¿Dónde se guardan las calabazas?

Las calabazas suelen almacenarse, de manera tradicional, en ambientes sin control de temperatura y bien ventilados, al abrigo de los fríos. La humedad relativa debe mantenerse por debajo del 70 % para evitar el desarrollo de podredumbres.

Las calabazas hay que lavarlas, justo antes de usarlas, no antes de guardarlas. No se han de conservar en el frigorífico las calabazas crudas y enteras, aunque una vez cortadas y/o cocinadas se requiere su refrigeración preferentemente protegidas con un film de plástico.

Para conservar las calabazas vacías durante más tiempo, sumérgelas en agua con lejía (en una medida de una cucharada de lejía por cada litro de agua) durante un para de horas. Después se dejan secar al aire y se sellan untando todo el interior con vaselina o rociando el interior con pegamento en spray.

Las calabazas se cosechan generalmente en septiembre y octubre. Las calabazas saludables durarán unos meses, de tres a un año entero, si se almacenan correctamente.

Si es por poco tiempo, en la nevera

Si tenemos intención de comer la calabaza en poco tiempo, no es necesario guardarla en el congelador. En este caso, basta con meterla en la nevera. La mejor opción es envasarlo al vacío, para lo que pelaremos la calabaza y la dividiremos en trocitos.

Las calabazas suelen almacenarse, de manera tradicional, en ambientes sin control de temperatura y bien ventilados, al abrigo de los fríos. La humedad relativa debe mantenerse por debajo del 70 % para evitar el desarrollo de podredumbres.

Esta debe ser dura y firme, ya que cuánto más madura esté la hortaliza, más sólida se vuelve su cáscara. Para comprobar esto bastará con que aprietes la calabaza con tus dedos. También puedes hundir tu uña en ella, y si sólo deja una pequeña marca esto significa que está madura.

Las calabazas saludables durarán unos meses, de tres a un año entero, si se almacenan correctamente.

Cada semana deberás voltear la calabaza para dejar expuesta aquella parte que está apoyada. Otras buena alternativa es, así como se hace con las setas, colgar la calabaza de alguna estructura resistente y dejarla secando. Lo bueno de esta técnica es que se secará de forma uniforme, sin necesidad de voltearla.

Congelar la calabaza fresca

Una vez pelada y limpia, córtala en dados de 2 o 3 centímetros y guárdalos en una bolsa hermética para congelarlos. Cuando quieras emplear esta hortaliza, solo tendrás que descongelarla en el frigorífico.

Si se trata de naranja, limón, uvas, piña, pepino o calabaza, meterlas en la bolsa de papel sólo hará que se ablanden, pero no que maduren. Si deseas que maduren, debes ayudarlas agregando un plátano dentro de la bolsa.

Utiliza etiquetas: Asimismo, un truco muy sencillo, es marcar cada bolsita o recipiente con la fecha en la que lo hemos congelado. De esta manera, nos será mucho más sencillo llevar un control sobre su vida útil. La calabaza, por ejemplo, aún congelada, dura alrededor de 2 meses antes de perder propiedades.

Verduras cocidas: entre 3 y 4 días, pero ten en cuenta que algunas cogen una textura de corchopán, como las patatas.

Las calabazas talladas generalmente duran entre tres y cinco días, aunque algunas pueden alargarse hasta dos semanas.

Verduras cocidas: entre 3 y 4 días, pero ten en cuenta que algunas cogen una textura de corchopán, como las patatas.

Las especies de calabazas domesticadas son:

La semilla se debe conservar con el mínimo de humedad posible, si se nos ha humedecido debemos dejarla secar en una bandeja. Después se guarda en un recipiente hermético para evitar que se vuelva a humedecer.

Cuide sus plantas de calabaza

Es muy importante regar las plantas de calabaza, especialmente una vez que las calabacitas pequeñas empiecen a formarse. Asegúrese de que reciban al menos 1 pulgada (2,54 cm) de agua de lluvia o de riego a la semana. Riéguelas temprano por la mañana y evite regarlas desde arriba.

La cosecha de las calabazas de peregrino se hará en septiembre-octubre. Si se recolectan muy temprano puede que se pudran en el secado.

Una de las variedades de calabaza comestible más populares es probablemente la Hokkaido. Esta calabaza dulce tiene la ventaja de que puedes comerla cocida con piel. Otros tipos de calabaza, como la Patisson, deben pelarse antes de comerlas.

Si se trata de naranja, limón, uvas, piña, pepino o calabaza, meterlas en la bolsa de papel sólo hará que se ablanden, pero no que maduren. Si deseas que maduren, debes ayudarlas agregando un plátano dentro de la bolsa.

Lo primero en que debemos fijarnos es en su color, que idealmente debe ser un tono naranja, más o menos pálido. Si encontramos que tiene manchas oscuras, esto indica que ya está empezando a pudrirse. Otro indicador que podemos ver en la cáscara de la calabaza es su textura al tacto.

Como regla general, la mayoría de las principales semillas de hortalizas permanecerán viables durante 3-5 años y, en algunos casos, ¡pueden durar hasta 10 años!

Al alimentarse, penetran el tejido de las hojas de la planta de la calabaza para succionar los jugos, a la vez que inyectan una saliva altamente tóxica en las hojas. Esto hace que las hojas se marchiten y mueran, y si muchas hojas mueren, la planta no puede alimentarse, de manera que también muere.

Limpiar la calabaza

Bastará con una esponja suave, jabón y agua para retirar cualquier resto de tierra que puedan tener. Cuando esté completamente limpia, la secaremos con papel absorbente.

No uses trozos grandes o romperás la calabaza. Continúa perforando agujeros pequeños hasta que puedas conseguir un orificio en el que quepa el corcho. Lija el corcho con papel de lija y usa el corcho para lijar suavemente la abertura. El interior de la calabaza estará lleno de semillas y material fibroso suave.

Mucha gente opta por esta opción por ser la más rápida y fácil. Y sí, se puede congelar y dejar varias semanas en el congelador sin problemas. Sin embargo, debemos tener en cuenta que, al tener una composición en su mayoría de agua, al descongelarla tendrá un aspecto y una textura más flácida y habrá perdido firmeza.