¿Por qué Sócrates se opone a protagoras?

De esta forma, Sócrates nos lleva a la conclusión de que Protágoras no es una persona competente para ocuparse de la educación de los jóvenes. Este sofista no sabe qué es el bien, el fin de la educación; ya que tiene opiniones contradictorias sobre el mismo.

- Al optimismo pedagógico de Protágoras, Sócrates opone, pues, desde su pluralismo, la incredulidad en la unidad de la conciencia y, por tanto, en la unidad de la virtud.

Los principales motivos de esta enemistad se pueden resumir en los siguientes puntos: Los sofistas cobraban por la enseñanza de sus saberes y el acceso a “la verdad”, mientras que Sócrates pensaba que la verdad no podía enseñarse, y conversaba con cualquier ateniense que estuviera dispuesto a hacerlo.

Sócrates coincidía con los sofistas en su interés por las cuestiones políticas y morales, dejando en un segundo plano todo lo relacionado con la ciencia natural, objeto de estudio preferente por parte de los filósofos anteriores, que conocemos con el nombre de "presocráticos".

Fundamentalmente, los sofistas fueron filósofos y pensadores centrados en la retórica, es decir, el arte de hablar, y la erística, conocida por el arte de persuadir y convencer. Por otro lado, Sócrates fue un filósofo griego clásico que defendía la dialéctica y la mayéutica como medios para obtener la verdad.

Sócrates dice que tiene que rechazar dos tipos de acusaciones diferentes: su "mala fama", la opinión esparcida por sus rivales de que es un criminal y un curioso que pregunta hasta al cielo y la tierra; y los más recientes cargos legales de corromper a los jóvenes y de creer en cosas sobrenaturales de su propia ...

Asimismo, al igual que los sofistas, practicaba la crítica racional, gustaba de enseñar a la juventud y cuestionaba los conceptos de la virtud basados en la tradición, en la opinión común o en el mero interés personal.

Platón criticaba a los sofistas por su formalismo y sus trampas dialécticas, pretendiendo enseñar la virtud y a ser hombre, cuando nadie desde un saber puramente sectorial, como el del discurso retórico, puede arrogarse tal derecho.

La primera acusación es que los sofistas hacen grandes promesas que no pueden cumplir , especialmente las relativas a tener la capacidad de enseñar la virtud y la justicia. La inconsistencia entre lo que los sofistas afirman enseñar y su capacidad real es el segundo punto de Isócrates.

Sócrates y Platón consideraron inadmisible el punto de vista relativista, tanto por sus consecuencias en el plano moral como político, porque la veían como una teoría absurda que hace imposible el conocimiento.

Los sofistas fueron criticados por Sócrates, Platón y Aristóteles por su énfasis en la retórica más que en el conocimiento puro, y por aceptar dinero a cambio de sus enseñanzas . Platón decía que los sofistas eran codiciosos y utilizaban trucos como ambigüedades en el lenguaje y razonamientos falaces para engañar a los demás.

Al respecto, podríamos decir que Sócrates probablemente fue el primer filósofo que identificó al ser humano o al 'yo' con su alma, lo que es una identificación netamente socrática, porque vincula la esencia del ser humano con ésta.

El método socrático consiste en una búsqueda activa y participativa del conocimiento. Invita a pensar e investigar por uno mismo y a explorar nuevas vías para abordar problemas reales. El profesor o profesora no se limita a transmitir mecánicamente unas doctrinas, sino que despierta el pensar crítico.

Los sofistas estaban más preocupados por poder convencer a los demás de que se debía creer en una opinión particular, incluso cuando sabían que en realidad era falsa. Mientras que a Sócrates sólo le preocupaba la verdad, incluso cuando no era algo que quisiera que fuera verdad.

Si bien Sócrates establece marcadas distinciones entre él y los sofistas: ellos afirman enseñar mientras él niega que lo haga; le quitan dinero mientras él es pobre; introducen ideas novedosas mientras que él no lo hace; también utiliza medios retóricos de persuasión que no sólo comparte con los sofistas sino que debe recordarles ...

Según los sofistas, el hombre se define a sí mismo y se diferencia de los animales por el lenguaje, expresión de su naturaleza psicofísica: es la condición y el efecto de su carácter social. Gracias a él, puede perfeccionarse personalmente e integrarse socialmente.

En el año 399 a. C., el filósofo griego Sócrates fue llevado a juicio por la ciudad de Atenas, acusado de pervertir a sus jóvenes y alejarlos de los dioses. Se le dio a elegir entre renegar de sus ideas o ser condenado al suicidio por cicuta. Eligió la muerte.

Fue declarado culpable de “impiedad” y “corromper a los jóvenes” , sentenciado a muerte y luego obligado a llevar a cabo su propia ejecución consumiendo una poción mortal de la planta venenosa cicuta. Los políticos e historiadores a menudo han utilizado el juicio para mostrar cómo la democracia puede pudrirse al caer en un gobierno de masas.

La idea aquí es sencilla: la muerte es una posibilidad de encuentro y reencuentro con los que ya han muerto y, por qué no decir, con los que morirán. Así pues, el morir, en este segundo supuesto, constituye para Sócrates no sólo una esperanza sino también una verdadera felicidad.

Sócrates no ve la pobreza como un problema social sino como una virtud ética. La pobreza, es decir el desapego de las cosas materiales nos permite centrarnos en lo esencial: la búsqueda de la verdad y de la justicia (^{Sánchez, 2006b}).

Filósofo antiguo griego, cuya doctrina marca el viraje del naturalismo materialista al idealismo.

Si es nada menos que Nietzsche, descomunal crítico de Sócrates, quien nos dice esto, puede erigirse como un buen argumento, precisamente eso: que Platón de alguna manera distorsionó, sistematizó, idealizó, el pensamiento de su maestro.

Un sofista es alguien que hace buenos comentarios sobre un tema, hasta que te das cuenta de que esos puntos no son del todo ciertos , como un candidato político que tergiversa las palabras de un oponente o brinda datos engañosos durante un discurso.

El sofista es presentado como un sujeto que produce con una técnica mimética, mientras que el filósofo –en una actividad no-​productiva, pero activa– es aquel que adquiere o conoce por medio de la θεωρία.

Los sofistas negaron la existencia de tales “absolutos” (para ellos, todo era relativo); Sócrates, en cambio, estaba convencido de su existencia. …

Se atribuye a los sofistas el hecho de poner el foco de atención en los problemas humanos y en lo político; se afirma también que la influencia de Sócrates fue fundamental para dirigir la reflexión hacia lo humano, la moral y la política; pero los presocráticos lo hicieron antes.

El sofismo puede designar todo razonamiento incorrecto, sin embargo, en lógica, los sofismos se refieren específicamente al razonamiento que parece ser correcto, pero no lo es. Un ejemplo bastante común de sofismo es el argumento: «Todas las mujeres se portan mal».