¿Por qué no debemos quejarnos?

Quejarse demasiado suele tener consecuencias negativas que todos conocemos: crea mal ambiente, genera estrés, favorece un estado de ánimo negativo y nos vuelve pasivos evitando que busquemos soluciones.

Cuando nos quejamos tenemos consecuencias negativas de las que en ocasiones no somos conscientes: Favorecemos un estado de ánimo negativo. Cuando esto sucede, es más probable que interpretemos lo que nos pasa también de forma más negativa.

La queja tiene efectos emocionales que nos hacen sentir mal, nos convertimos en personas pesimistas y esto a la vez hace que cada vez intentemos menos cambiar las cosas, pensamos que no hay nada que hacer, y en vez de afrontar los hechos confiados y con una actitud positiva, dejamos de emitir respuestas ante las cosas ...

“Cuando nos quejamos, nos lamentamos o nos enojamos, nuestro cerebro libera hormonas que hacen al estrés, como el cortisol, que pueden afectar negativamente nuestro estado de ánimo, nuestra capacidad cognitiva y nuestra salud en general.

Nos ayuda a tomar conciencia, a sumarnos, a crecer y a ser mejores para poder ser más felices…

En este sentido, Kowalski (1996) considera la queja como la “verbalización de insatisfacción, subjetivamente presente o no, con el propósito de desahogarnos emocionalmente o lograr un obejetivo personal, interpersonal o ambos” (1996, p. 180).

Antonina explica que las quejas atraen carencia, pobreza y enfermedad, mientras que la gratitud atrae abundancia y crecimiento personal. A esto se le conoce como ley de atracción, la cual afirma que lo que una persona piensa se puede materializar.

Adjetivo. Que se queja o lamenta con poco motivo, o con frecuencia. Uso: se emplea también como sustantivo. Sinónimos: aquejoso, quejica, quejicoso, quejilloso.

El síndrome de Calímero hace referencia a esas personas incomprendidas, o que no paran de quejarse de lo mal que les va.

La queja constituye laprimera modalidad de la demanda dirigida al analista. La misma concierne alsufrimiento que le genera al sujeto una coyuntura en la que se encuentraatrapado y que se ha tornado insoportable.

Las personas nos quejamos un promedio de 20 veces al día y, cuando lo hacemos, malgastamos una energía muy valiosa en cada queja, elevando potencialmente el riesgo de enfermar. Hoy en día vivimos en un mundo lleno de quejas, las encontramos por todas partes sin parar.

Una de las estructuras más importantes del sistema límbico, la amígdala cerebral, genera o inicia un proceso emotivo en forma inmediata (300 milisegundos). Este núcleo no tiene mucha memoria; en contraste, genera la conducta de recibir atención o manifestar enojo o asco.

Empatiza con la otra persona: Es importante ponerse en el lugar del cliente o la persona que presenta la queja. Intenta comprender su perspectiva, sus emociones y las circunstancias que lo llevaron a expresar su crítica. Esta actitud empática ayudará a establecer una conexión más efectiva y a generar confianza.

Responder las quejas o reclamos lo más rápido posible:

Se debe responder de una manera concisa y correcta, si no se tiene la respuesta de manera rápida, al menos se le debe hacer saber al cliente que tiene su atención y que próximamente se le solucionará el inconveniente.

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No te quedes en la queja, pasa al reclamo. Esto implica pedir con claridad lo que quieres a quien corresponde. Esto es, procura hacer el reclamo con la persona que realmente puede ayudarte a resolver el problema. Si no es quien puede resolver, al menos sigue sus consejos.

Aquí hay siete prácticas simples que me ayudan a dejar de quejarme y mantener una mentalidad más agradable, ¡lo cual mi esposo agradece!

1. Cuando significa 'manifestar disconformidad o disgusto con algo o alguien' , lleva un complemento con de: «Me quejé de mi empleo en la oficina jurídica» (Kociancich Maravilla Arg. 1982).

Claves para abandonar el hábito de la queja

Nos hace estar con la lupa juzgando al otro y a nosotros mismos, buscando ese fallo para poder criticarlo y quejarnos sobre lo que nos ha pasado o nos han hecho. Por costumbre o hábito es otra de las razones por la cual hacemos de la queja una forma de vivir.

Antes de llegar al fondo de la cuestión, vamos a ver qué significa quejarse. Quejarse es la acción por la que se expresa disconformidad o enfado a través de la voz por algo que está sucediendo. Se trata de una manifestación de negatividad derivada de tu forma de ver el mundo.

A menudo, estas quejas son una forma de expresar frustración, miedo o tristeza sobre los desafíos que enfrentan en sus vidas. Es importante ser comprensivo y empático con las personas mayores que se quejan, y tratar de encontrar maneras de ayudarlas a enfrentar estos desafíos de manera positiva y constructiva.

La queja trae miseria

La queja trae infelicidad. El vivir de esa manera nos impide disfrutar con gozo las maravillosas y grandiosas promesas que Dios nos da. En vez de ello decidimos amargarnos la vida y en consecuencia podemos afectar a los demás con nuestra actitud.

Se provocan contracturas, dolores musculares y jaquecas. Se acelera la respiración, provocando que el corazón bombee con más intensidad. Aumenta el riesgo de padecer algunas enfermedades como gastritis, colitis y dermatitis.

El papel de la amígdala como centro de procesamiento de las emociones es hoy incuestionable. Pacientes con la amígdala lesionada ya no son capaces de reconocer la expresión de un rostro o si una persona está contenta o triste.

Cuando usted se enoja, su frecuencia cardíaca y presión arterial se elevan y lo mismo sucede con su nivel de hormonas de energía, adrenalina y noradrenalina.