¿Dónde se usa la luz blanca?

La luz blanca ofrece seguridad en áreas de trabajo donde se utilice maquinaria (almacenes, naves industriales, zonas donde se desplaza maquinaria, fábricas) o en zonas de paso con mucho tránsito.

Blanco frío

Por esto, se recomienda para áreas donde se realizan las primeras actividades diarias, como el cuarto de baño o para ciertas zonas de la cocina, áreas que mantienen y requieren un tránsito continuo, como pasillos y escaleras o la entrada del hogar.

En este sentido, es fundamental que las lámparas que elijas no emitan una luz muy blanca. Escoge siempre luces amarillas, que son ideales para el dormitorio. Mientras que las blancas tienen su lugar en las habitaciones que requieren más iluminación: baño, cocina, despacho…

Luz neutra

Es perfecta para las áreas sociales como el comedor y la estancia o para áreas de transición como los recibidores y los pasillos. También es posible colocarla en la habitación, la única recomendación es que evites utilizarla en tu mesa de noche.

Las bombillas con luz blanca cálida son la elección más adecuada. Estas bombillas iluminan el espacio a la perfección y también suponen una ambientación más agradable. Hay muchas lámparas de cocina entre las que elegir, pero evite la tentación de combinar varios estilos que, probablemente, no armonizarán entre sí.

La luz natural que nos ofrece el sol es la mejor para el estudio. Un factor importante en este sentido es el de poner cortinas traslúcidas, porque permiten el paso de luz natural a través de las ventanas. No obstante, la luz artificial es la más recomendada para habitaciones de estudio.

La luz blanca, como su nombre indica, emite un tono más frío y luminoso que la luz amarilla. La luz blanca es producida por bombillas LED de alta calidad y tiene una temperatura de color que varía de 5000 a 6500 Kelvin.

Para iluminar el pasillo en general, lo más habitual es utilizar focos led. Las luminarias led producen un considerado ahorro energético.

En el baño hay que poner luz natural

No obstante, existan ventanas o no, la luz más apropiada para un baño es precisamente esa: la natural. La recomendaci n fundamental es elegir siempre bombillas y luminarias de luz fría y neutra.

Iluminación para dormir mejor

Lo ideal es que coloques en tu dormitorio bombillas que proporcionen una luz cálida, es decir, de unos 2.800 grados Kelvin. Ponlas, al menos, en las lámparas situadas en la mesita de noche, ya sean de sobremesa o colgantes.

La luz fría es una luz de tonos azulados y es la que más luminosidad aporta. Es la luz que está por encima de los 5.000 grados Kelvin, la medida que se usa para medir la tonalidad de la luz. Esta luz se asemeja a la luz del día, que estaría alrededor de los 7.000K.

“En el baño, lo mejor son bombillas con tonalidad de luz neutra o fría –igual o mayor a 4000º Kelvin. Ofrecerán mejor rendimiento cromático, menor consumo y un baja emisión de calor”, indican desde Faro Barcelona.

Temperatura (ºK): en base a la temperatura de la bombilla, podemos saber el tipo de luz que emite. Una luz amarilla ronda sobre los 2700 ºK y la blanca sobre los 6000 ºK. En el hogar se usa generalmente las de 2700 ºK y en oficinas y almacenes a partir de 3000 ºK.

Generalmente, se recomienda que la cocina tenga una luz fría. Es la que permite ver con más claridad todo aquello que se realiza, especialmente importante a la hora de usar cuchillos y otros utensilios delicados, y permite destacar los muebles y electrodomésticos de la estancia.

Luz cálida o luz fría para cocina

Es decir, una luz con bastantes K, fría. Esta será la mejor luz para cocina, que nos ayudará a ver los ingredientes, el aspecto de aquello que vamos cocinando y a ver bien los cuchillos que utilizamos. Importante para evitar accidentes.

La luz fría suele ir indicada a los puntos de preparación de alimentos. En cambio, la luz más cálida es la requerida para el disfrute de las zonas comunes de la cocina. Por su parte, la iluminación del interior de los muebles también es un punto destacable durante la instalación de las cocinas.

En la concina, por ejemplo, se recomienda utilizar una luz neutra de 4.000 K, para fomentar la actividad, o incluso también en una oficina. Cuando de interiores se trata, en definitiva, se recomienda utilizar iluminación LED por sus múltiples beneficios.

Los azules claros son relajantes, mientras que el azul brillante puede ser refrescante. El uso de tonalidades más pálidas de azul puede hacer que una habitación parezca más espaciosa. Por su naturaleza relajante es un color que funciona bien en espacios como baños o dormitorios.

Tipos de luz

La luz cálida es más frecuentemente utilizada en el hogar, ya que el resplandor amarillento ayuda a crear un ambiente más acogedor y relajante. Las lámparas incandescentes, halógenas o de bajo consumo son las más comunes.

Por ejemplo, si una persona adquiere tanto una bombilla blanca como una amarilla, ambas con una potencia de 10 vatios (10 W), es importante comprender que el consumo de energía será igual, independientemente del color o la tonalidad de la luz.

Como todo el mundo sabe, la luz blanca es el resultado de la suma de los siete colores del arco iris. Los distintos colores son sólo ondas electromagnéticas con distintas longitudes de onda. A menor longitud de onda, más cerca del violeta estará el color, y a mayor longitud de onda, más cerca del rojo.

La exposición continua a los rayos ultravioleta del sol puede dañar el ojo, más concretamente la mácula lútea, responsable de la visión central. La visión central se refiere a lo que ves directamente en frente de ti, con un enfoque nítido, y es necesaria para algunas acciones como leer y conducir.

La luz blanca hace que el ojo humano vea mejor debido a su elevado índice de reproducción cromática.

Si la zona a iluminar está fuera de la ducha o la bañera y en la zona del espejo, basta con luminarias con un IP44. En cambio, cuando se trata de una luz interior en la ducha, que esté en contacto con el agua y el vapor, lo mejor es elegir las que sean estancas, con IP65 como mínimo.

Por otro lado la luz neutra es la que se contempla sobre los 4000k (grados kelvin), esta es muy recomendable para la vivienda en general ya que tiene más luminosidad que una luz cálida sin ser molesta, muy recomendable para comercios, ya que es una luz muy natural y la más parecida a la solar.

El tipo de luz varía en tonalidades, color y la temperatura del color. Además, se miden en Kelvin. Cuando la tonalidad está por debajo de 3.300 Kelvin, se trata de luces Cálidas. Si la intensidad está entre 5.000 y 6.500 Kelvin, se refiere a la luz fría.

Se sabe que la luz afecta la calidad del sueño. Para la iluminación del dormitorio, los expertos recomiendan luces de baja temperatura de color en tonos cálidos como rojo, naranja y amarillo. Esto es lo opuesto a los verdes y azules fríos recomendados para los tonos de pared.