¿Por qué no se puede enfriar el vino tinto?

porque si la temperatura del vino tinto es muy alta -más de 18ºC- se acentuará su acidez y alcohol, lo cual estropea el sabor del vino, y desvirtúa sus características.

Los vinos, también están compuestos por estos taninos, que al ser expuestos a altas temperaturas, provocan que el vino adquiera un sabor ácido y desagradable. Es fácil notarlo, porque en vez de provocar una sensación flexible y suave en la boca, el sabor se siente áspero y ácido.

"Refrigerar el vino puede hacer que éste pierda cualidades, pero perderá muchas más si está abierto a temperatura ambiente.

Uno de los trucos más rápidos, socorridos y efectivos para enfriar botellas cerradas en menos tiempo es el envolverlas con papel de cocina y humedecerlas antes de meterlas al congelador donde tienen que permanecer solo unos minutos, dependiendo del vino y de su temperatura óptima de servicio.

Contrariamente, si un vino está «frío«, apenas notaremos los aromas porque estarán enmascarados y además notaremos más la percepción de acidez.

El vino necesita respirar en la copa, por lo que no se deben llenar hasta arriba sino por debajo de la mitad (idealmente un tercio de la copa y nunca más de dos tercios), para poder agitarlo suavemente. Además, el vino conserva su temperatura mejor en la botella, así que sirve siempre la cantidad justa.

Vino tinto joven, entre 10 °C y 14 °C en función de si es ligero o con más cuerpo. Vino tinto crianza: entre 14 °C y 16 °C. Vino tinto reserva y gran reserva: 16 °C – 18 °C.

El riesgo más catastrófico es el de las temperaturas muy elevadas. Si dejas vinos en el maletero de un coche al sol, te pueden alcanzar los 60º C y salirse el corcho. En este caso entrará el oxígeno y el vino se oxidará.

Para la época estival es mejor optar por vinos de menos graduación (como un vino joven), pues el alcohol produce deshidratación. También puedes optar por una bebida con vino más refrescante como puede ser la sangría, el tinto de verano o incluso algunos cócteles.

Para que el vino se mantenga en contacto con el corcho, impidiendo así que se seque y pueda pasar oxígeno por él, que provocaría una pérdida de calidad. Resulta recomendable que la estancia en la que guardemos el vino tenga ventilación suficiente.

Si cierras la botella adecuadamente, la guardas en el refrigerador y la dejas en posición vertical, la superficie en contacto con aire será menor, por lo que tus vinos blancos como tintos conservaran intactas sus cualidades por una semana (y a veces hasta un par de días más) .

Factores a tener en cuenta para conservar bien el vino

- Temperatura: Lo ideal es conservarlo en un lugar que tenga una temperatura constante entre los 8 y los 15 grados por eso tenemos que intentar evitar que esté a temperatura ambiente o cerca de radiadores.

Agua fría con sal

El método tradicional para enfriar el vino consiste en llenar una cubitera con hielo y agua fría y sumergir completamente la botella durante 15 minutos. Si no tienes cubitera, te servirá una olla o cualquier otro recipiente de tamaño adecuado.

-Nevera: una botella de vino a temperatura ambiente (20ºC) colocada verticalmente en una nevera doméstica con una temperatura de entre 5 y 6º durante 48 horas. -Congelador: una botella de vino a temperatura ambiente (20ºC) colocada horizontalmente en un congelador doméstico a -26ºC durante 40 minutos.

Envuelve la botella de vino en una toalla o paño húmedo y colócala en el congelador. La humedad de la toalla acelera el enfriamiento, y el congelador proporciona un ambiente frío para enfriar el vino más rápidamente. Déjala durante unos 15-20 minutos antes de servir.

Para los profesionales que hacen catas o “análisis sensoriales” de los vinos, el mejor momento siempre es por la mañana, cuando nuestras percepciones están más “despiertas”, o, si se prefiere, después de la duración del día.

La temperatura ideal sería de entre 14º y 17º centígrados. Para llegar a esas temperaturas en casa necesitaremos unos 6 minutos de cubitera o 30 minutos de nevera. Un vino de Ribera de Duero de pecado.

Por lo mismo, los vasos o copas, que van de derecha a izquierda según el uso que se dará: agua, vino blanco, vino tinto, cordiales. Éste es el orden que se usa en Estados Unidos: primero el agua. En España, cómo no, primero el vino.

La variedad de vino tinto más saludable es la Pinot Noir, debido a que cuenta con una piel fina, permitiendo que posea taninos bajos pero altos niveles de resveratrol, este componente es un gran aliado para la salud del corazón.

Como principio general tendremos en cuenta que siempre se servirá el vino antes que los platos para poder conocerlos mejor, sin la influencia de los aromas de los alimentos y sin que nada distraiga la atención de los comensales.

Temperatura constante: guardar un vino a temperatura ambiente no siempre es la mejor idea, especialmente en lugares cálidos o cuando se superan los 20 grados. Lo ideal es conservarlo en un lugar con temperatura constante que esté entre unos 8º y 15º.

Si debes conservar vinos espumosos lo ideal serán 7ºC, y en el caso de los blancos, podrás establecer entre 10ºC en aquellos más jóvenes, y 12ºC. Y con los vinos rosados podrás emplear este mismo rango de temperatura, en torno a los 10ºC.

Como empezarás con un tinto afrutado, puedes optar por acompañarlo con diferentes aperitivos, como quesos suaves. Si quieres tomarlo durante la comida o la cena, prueba con pasta o carnes blancas.

Así, veamos cuáles son algunos aspectos que tenemos que mimar para evitar que un vino se estropee.

En general, los vinos tintos se mantienen en buen estado si permanecen abiertos entre 3 y 5 días, y si bien algunos más ligeros se pueden conservar en la nevera, es mejor guardarlos cerrados con un tapón o su mismo corcho en un lugar fresco y oscuro.