprofeno recetado, no un analgésico opioide.

Medicamentos recetados

Ejemplos de los tipos de medicamentos que los dentistas generales pueden ofrecer incluyen relajantes musculares , ansiolíticos, antiinflamatorios y analgésicos. Para los pacientes que experimentan dolor extremo en la ATM, los analgésicos temporales recetados pueden ser una opción.

Sostenga la punta del mentón en la mano derecha con el pulgar apoyado debajo del mentón y el dedo índice envuelto alrededor del frente. Empuje suavemente la mano derecha contra la mandíbula. Comience a abrir lentamente la mandíbula mientras continúa empujando la barbilla. Mantenga la posición durante unos segundos y luego cierre lentamente la boca.

Colocar los dedos índices sobre los molares inferiores con una ligera apertura bucal. Contraer la musculatura elevadora de la mandíbula, oponiendo resistencia con los dedos en sentido caudal (hacia los pies) durante 4-5 segundos. Repetir hasta que se note la relajación de la musculatura.