¿Por qué hay medusas en la playa?

El aumento de la temperatura en el mar y la sobreexplotación pesquera son solo algunas de las causas por las que ha aumentado la presencia de estos animales en las playas.

Sobrepesca, clima y contaminación

De entrada, el principal factor del incremento del número de medusas en las playas hay que buscarlo en la sobrepesca, que ha ido eliminando progresivamente sus depredadores y competidores naturales.

Las lluvias y la radiación solar afectan a la presencia de medusas. Por ejemplo, una combinación de varias semanas sin llover y las altas temperaturas del mar es la suma perfecta para provocar alteraciones en las desembocaduras de agua dulce al mar y beneficiar el acercamiento de las medusas y a su flotabilidad.

Es por eso que, en España, los avistamientos de medusas en las costas comienzan a principios de primavera y finales de verano, un periodo de disminución de lluvias, aumento de la radiación solar y de mucha variación en la temperatura del agua, principal factor que provoca la aparición de estos animales.

El crecimiento y proliferación de las medusas se ven favorecidas por las altas temperaturas, la estabilidad del agua y la presencia de alimento para ellas (plancton y peces fundamentalmente). También les favorece la ausencia de depredadores y de especies que compiten con ellas por el alimento.

Sin ellas los mares serían una sopa de zooplancton, pues equilibran la cantidad de esta sustancia. Sin ellas, faltaría un escalón en la cadena trófica. En aguas mediterráneas, por ejemplo, sirven de alimento a especies de tortugas o el pez luna.

La mayoría de las picaduras de medusa provoca dolor instantáneo y marcas de inflamación en la piel. Algunas picaduras pueden provocar enfermedades en todo el cuerpo (sistémicas). Y en casos poco frecuentes, ponen en riesgo la vida.

Abundancia: máxima durante verano - otoño. Medusas adultas desaparecen durante el invierno, pero el pólipo sobrevive cuando la temperatura ambiente aumenta.

Tienen forma estrellada y alcanzan la madurez sexual al cabo de unos meses. Dependiendo de la especie, la medusa puede vivir entre seis meses y dos años. En las costas españolas, las medusas propiamente dichas o escifomedusas más frecuentes son: Pelagia noctiluca.

Por su parte, según indican los expertos, la presencia de medusas en las playas no se prolonga más allá de los 15 o 20 días, en periodos de 1, 2 o 3 días consecutivos como máximo.

Consejos para evitar la picadura de medusa en la playa

Mantienen a raya la población de algunas variedades de peces, pues se alimentan de sus alevines y huevos. También comen camarones o calamares. Sin ellas los mares serían una sopa de zooplancton, pues "equilibran la cantidad de esta sustabcia. Sin ellas, faltaría un escalón en la cadena trófica".

Según un estudio realizado por Medusa.net, Andalucía concentra cinco de las 10 playas con más cantidad de medusas de nuestro país. Entre ellas se encuentran la playa de Guainos Bajos y de la Bajadilla, ambas en Almería, además de la de Getares, en Algeciras (Cádiz).

Aunque el mar es inmenso y la probabilidad de que nos toque una medusa es muy baja, además de que éstas no tienen intención de picarte ni irán nunca a por ti, es cierto que si nadas a menudo a mar abierto tarde o temprano te acabará picando alguna.

Las medusas mostraron períodos de inactividad en la noche, emitiendo pulsaciones un 30 por ciento menores que durante el día. Cuando se quitó una plataforma debajo de los animales, les llevó hasta 5 segundos “despertarse” y reorientarse.

En cualquier caso puede producir quemazón y dolor vivo, y laceraciones en la piel como consecuencia del íntimo contacto con los tentáculos que se enredan y adhieren en el intento de desembarazarse de ellos.

Esta medusa es originaria del mar Caribe, aunque se pueden encontrar en prácticamente cualquier parte del mundo. Esto es debido a que los tanques de aguas de lastre de los barcos se llenan de agua en el mar Caribe. Una vez han llegado a su destino, al vaciarse las medusas se quedan allí.

La especie más conocida es la llamada avispa de mar (Chironex fleckeri), el que sin duda es el cnidario más peligroso del planeta. Se dice que su picadura recuerda a una salpicadura de aceite hirviendo, por el dolor y el escozor que provoca. Puede paralizar el corazón de su víctima en pocos minutos.

Salir inmediatamente del mar, evitando rascarse Lavar la zona de la picadura con solución salina o agua de mar Evitar frotar la piel con arena o lavar con agua dulce, porque dispersa la toxina y aumenta la irritación. No aplicar hielo directo sobre la piel, el agua dulce agrava la inflamación.

¿Hay medusas que no pican?

Los problemas registrados por las medusas han aumentado sensiblemente, siendo los más recurrentes las picadas a los bañistas y pescadores, la interferencia en la pesca y la acuicultura, y problemas en plantas energéticas que se sirven del agua de mar.

En general en la mitología era un monstruo ctónico2 femenino que convertía en piedra a aquellos que la miraban fijamente a los ojos. Fue decapitada por Perseo, quien después usó su cabeza como arma hasta que se la dio a la diosa Atenea para que la pusiera en su escudo, la égida3.

Son muy “nerviosas”. En lugar de un solo cerebro centralizado, las medusas poseen una red de nervios en todo el cuerpo que se comunican entre sí, lo que les permite detectar el tacto, la temperatura, la salinidad y más.

MedusApp. La 'app' más popular para saber si hay o no medusas en tu playa favorita es MedusApp. Desarrollada en 2018, en la actualidad integra inteligencia artificial para el reconocimiento y la clasificación de las especies notificadas.

Medusapp tanto en Android como iPhone

Estos datos se publican a través del mapa en la web www.medusapp.net o bien desde una opción en la app para acceder al mismo mapa. También se puede informar de otros avistamientos como manchas de aceite, espumas o grupos de plásticos.

En menor cantidad se han reportado medusas en Málaga, Granada y Almería. La zona del Mar Menor, desde Murcia y hasta Cataluña también es una zona para tener cuidado aunque las especies de medusas que se han detectado en su mayoría no son urticantes.