¿Dónde se guarda la morcilla?

Conservación de embutidos cocidos Entre ellos tenemos las salchichas, salchichones, jamón cocido, y morcilla. Estos embutidos se deben guardar en la nevera, preferiblemente a menos de 7ºC y en un recipiente hermético, en el que no pueda ingresar la humedad.

Fiambres. Como sucede con la carne, los fiambres y muchos de los embutidos elaborados a partir de carne y derivados deben conservarse en la nevera. Los embutidos frescos y cocidos como las morcillas, las butifarras blancas y negras, el jamón cocido y los fiambres de pavo aguantan unos tres o cuatro días.

La morcilla al uso no deja de estar preparada con sangre de cerdo y es imprescindible guardarla en la nevera un máximo de tres o cuatro días hasta que la cocinemos, o podemos incluso congelarla si queremos dejarla para una ocasión futura.

- En un lugar fresco (entre 15 y 20ºC, donde no haya cambios muy bruscos de temperatura) para que los productos no suden. - Este lugar debe estar seco , bien ventilado y que sea lo más oscuro posible, evitando en todo momento que la luz solar incida sobre las piezas de manera directa.

Una vez abierto el envase se recomienda consumirlo en los próximos 4 días. Conservar el producto protegido con el envase original o bien cubierto con un plástico protector. Se recomienda abrir el producto 10 minutos antes de consumirlo para que se oree, después cocinarlo bien, frito, cocido, asado o a la brasa.

La Morcilla de Burgos La Ribera se presenta envasada al vacío para su mayor duración y mejor manipulación. La duración de consumo preferente es de aproximadamente 60 días a temperatura de 2-5ºC.

Aparición de capa pegajosa: suele observarse en la superficie de embutidos frescos. Es por el desarrollo de hongos. Aparición de mohos: estos son de color verde azulado, son aterciopelados y se encuentran en la superficie del producto. Se observa en embutidos que se encuentran estacionados por mucho tiempo.

La presentación del producto viene en un pack de dos envasadas al vacío, con un peso aproximado de unos 250 g cada una. Gracias a este tipo de envasado pueden llegar a aguantar hasta 90 días de caducidad. Un detalle importante, es que para su aguante se encuentren en un lugar frío y seco.

Lo ideal es apilar las lonchas y envolverlas correctamente en film transparente. También se pueden conservar en un tupper con cierre hermético. La temperatura a la que guardamos el embutido loncheado debe ser en torno a los 7 grados, por eso, las baldas de la zona superior y central de la nevera, son las más adecuadas.

Peso Aprox 300 gr / Caducidad 45 días.

Usa papel film transparente, papel aluminio o bolsas específicas para congelación. Asegúrate de envolver la morcilla de forma ajustada y de expulsar todo el aire posible para evitar la formación de cristales de hielo y quemaduras por congelación.

Las estanterías centrales y superiores son el lugar ideal para guardar el chorizo fresco en el frigorífico, donde la temperatura varía entre 4 y 8 grados. Es importante además que no se toque con otros productos. Si es necesario mételo en un tupper o una quesera.

Eso sí, igual que con cualquier otro sistema de almacenamiento, es recomendable situar los embutidos y fiambres en los estantes centrales o superiores, donde encontramos una temperatura constante de entre 4 y 8 grados.

El embutido envasado al vacío también en la nevera

Con el envasado al vacío lo que hacemos es mantener estable durante más tiempo el gusto, pero incluso así, recomendamos siempre poner los embutidos envasados ​​al vacío dentro de la nevera.

Los expertos indican que los embutidos curados, como pueden ser el fuet, el chorizo o la longaniza, pueden conservarse en la nevera por un periodo de entre dos y tres semanas, pero a este respecto, la mayoría de ellos puntualizan que es preferible almacenarlos fuera del frigorífico, en lugares frescos y ventilados.

En un ambiente excesivamente seco, pierden más humedad. Para evitar dañor por humedad puedes mantener las piezas en un lugar ventilado, seco y oscuro si no están envasados al vacío. Envolverlos en papel film o de aluminio es menos efectivo pero para conservarlos por un tiempo más breve en nevera es una opción adecuada.

La clave para una perfecta conservación de los embutidos curados como las cañas de lomo, salami y similares, es colgarlos en un lugar fresco, seco y lo más oscuro posible sin que las piezas se toquen. De esta manera evitaremos que los embutidos suden y también impediremos que les dé la luz del sol.

Realizadas de forma natural, cuentan con un alto contenido en vitaminas A, B1, B2, B3, B6, B12, E y ácido fólico. Aunque también aporta minerales muy interesantes para el organismo como calcio, fósforo, hierro, potasio, magnesio y cinc; muy beneficiosos para combatir enfermedades como la anemia.

– En un lugar fresco, entre 15 y 20ºC, donde no haya cambios muy bruscos de temperatura para que los productos no suden. – Este lugar debe estar seco, bien ventilado y que sea lo más oscuro posible, evitando en todo momento que la luz solar incida sobre las piezas de manera directa.

El botulismo es una intoxicación alimentaria producida por la ingestión de embutidos y conservas en mal estado, en los que se encuentra el microbio específico bacillus botulinus que forma la toxina del clostridium botulinum.

Elaborada con sangre y condimentos como arroz o cebolla, la morcilla es un plato estrella debido a su riqueza en vitaminas A, B1, B2, B3, B6, B12, E y ácido fólico. Además de las vitaminas, la morcilla proporciona minerales valiosos como calcio, fósforo, hierro, potasio, magnesio y zinc.

La listeria monocytogenes es una bacteria que está detrás de un buen número de infecciones alimentarias, pues es muy resistente a las bajas temperaturas. Este patógeno se puede encontrar en consumir fiambres y embutidos, como esta moccilla o salchichas, quesos o lácteos frescos o vegetales crudos.

Qué alimentos no se pueden conservar al vacío

Tiempos recomendados para el almacenamiento seguro en la nevera: Embutido sin empaquetado sellado (en lonchas): de 3 a 5 días. Pero ten en cuenta que no es lo mismo el jamón York, que es más delicado (2-3 días máximo), que el chorizo curado.

Aunque el tiempo recomendado para comérselo es de aproximadamente un mes, la conservación del jamón envasado al vacío puede durar perfectamente 90 días sin llegar a perder sus propiedades organolépticas.

El queso fresco tiene mucha agua y una vez abierto va perdiendo líquido. Nuestro consejo es que coloques un trocito de papel de cocina en un recipiente hermético. Después podrás poner la pieza de queso Fresco, cerrar el recipiente y meterlo a la nevera.

Podrás congelar todos los embutidos que desees, si estos han sido curados correctamente. No importa si el embutido se elabora con carne, vísceras o sangre. Lo importante es que el alimento se encuentre bien curado y en perfecto estado.