¿Por qué el masculino es generico?

El uso genérico del masculino se basa en su condición de término no marcado en la oposición masculino/femenino. Por ello, es incorrecto emplear el femenino para aludir conjuntamente a ambos sexos, con independencia del número de individuos de cada sexo que formen parte del conjunto.

El masculino genérico expresa la utilización de género masculino como referente extensivo, es decir, para mencionar tanto a quienes pertenecen a ese género, como a toda la especie sin distinción de este; por ejemplo, se utiliza un sustantivo masculino para hacer referencia a un grupo de personas donde puede haber tanto ...

Reglas para evitar el uso del masculino genérico.

El origen del plural genérico masculino parece venir de la evolución fonética de las formas neutras del latín –um, -us que derivan en “O”, aunque también me ha llegado que el colectivo femenino no estaba presente o no era mayoría en auditorios, reuniones etc.

La etiqueta de «masculino inclusivo» se restringe a los nombres masculinos de persona que (normalmente) tienen un correspondiente femenino (como niño/niña o ciudadano/ciudadana), pero excluye, por razones que quedarán explicadas más adelante, otros de los llamados usos genéricos del masculino, como el uso de hombre ...

El género gramatical se manifiesta en los sustantivos, adjetivos, artículos y algunos pronombres. En los sustantivos y adjetivos existe únicamente el morfema de género masculino y el de género femenino. El género neutro se ha conservado en unas pocas palabras, como aquello, eso, esto, ello, alguien, algo y lo.

El lenguaje genérico es utilizar las trasgresiones de metamodelo, en forma consciente. Es hablar conscientemente con las trasgresiones del metamodelo, yendo desde la estructura superficial, para que el interlocutor vaya a sus propias representaciones en su estructura profunda.

El masculino genérico, decimos en la academia, es inclusivo, es lenguaje inclusivo, (es) el más inclusivo de todos los lenguajes", dijo Muñoz Machado a EFE. En su opinión, el masculino genérico "es un aliado de la evolución del español muy importante que tiene origen en el sánscrito de las lenguas preclásicas".

Entonces, para abarcar a más personas hay quienes optan por usar palabras en femenino, neutro y masculino como: amiga, amigue y amigo. También hay quienes prefieren utilizar palabras que tienen un género neutro, es decir, que se pueden utilizar para todos los géneros, por ejemplo: colega, especialista o estudiante.

El empleo de la arroba para hacer explícita la alusión a los dos sexos y evitar la repetición de una palabra en masculino o en femenino es un recurso frecuente en la lengua escrita, en particular en carteles y circulares: Queridos compañer@s.

Así, "la miembro" es correcto. Sin embargo, "la miembra" no estaría aceptada. En cuanto al uso de elementos como la arroba, la e o la X para hacer referencia a los dos sexos, casos como "l@s niñ@s, les niñes o lxs niñxs" tampoco serían validos: "Contravienen las reglas gráficas y morfológicas del español".

No, la Academia no ha admitido ese uso. Es lógico, porque ese uso no existe. En su Nueva Gramática de la Lengua Española (2009) la Academia dice que "El género no marcado en español es el masculino”.

La mujer (del latín mulĭer, -ēris) o fémina (femĭna)​ es el ser humano de sexo femenino.

Efectivamente, la Real Academia Española (RAE) indica que los desdoblamientos como “niñas, niños y adolescentes” son innecesarios desde el punto de vista lingüístico y van contra el principio de economía del lenguaje, dejando el uso genérico del masculino (niños, alumnos, empleados, entre otros) como la forma correcta ...

“Todos y todas”, “todes”, “todxs” o “tod@s” son construcciones que la Real Academia rechaza. Es que la institución considera que el género masculino de las palabras, “por ser el no marcado, puede abarcar el femenino en ciertos contextos”. En: Del lenguaje.

A no ser que sea muy necesario especificar 'los niños y las niñas', prueba a usar simplemente 'los niños'. Los niños (plural no marcado) engloba a niños y niñas con lo que gastar tinta en balde no lleva a ninguna parte más que a querer ser muy modenno (metiendo la pata si es posible).

Por siglos ha sido común en el uso del español se acepte el uso del género masculino como genérico universal para incluir en él a todas las personas, y es evidente que “todas las personas” no clasifican como parte del género masculino.

Los sustantivos singulares terminados en -o o -a son epicenos (invariables) en algunos casos: testigo (testigo, cualquier género). Los sustantivos con la terminación epiceno -ista, como dentista, ciclista, turista, especialista son casi siempre invariables.

Un epiceno puede ser únicamente masculino o femenino, a diferencia de los sustantivos comunes en cuanto al género, que admiten ambos géneros. ​ Ejemplos de sustantivos epicenos son: gorila, águila, rata, cría, persona, víctima, personaje, etc.

Sinónimos: común, general. Antónimos: específico, individual.

Para hablar en género neutro, es importante utilizar pronombres y términos que no estén basados en el género binario de masculino y femenino. En lugar de utilizar "él" o "ella", se puede utilizar "elle" o "ellx". También se pueden utilizar términos como "personas" o "individuos" en lugar de "hombres" o "mujeres".

La propuesta del lenguaje inclusivo es crear un género neutro, que no sea ni femenino, ni masculino, sino verdaderamente neutro. Para los artículos, en lugar de “el” y “la” vamos a decir “le”. En vez de “las” y “los”, va a ser “les”. Para los pronombres, en vez de “ella” y “él” va a ser “elle”.

Según la Real Academia Española, cuando se denomina a «los sustantivos que designan seres animados existe la posibilidad del uso genérico del masculino para designar la clase, es decir, a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos». Por ejemplo: Los niños son el presente y futuro del país.

La Real Academia (RAE) redacta sus recomendaciones tomando como referencia el uso mayoritario de la comunidad hispanohablante en todo el mundo, por ello, solo sugiere y no impone ni obliga.

Expresiones que van desde “calladita te vez más bonita”, hasta “la que no enseña no vende”, pasando por una infinidad de frases destinadas a demeritar el valor, talento y habilidades de las mujeres, intentando limitarlas o encasillarlas a objetos sexuales cuyo único fin es complacer o satisfacer a los hombres.

A nivel mundial, la mayoría de las jurisdicciones legales reconocen las dos identidades de género tradicionales y los roles sociales, hombre y mujer, pero tienden a excluir cualquier otra identidad y expresión de género. Sin embargo, hay algunos países que reconocen, por ley, un tercer género.

El lenguaje inclusivo hace más de un mes que ha llegado oficialmente a la legislación laboral. Que sepáis que oficialmente ya no sois "trabajadores" sino "personas trabajadoras", porque "trabajadores" no incluía a las mujeres.