¿Por qué los aviones dejan una estela blanca?

1) Los escapes del jet incrementan la cantidad de humedad en esa atmósfera, provocando que su contenido de agua llegue al punto de rocío o de saturación. Así se causa la condensación del vapor del combustible queroseno combustionado, y se forma el trazo.

La gran diferencia de temperatura entre el interior del avión y el aire que lo rodea provoca que los gases expulsados se enfríen rápidamente. Si hay humedad en la atmósfera, el vapor de agua se condensa y forma las citadas estelas.

Esas líneas blancas que ves en el cielo cuando pasa un avión a gran altura son estelas de vapor de agua.

Las estelas que dejan los aviones pueden durar minutos u horas en el aire. A medida de crece la urgencia por combatir el cambio climático, aumenta también la presión sobre la industria de la aviación por los daños que le causa al medio ambiente.

El humo que se ve saliendo de los aviones a menudo es vapor de agua. Los motores de los aviones producen mucho calor y el aire frío que entra en ellos se calienta rápidamente. Como resultado, el aire húmedo se convierte en vapor de agua, que es lo que vemos como humo.

Las estelas se producen cuando hay una presión muy baja a gran altitud. Pero también se puede producir en los cazas o aviones supersónicos cuando vuelan a poca altitud, modificando las abertura de las toberas.

Si vuelas en línea recta, nunca saldrás de la atmósfera, porque volar implica conceptos aerodinámicos que en ausencia de atmósfera no ocurren.

La mayoría de los aviones comerciales y de negocios (aviones de línea y jets privados) tienen un techo de vuelo absoluto que ronda los 12.800 metros (42.000 pies) mientras que algunos jets de negocios pueden alcanzar los 15.850 metros (52.000 pies).

En un avión, a 12.000 metros de altura, la temperatura del aire puede alcanzar los -50 ºC, de modo que ¿cómo lo hacen para que no notemos ni una pizca de frío?

En realidad, las estelas de los aviones no son más que nubes de hielo con la apariencia de líneas largas que se forman al paso de la aeronave avión por condensación del vapor de agua cuando la atmósfera está suficientemente fría y húmeda, según explica la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

No pasaría nada, siempre que haya dos personas cuerdas en los controles: El avión subiría cada vez más despacio (un 747-SP todavía puede subir a un modesto 600fpm a 50k pies) hasta que no quiera subir más, quizás alrededor de 52k pies.

Se trata de un fenómeno habitual que ocurre al congelarse el vapor de agua resultado de la combustión del carburante de los aviones. Por eso se las conoce como estelas de condensación, muy perceptibles en los días despejados y cuando el nivel de humedad es también más elevado.

De acuerdo con los especialistas en el área, una avioneta puede volar sin reposición de combustible hasta 21 horas continuas.

En todos los aviones modernos, los pasajeros respiran una mezcla de aire fresco y de aire reciclado, lo que permite regular la temperatura de la cabina mientras se mantiene un nivel aceptable de humedad.

El vapor de agua es el agua (H₂O) en estado gaseoso. Se obtiene por evaporación o ebullición del agua líquida o por sublimación del agua en estado sólido (hielo). A un nivel molecular esto sucede cuando las moléculas de H₂O logran liberarse de las uniones que las mantienen juntas.

Sistema simple de refrigeración de aeronaves. El sistema de aire acondicionado de ciclo de aire recibe aire mediante el sistema neumático de la aeronave. A su vez, el sistema neumático se alimenta mediante tomas de aire de purga en cada sección del compresor del motor o desde el suministro neumático de la APU.

Así que según sus estimaciones, y calculando un número promedio de pasajeros, el medio que más emisiones de dióxido de carbono provoca es el avión. Suponiendo, por ejemplo, que lleva 88 personas a bordo, resultaría que emite 285 gramos de CO2 por pasajero y kilómetro.

Durante el vuelo el aire se agolpa en la boca del motor a una velocidad de 800 km/h. Una vez en la entrada, el aire es succionado por un compresor, formado por varias hileras de aspas. Estas aspas empujan el aire hacia el interior del motor, comprimiéndolo y aumentando su temperatura.

El Pacífico es conocido por sus tormentas y condiciones climáticas impredecibles. Volar en medio de estas condiciones puede poner en riesgo la seguridad de los pasajeros y la tripulación. La evitación de áreas propensas a tormentas permite a las aerolíneas proporcionar un vuelo más suave y cómodo para sus clientes.

Según la regulación de la Organización de Aviación Civil Internacional ETOPS, una de las causas es la seguridad, ya que los pilotos deben tener en cuenta que exista la distancia máxima a la que los aviones pueden alejarse de un aeropuerto alternativo en su ruta de vuelo.

Aunque puede parecer extraño no seguir una línea recta en el mapa, la curvatura de las rutas aéreas y el uso de corrientes en chorro permiten ahorrar tiempo, reducir costos de combustible y ofrecer un vuelo más seguro y cómodo para los pasajeros.

Los aviones de nueva generación, cuentan con una autonomía (tiempo que un avión puede pasar en el aire sin repostar) cada vez más amplia, permitiendo realizar así distancias sin escalas de hasta 16h y 23 min.

Un avión de pasajeros típico tendrá un coeficiente de planeo de alrededor de 15 a 1 (o simplemente 15), lo que significa que avanzará 15 metros y descenderá un metro durante el vuelo sin motor (con el motor apagado en este caso).

Como norma general, la velocidad de los aviones de pasajeros gira en torno a Mach 77, lo que equivale a unos 860 km/h o 14 kilómetros por minuto. Entre los aviones comerciales, los más rápidos actualmente son el Airbus A330Neo con una velocidad máxima de 1.061 km/h y el B788, de Boeing, que alcanza los 1.051 km/h.

A menos altura se quema menos combustible y, por lo tanto, se emiten menos gases de efecto invernadero a la atmósfera. Así pues, no se reducen los vuelos como medida para frenar el calentamiento global sino que se volará más bajo.

Si bien un avión puede atravesar tormentas y lidiar con vientos, no es gratis: las turbulencias generan mucho miedo y complica las operaciones. Por eso, la mejor prevención es esquivar a estas malas jugadas del clima y volar por encima de ellas. Además a esa altura tampoco hay aves que puedan impactar sobre el avión.

Los grandes aviones, con plena carga de combustible y de pasajeros, como el Boeing 747 o el Airbus 340 requieren de pistas de al menos 2,5 km para despegar y para aterrizar de forma segura. Por el contrario, aviones de pasajeros pequeños necesitan pistas que no superan un kilómetro.