¿Por qué no meter latas en la nevera?

Las latas abiertas pueden estar contaminadas con ftalatos. Se trata de sustancias químicas que suelen encontrarse en los envases de alimentos. Una vez abiertas, las latas no deben seguir utilizándose como recipientes.

¿POR QUÉ NO METER LATAS AL REFRIGERADOR? Como ya lo mencionamos, en el interior de la lata pueden aparecer manchas y esto se da tras el contacto que hay entre el metal, el alimento y el oxígeno. Las sinergias de los tres elementos pueden incubar manchas de óxido, lo cual puede ser perjudicial para una buena salud.

El atún en lata en la nevera es un producto que, sobre todo cuando está conservado en aceite, puede llegar a enranciarse con una gran rapidez. En este caso el peligro no radica tanto a nivel microbiológico, ya que a las bacterias patógenas les costará un poco desarrollarse encima de un atún conservado en aceite.

La clave está en que las latas se colocan horizontalmente en cualquier parte de la nevera, y se retiran fácilmente gracias a su manija. Como tiene dos niveles transparentes, y en cada uno de ellos caben hasta cinco latas, constantemente estarás viendo sus etiquetas.

El atún en lata en la nevera es un producto que, sobre todo cuando está conservado en aceite, puede llegar a enranciarse con una gran rapidez. En este caso el peligro no radica tanto a nivel microbiológico, ya que a las bacterias patógenas les costará un poco desarrollarse encima de un atún conservado en aceite.

Todas las latas deben de guardarse a una temperatura media y baja. Esta información suele estar en todos los envases de este tipo. Si no tienes tiempo para guardar la comida restante, puedes almacenarla en la refrigeradora, pero en la parte de la puerta, ya que ahí la temperatura es media.

En el ambiente frío y húmedo de la nevera, los recipientes de aluminio, como las ollas, se acelera el proceso de oxidación que puede afectar a las propiedades de los alimentos. También los recipientes de acero son menos higiénicos por este motivo, ya que la humedad acelera esta oxidación.

Es importante asegurarse de que el atún esté almacenado en un recipiente hermético y se mantenga refrigerado a una temperatura constante de 4 °C (40 °F) o más baja para evitar el crecimiento de bacterias.

Al permanecer a bajas temperaturas, el crecimiento de los microorganismos que alteran y estropean la comida se detiene y estos no retoman su actividad hasta que se descongelan. El proceso de congelación es, por tanto, una excelente opción para prolongar el periodo de consumo de los víveres y reducir el desperdicio.

La temperatura de los estantes va descendiendo a medida que bajamos de altura. El estante superior es el menos frío, así que ahí debes colocar cosas que no necesiten demasiada temperatura, como latas de bebidas, yogures o sobras.

¿Qué pasa si comes una atún en lata todos los días? En el equilibrio está la clave y tomar latas de atún todos los días no es muy saludable. La razón hay que buscarla en el mercurio y la sal que contiene. Estos productos tomados en grandes cantidades pueden resultar poco beneficiosos para la salud.

CONSERVAS. Se calcula que un alimento enlatado puede durar entre 2 y 5 años aproximadamente sin perder ninguna de sus propiedades. Una vez superado dicho tiempo, por norma general se pueden consumir sin que esto suponga ningún peligro, pero sus propiedades nutritivas, así como texturas y sabor pueden verse afectados.

Lo recomendable es almacenarla en habitaciones oscuras, armarios o neveras en las que la luz no penetra.

Remojamos una toalla con agua bien fría.

A medida que el agua se evapora, la bebida se irá enfriando. Si estamos en un lugar con el suelo frío, podemos enfriar botellas y latas enterrándolas en un rato bajo el suelo, siempre que éste esté frío y húmedo.

Por regla general, no más de 2 o 3 días

Como norma general, se recomienda consumir el atún abierto en un plazo máximo de 24 horas si está en lata metálica y de 48 horas si está en envase de plástico o de vidrio.

Cuando abrimos una lata de conserva y no la consumimos en su totalidad, debemos pasar su contenido a un bote de cristal y colocarlo en la nevera. Así evitaremos posibles bacterias y se conservará en mejor estado durante más tiempo.

El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) dice que las latas raras y abolladas pueden provocar botulismo, que es una forma mortal de intoxicación alimentaria que ataca el sistema nervioso, así como descartar las que estén abultadas, con fuga u oxidadas.

Esto se produce por la acción de los microorganismos presentes en el músculo del pescado, que cuando se empieza a alterar se libera un aminoácido llamado histidina. Este aminoácido es utilizado entonces por los microorganismos del pescado, dando lugar a una acumulación de histamina.

La mayoría de las latas abiertas duran en el refrigerador uno o dos días. Las carnes enlatadas, incluidas aves y mariscos, son la excepción y no deben ser guardadas en el refrigerador por más de dos días. Sin embargo, almacenar comida en plástico o vidrio es preferible, pues la calidad de la comida se preserva.

El secreto de las conservas es la aplicación de altas temperaturas a los alimentos. Se esterilizan a temperaturas superiores a los 100ºC, cifra que asegura una erradicación de los posibles patógenos.

Se calcula que una lata tarda más de diez años en oxidarse y descomponerse totalmente.

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Como norma general, se recomienda consumir el atún abierto en un plazo máximo de 24 horas si está en lata metálica y de 48 horas si está en envase de plástico o de vidrio. Para ello, es importante guardar el atún en un recipiente hermético y limpio, cubierto con su propio líquido y sin mezclarlo con otros alimentos.

Lo recomendable es cambiar el contenido a un recipiente de plástico o cristal. Así lo aconseja la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en su informe sobre cómo conservar los alimentos. Que este envase esté bien cerrado ayuda a mantener las cualidades del producto.