¿Por qué duele el ano después de ir al baño?

Los principales motivos de dolor al evacuar son relacionados con alteraciones en la zona anal por hemorroides y/o fisuras, también pueden ser debidos y/o ir acompañados de aumento de la tensión muscular y por cambios en la consistencia de las heces (cuando son duras y secas).

Busca atención médica inmediata

Importante cantidad de sangrado rectal o sangrado rectal que no cesa, especialmente si está acompañado por aturdimiento, mareos o sensación de desmayo. Dolor anal que empeora, se expande o está acompañado de fiebre, escalofríos o secreción.

Retención fecal (una masa de heces duras en el recto debido al estreñimiento crónico) Verrugas genitales. Hemorroides (venas hinchadas e inflamadas en el ano o el recto) Síndrome del elevador del ano (espasmos en los músculos que rodean el ano)

La causa más común es la fisura de ano, que si bien se presenta con más frecuencia en el lactante, puede darse a cualquier edad, especialmente en adultos estreñidos o con patología hemorroidal asociada.

El estreñimiento, algunas prácticas sexuales o limpiarse con papel higiénico con demasiado ímpetu pueden provocar fisuras anales. Aunque sean minúsculas son muy dolorosas y el único remedio para curarlas es esperar a que se vuelvan a cerrar. También es común que escuezan, provoquen punzadas y sangren levemente.

La mayoría de las fisuras anales sanan en unos pocos días o semanas con tratamiento en el hogar. Pero si una fisura dura más de 8 a 12 semanas, es posible que necesite medicamentos recetados.

Síntomas

Cuándo consultar al doctor

Pídele a otra persona que te lleve a una clínica de atención inmediata o a una sala de urgencias si manifiestas lo siguiente: Importante cantidad de sangrado rectal o sangrado rectal que no cesa, especialmente si está acompañado por aturdimiento, mareos o sensación de desmayo.

El dolor abdominal suele ser difuso o localizado en hemiabdomen inferior, habitualmente no irradiado, de tipo cólico, opresivo o punzante, en general leve o de moderado intensidad, con una duración inferior a las dos horas, que alivia tras la defecación y que suele respetar el sueño.

Algunos síntomas de la fisura anal son:

La proctitis es inflamación del revestimiento del recto. Puede ser un problema a corto plazo o a largo plazo. Muchas cosas pueden causar proctitis. Puede ser un efecto secundario de tratamientos médicos, como radioterapia o antibióticos.

Las hemorroides internas en general no causan dolor, pero tienden a sangrar. Las hemorroides externas pueden causar dolor. Las hemorroides, también llamadas almorranas, son venas hinchadas en el ano y la parte inferior del recto, similares a las venas varicosas.

Hacer baños de asiento en agua caliente durante 10 a 20 minutos varias veces por día, en especial tras evacuar, ayuda a relajar el esfínter y promueve la curación. Practicar ejercicio de manera regular también ayuda a que evites esfuerzos al momento de defecar y sirve para prevenir que ocurran de nuevo.

Deben tratarse cuanto antes para evitar contagiar y hacer un control mediante la Anoscopia de Alta Resolución. Dolor al defecar o deposiciones dificultosas: por ejemplo, si sientes dolor al evacuar tras días de estreñimiento, probablemente se trata de una fisura anal, un síntoma común de esta patología proctológica.

Sumerge la zona anal en agua tibia durante 10 a 15 minutos dos o tres veces al día. Un baño de asiento puede adaptarse para usarlo en el inodoro. Toma analgésicos por vía oral. Puedes usar paracetamol (Tylenol, otros), aspirinas o ibuprofeno (Advil, Motrin IB, otros) temporariamente para aliviar tu malestar.

Dolor, calambres o una sensación de nudo en el abdomen. Sensación de saciedad o presión en el abdomen (inflamación) Aumento visible del tamaño del abdomen (distensión)

Estilo de vida y remedios caseros

Si sientes dolor, prueba dormir de un lado diferente o boca arriba, y comprueba si estás más cómodo. Puedes considerar la posibilidad de llevar un diario de sueño, anotando tus síntomas y la posición en la que duermes, para ayudarte a hacer un seguimiento de lo que funciona.

La proctitis que no se trata o que no responde al tratamiento puede generar las siguientes complicaciones: Anemia. El sangrado crónico del recto puede provocar anemia. Cuando sufres anemia, no tienes suficientes glóbulos rojos sanos para transportar un nivel adecuado de oxígeno a los tejidos.

Podría ser causado por estreñimiento o irritación o pequeños desgarros del tejido que rodea el ano. Con menos frecuencia, el dolor al defecar puede ser un signo de cáncer anal u otras afecciones que deben ser tratadas por su médico, por lo que es importante saber cuándo necesita atención médica.

Síntomas

Opta por cojines suaves o especializados para distribuir el peso y reducir la presión. En las primeras etapas, es preferible recostarse de lado en lugar de sentarse. A medida que la zona sana, escucha a tu cuerpo y busca la posición más cómoda, siempre siguiendo las indicaciones médicas.

Daflon actúa rápidamente en el tratamiento de la enfermedad hemorroidal al reducir los síntomas y signos asociados a la enfermedad ³ . También puede fortalecer el tono general venoso, ayudando así a mejorar el flujo sanguíneo y reduciendo la congestión venosa para el tratamiento a largo plazo de las hemorroides ² .

Si no se trata a tiempo pueden producirse úlceras y sangrado. Las hemorroides internas rectales no originan dolor y, fundamentalmente, presentan sangrado y prolapso.

El esfínter anal externo (músculo estriado) está inervado por ramas de los nervios pudendos, por lo que de forma voluntaria contrae o relaja su tono.

Las cremas anestésicas tópicas, como la lidocaína (Xylocaine), pueden ayudar a aliviar el dolor. Inyección de onabotulinumtoxina A (Botox) para paralizar el esfínter anal y relajar los espasmos. Los medicamentos para la presión arterial, como la nifedipina o el diltiazem, ayudan a relajar el esfínter anal.

La fisurectomía consiste en la resección de la fisura con sus bordes laterales, remplazando el tejido con pobre curación, con uno que cure apropiadamente. Tradicionalmente el tratamiento quirúrgico ha sido considerado el más efectivo, pero conlleva cierto riesgo de incontinencia fecal.